miércoles, 5 de enero de 2011

El fracaso de la política energética

Con esa pompa describen algunos analistas la situación actual, caracterizada por dos o tres cuestiones salientes:

-algunos cortes de luz en el AMBA, en picos de demanda, provocados por incapacidad de la red de distribución domiciliaria para dar abasto,

- aumento de la demanda de combustibles, con récord histórico de consumo, lo cual obliga a YPF a valerse puntualmente de nafta importada para abastecer a las estaciones. Compra afuera la nafta que ESSO y Shell no alcanzan a (o no quieren?) refinar acá.

- en invierno, importación de gas "caro" y restricción en el suministro a las industrias que no participan del Gas Plus.

Primero: esos problemas son fácilmente identificables y clasificables, salvo que con intención deliberada se quiera gambetear la mención del factor principal: el contexto (inédito en la historia económica argentina) de crecimiento en todas las actividades (o casi), durante 8 años sin interrupción (también casi). Si no se gambetea, entonces, ese pilar fundamental de la realidad actual tendríamos que darles el nombre adecuado: cuellos de botella.

Los cuellos de botella son producto del desequilibrio generado a partir de que la demanda crece a un ritmo al que la oferta no logra adecuarse efectivamente.
Nótese que el contexto es claramente de crecimiento de la demanda, en cualquiera de los ítemes señalados.

Sin embargo, se suele leer cosas como que está fracasando el modelo de "gestión privada". La gente que rodea a Pino Solanas es muy afecta a tal explicación. Conclusión perezosa y falaz.

En realidad, cuando en los 90 se deciden las variadas privatizaciones que reconfiguraron el mapa del sector, se lo hizo como parte de un proyecto que no se agotaba en la privatización misma, sino que sumaba este factor a otros que lo complementaban. Liberación de los mercados, tipo de cambio bajo (dólar barato), precios prohibitivos (los más altos del mundo, en varios ítemes), empresas que balanceaban sus inversiones entre lo productivo y lo financiero, dándole alce a lo más rentable (lo segundo).

Pensar las privatizaciones de los 90 separadas de tal esquema es, repito, falaz.

Como muchas otras cosas, ese esquema falleció definitivamente en diciembre de 2001. Hoy, de aquello, solo queda la gestión privada de las empresas del sector, aunque con autonomía relativa, dada la intervención innegable (cierto que deficiente en muchos casos) del Estado.

Ya no existe el tipo de cambio de entonces, ya no existe el contexto de valorización financiera; ha sido reemplazado por la valorización productiva, de la mano del crecimiento del mercado interno y los incentivos al consumo. Y (como principal motor de lo anterior) los precios de estos productos hoy son excepcionalmente bajos. El esquema actual es bastante distinto de aquel que fracasó, no en materia energética, sino a nivel general.


4 comentarios:

Cuindich dijo...

Te informo que en el sector energético, específicamente en el petrolero, fue donde las estructuras de los noventa no solo se mantuvieron sino se reforzaron. Desde el 2001 la intervención estatal sólo existió en el sector eléctrico (muy importante en transporte y generación). Después, solo puso parches corriendo atras de los problemas sin políticas más que dejar a las empresas hacer y deshacer a gusto. Lo unico que se negocia son las tarifas a los hogares.
Sino, fijate que todo el aparato normativo energetico es el mismo. Lo unico que cambio fue la provincializacion por la cual Nestor entregó la soberanía petrolera a las provincias (y a las petroleras que las manejan).
El modelo de los noventa que todavía tenemos fracazó.

Mariano dijo...

Cuindich: en el sector petrolero, la exportación de petroleo paga retenciones móviles. Tiene casi precio fijo el barril en el mercado interno. Es un mercado regulado. En cuanto a los combustibles tenés a YPF actuando casi como un regulador de un mercado que encima tuvo precios pautados durante 7 años. Y bajos. E incentivando el consumo. Que crece. A niveles en que el costo marginal supera al costo medio y obliga a las empresas a resignar márgenes en favor de la reinversión. Motivo por el cual Shell y ESSO prefieren mantener inactivas sus refinerías.

Si no me equivoco, la provincialización de los recursos mineros e hidrocarburíferos proviene de la reforma de la constitución del 94. Néstor no la modificó. Es un tema ese. Corregirlo "violando la autonomía de las provincias" es inviable políticamente por ahí. Por lo menos difícil.

Después si puedo la sigo.

Rafa dijo...

Mariano:
Muy bueno, y te recomiendo los artículos de F. Krakowiak en Página del domingo pasado que además vienen con un montón de datos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-159700-2011-01-02.html

Un abrazo.

Cuindich dijo...

Mariano: efectivamente, la unica medida positiva desde 2001 en materia petrolera fueron las retenciones que separan el precio internacional del interno. Pero no por eso tenemos un mercado regulado. Hoy se paga 48 lo que las empresas declaran que les sale 12.
Distinto es el caso de las refinerias que ganaban exportando naftas (desde 2001 exportamos el 50% de las naftas casi sin retenciones hasta 2008). No es que Esso y Shell no inviertan por los precios. En los 90, tampoco invirtieron. Despues, efectivamente YPF controla el mercado. Pero te recuerdo que es una empresa privada extranjera propiedad de Repsol por los combustibles son manejados oligopólicamente por Repsol.
Sobre la provincializacion, si bien se menciona en la constitucion (y en la ley de privatizacion de Y.P.F.), nada cambio hasta la Ley corta propulsada por Nestor que avanza de lo que dice la constitucion (dominio originario) y le da el control absoluto de los recursos.