viernes, 21 de enero de 2011

Un problema adicional en el caso del trigo

Ya tratamos el tema en varias entradas.
En todas, haciendo foco en la necesidad de resolver el conflicto político, garantizando el cumplimiento de los objetivos de mínima.

Sin embargo, quedó fuera de análisis un elemento muy importante: el precio internacional.
La tendencia del precio internacional del trigo es ascendente. Con retenciones fijas en 15%, el aumento porcentual se traslada directamente al precio interno del producto (al FAS teórico).

En parte, ese aumento es el que las exportadoras y los molinos sustraen al productor, pagando por debajo del precio FAS.

Lo que denuncia el esquema actual (y el actual estado de situación) es que el Estado ha perdido (principalmente por el conflicto de 2008) la potestad de intervención sobre el precio del bien. Esto da como resultante que los molineros y las exportadoras hayan asumido un rol que el Estado no puede cumplir (incluidas las cooperativas que responden a FAA y Coninagro, que tampoco respetan el precio FAS). Y estén quedándose con un excedente que apenas parcialmente usufructúan los consumidores.

De modo tal que las intervenciones deben pensarse también en función de la recuperación de tal potestad.
En ese sentido, la idea de la Junta Nacional de Trigo, con carácter de comprador privilegiado al que se le reserva por anticipado determinada cantidad de toneladas, representa también la intención de cumplir con el objetivo citado al principio: influir de manera decisiva, desde el Estado, en la conformación del precio interno, desacoplado del internacional, y poder monitorear márgenes sin necesidad de allanar oficinas y revisar papeles, sino simplemente interactuando con los jugadores del negocio.

8 comentarios:

Mariano T. dijo...

Si esa reserva de mercado incluyera la pretensión de pagar menos de lo que la exportación pagaría, sería un mercado con dos precios conocidos, solo separados por un intervalo de tiempo. Quién vendería al estado? Solo los que necesitaran desesperadamente el dinero, o sea que tendrías a la FAA con los tractorazos pidiendo que la Junta pague más (incluso, si el precio internacional baja, pidiendo precios superiores).
Si no pretende pagar un precio menor, la reserva del mercado sería un factor irritante e innecesario. Hay dos o tres meses en los que a ese precio se puede comprar una cantidad casi ilimitada de trigo.
Por otro lado, con retenciones fijas, y una exportación mayor al consumo, con solo volcar las retenciones adicionales a subsidiar el consumo alcanzaría.
No creo que la cosa pase por ahí.
Lo más intersante es que todo este despelote es para atajarse de que falte trigo en el mercado interno, lo que no sucede desde 1951, con diferentes sistemas de comercialización, precios internacionales y volúmenes de cosecha. O sea que trasformaron un problema teórico (imaginario diría yo) en un despelote real. Parcene los celos de otelo matando una mujer que en realidad, nunca le había sido infiel.

Mariano dijo...

El despelote es para que no falte trigo, con precios internacionales excepcionalmente altos, y precio interno más bajo.
Hay una conjunción de factores más grande.

Pero tenés razón en una cosa: el Estado sólo podría pagar más que las exportadoras, nunca menos.

Bajar el precio en el mercado interno correría por su cuenta, pero vendiéndolo más barato y comiéndose la diferencia (subsidiando al comprador).

Abrazo

Mariano T. dijo...

Si paga un centavo más que la exportación, no necesita tener una reserva temporal de mercado, que distorsionaría el mismo y sería un factor de fricción.

Mariano dijo...

Pagar un centavo más serviría para forzar a los demás a pagar más.
En esa competencia, podría quedarse sin lo que necesita, o finalmente convalidaría precios que después no podría subsidiar.

Mariano T. dijo...

El negocio de exportación no es (no debería ser) de alto margen, así que no hay espacio para pagar más que el FAS teórico. La exportación no va a competir por el trigo si sabe que su competidor esta en busca de un volumen limitado, solo levanta el caballo, y espera que el otro termine, una guerra de precios sería en contra de si mismo, sobre todo si sabe que el estado solo busca comprar una fracción del mismo.

Mariano T. dijo...

Es lo que haríamos vos o yo si fueramos gerentes y nos pagaran para comprar trigo para exportar.
De la misma manera, en el contexto actual, compraríamos trigo al precio que estan comprando, es totalmente racional no competir con los colegas si todos tenemos un cupo fijo de exportación. "si nos organizamos cojemos todos".

Mariano dijo...

jajajaja.
Bueno, alguna cosa sacaste de frecuentar blogs kirchneristas.

Igual no la veo del todo.
Qué pasa si los saldos exportables se achican de un año a otro? las exportadoras no van a querer mantener su cupo?

Mariano T. dijo...

Lo que hay que sacarse es la nefasta palabra "cupo" de la cabeza. Si falta trigo en la Argentina, comprarán en australia. Lo que nunca es negocio es pagar de más. Incluso los costos fijos los pueden amortizar con los otros granos.