martes, 4 de enero de 2011

Dura embestida contra los chinos

Buena nota de Víctor Bronstein en Clarín: "China no es nuestro socio estratégico".

Describe en breve, pero dando datos interesantes y mayormente desconocidos, la "diplomacia" energética de China. Consiste ésta en potenciar las inversiones de empresas de energía chinas en el exterior, para garantizar para el país asiático abastecimiento de este bien escaso.

Llama la atención (por tal motivo) sobre la necesidad de dar un debate, ante las compras (una en proceso, la otra cerrada) por parte de empresas chinas de porciones de Pan American Energy (PAE) y OXY. Se plantea la posibilidad de que el Gobierno intervenga en el "mercado libre" para obstaculizar este proceso de chinización de las empresas que explotan nuestros recursos naturales con fines de producción energética (y no "nuestras empresas", distíngase bien, que el nacionalismo tiene un límite: las utilidades empresarias).

En el caso de PAE el que estaría vendiendo sus acciones es el Grupo Bridas (argentino, de los Bulgheroni). No vale lo mismo para OXY (empresa cuya venta se puede "evitar", de mediar "voluntad política").

Tampoco aparece de igual forma el discurso "nacionalista", pro intervención estatal en el mercado y propiciador de actitudes hostiles hacia las inversiones extranjeras, que generan inseguridad jurídica, cuando se trata de empresas de servicios públicos, que son "embestidas", en función de la instauración del "capitalismo de amigos".

La "pluralidad" da como resultado una gran coherencia: por exceso o por defecto, siempre lo que se hace está mal. No es novedad, ya lo sé. Pero es.

1 comentario:

el de adentro dijo...

En términos generales, me parece que tenemos que tener mucho cuidado con los negocios que propiciamos con China. En julio, volviendo de China escribí un post donde decía:

En buena medida, las decisiones de comercio exterior de la República Popular están determinadas en función de ciertos objetivos políticos y de desarrollo. Entonces es importante de nuestra parte usar los instrumentos de política comercial que tenemos a mano para impulsar los negocios que nos interesan y frenar abusos que afecten negativamente el bienestar de la población argentina.