miércoles, 18 de mayo de 2011

El camino es fatal, como la flecha...


Vengo de leer el blog de Abel, donde siempre se dan grandes discusiones.

En los comentarios otra vez, se menciona la posibilidad de la devaluación en Brasil como una amenaza que dejaría a la Argentina complicada.
Acá ya sostuvimos varias veces que por ahora no hay riesgo. Pero por supuesto, la inmunidad no es eterna.

Hay un tema que escasea, sin embargo, en los análisis. Humildemente entonces lo tomo para plantear alguna hipótesis.

En el año 2010, en Brasil las autoridades se preocuparon por una inflación en reales de más de 6%. Alta. Más teniendo en cuenta que el real se apreció (nominalmente) más de un 10% respecto al dólar durante ese año.
O sea, Brasil tuvo una inflación en dólares de bastante más del 15%.

En Argentina el caso fue distinto: inflación en pesos de 25% (aproximadamente), pero devaluación nominal del peso de (apenas) un 10%. O sea, inflación en dólares de alrededor de un 15%.

Este cálculo rápido y rudimentario despierta la imaginación para la hipótesis en cuestión, que es la de la correlación entre inflación y tipo de cambio. Los blogs de economistas han fatigado este tópico (con rigor, que no es mi caso).

El tema es que si existe tal correlación, la única forma de evitar una inflación de dos dígitos es modificando la política cambiaria. O mejor dicho, dejando de intervenir en el mercado cambiario y convalidando la apreciación nominal que pide el mercado.

Ahora bien, evitaríamos así, seguramente, la apreciación cambiaria real, que sufrimos vía inflación. ¿A qué precio? Al precio de convalidar la apreciación real vía tipo de cambio nominal.
Efecto neutro, en términos de competitividad. O casi.

Porque la apreciación por la vía del aumento de precios es diferida y discrecional (hay precios regulados, subsidios). En los intersticios opera la intervención estatal, que permite (al menos) ganar competitividades, espurias y desparejas, pero competitividades al fin.

Parafraseando al poeta, la apreciación es fatal como la flecha, pero en las grietas está el Estado, que acecha.

Si Brasil devalúa, y Argentina no, perderíamos esos márgenes. Ni menos, ni más. Y amainaría, muy probablemente, la inflación en pesos (en dólares, no).

1 comentario:

Sirinivasa dijo...

Buenas che, tanto tiempo, como lo tengo a Natalucci de visita allà en D&D me vengo un rato de visita por acà ja

Che, una cuestiòn: a partir de què suponemos que acà la infla fue del 25%?

Pregunta un poco en chicana y otro poco para provocar, creo que quizà habrìa que empezar a "reponderar" algunas evaluaciones sobre la magnitud del fenomeno.

Abrazo che, y muy bueno siempre, y ademas constante!