miércoles, 19 de enero de 2011

El kirchnerismo es un peronismo

Omar siempre remarca que el "kirchnerismo" es un avatar como cualquier otro del peronismo. Ni más, ni menos.
De alguna manera, la misma postura de Artemio, cuando se pelea con Sandra Russo y su idea de que "el kirchnerismo es una superación del peronismo".

Pero leer a Tomás nos obliga a todos a volver a pensar.

Porque nos demuestra, con definiciones magistrales, que el kirchnerismo es un sujeto colectivo cuya construcción está en proceso. Se hace y se rehace de la mano de la reflexión.
Y su aliado, para la mitología nacional, es el tiempo.
El tiempo, que es el único elemento realmente revulsivo de las estructuras tradicionales que existe.

Pronto (antes de que nos queramos dar cuenta) serán mayoría los que conozcan al peronismo exclusivamente por su avatar kirchnerista. Como en algún momento fuimos mayoría de golpe, los que reconocíamos al peronismo a la luz del avatar menemista.

Omar dice que la "izquierda peronista" está en proceso de expansión hacia adentro del movimiento, y que ha revertido su función de "catapultar compañeros" (al que agarraba por ahí cerca, lo mandaba lejos del peronismo). Esta metáfora, se explica bien por el dato histórico que señalo. No es casual que el kirchnerismo contenga hoy a tantos jóvenes (?) de entre 30 y 40, otrora "progresistas" (y a falta de algo mejor). Es que para esas generaciones peronismo fue durante un tiempo, igual a menemismo. Y no se esperaba algo distinto de él.

Las cosas van cambiando y, mientras los teóricos se ocupan de adivinar el pasado, lo mejor es no pelearnos.

3 comentarios:

OMIX dijo...

Tiempo al tiempo, revisemonos constantemente, de tal forma que contenga mayorías y no minorís por más lúcidas e intensas que nos prometan sean los profetas de las pequeñas causas.
Las siglas bajo las cuales se ha militado poco cuentan.

Laura dijo...

Pelear también es parte del peronismo! la heterogeneidad hace que, minuto a minuto, las cosas, las posiciones, las síntesis y las nuevas peleas vayan cambiando
Beso

Mariano dijo...

Tenés razón, Laura.
No hay que tenerle miedo a la pelea.
Beso