domingo, 30 de enero de 2011

Los desvaríos de Joaquín, frente a la cordura de Susana

Este es el primer párrafo del panfleto ideológico que publicó hoy en La Nación Joaquín Morales Solá:
Barack Obama no vendrá al país. La decisión del líder nor-teamericano de ver la Argentina sólo desde el aire, cuando vuele de Brasil a Chile, explica las relaciones del país con el mundo y no exclusivamente con los Estados Unidos. La era kirchnerista será recordada, en el plano de las relaciones exteriores, como la del aislamiento argentino. No sólo se tendrá memoria de ella por eso; también será evocada por el desmesurado poder transferido al sindicalismo (sobre todo a la familia Moyano), que desató en los últimos tiempos una borrachera de violencia, crímenes y corrupción como no se veía desde hacía mucho tiempo. En ese contexto, se inscribió también el omnipresente conflicto del verano: el tráfico internacional de drogas con origen en la Argentina, que ventiló, más que otra cosa, la porosidad del Estado y su complicidad con los estragos de ese delito.
Después de leerlo, puede ser un ejercicio interesante visitar a Susana Viau, indignada porque los medios públicos (como Canal 7) actúan como tribunas oficialistas. Lo hace, sabemos, desde un medio en el cual se ejerce la neutralidad informativa a rajatabla.

Sería bueno  vincular ambos fenómenos (el oficialismo de los medios públicos y la utilización desaforadamente opositora de los espacios de comunicación privada) y contextualizarlos con las condiciones de disputa de intereses económicos, que afectan a la distribución de la renta, y a los intentos de concentración de la misma sin intervención estatal, para concluir, tal vez, que ambas cosas se complementan casi a la perfección.

Es demasiado pedir "neutralidad" al medio público, ante una escalada de violencia verbal (para decirlo en términos de Morales Solá) como la que el citado lleva a cabo dominicalmente. Porque lo que prima, siempre, es el instinto de supervivencia, y como un subproducto de éste, la autodefensa. Con lo que haya a mano. Hasta el derecho penal contempla este principio.

Para decirlo en términos más sencillos: Susana Viau, andá a llorar a la iglesia.

3 comentarios:

Daniel dijo...

Creo que no tienen ya otro camino que el de mercenarios comunicacionales. Si no pueden por el raciocinio siempre tienen a mano el recurso de arengar para mover los viejos rencores alojados en las tripas.
Esto está muy bien reseñado en Los Simpson.
- Ahora le dicen; "bizarrear"

Udi dijo...

Y fue la Viau o Clarin quién escribió el nombre de Eco con H ?

Mariano dijo...

Es cierto, Udi.
Iba a poner algo de eso y se me pasó.

Se defenderían diciendo que castellanizar los nombres de pila está permitido por la RAE.
Discutible.

Abrazo