En abril de este año, respecto de abril del año anterior, las exportaciones subieron un 12%.
Si tomamos datos del cuatrimestre, el incremento es de 24%.
O sea, el porcentaje de aumento de abril fue la mitad del promedio de los cuatro meses (entre los que está abril).
Evidentemente, algo anómalo ocurrió en este punto.
Tomando el dato de exportaciones en general, además, se observa que hubo una reducción en las cantidades exportadas de 7%, contra un incremento en los precios de 20%, lo cual explica el alza en las exportaciones a pesar de la merma en cantidades.
Se exportó menos que el año anterior, pero a más altos precios.
El rubro MOA (manufacturas de origen agropecuario) aportó una suba en el volumen de dólares ingresados, pero explicada por un fuerte alza en los precios de comercialización. Las cantidades exportadas disminuyeron un poco, aunque mantienen un nivel de aceptable a bueno.
Pero el caso más decisivo en el resultado final es en el rubro Combustibles y energía, donde se exportó un 34% menos que el año pasado en cuanto a cantidades. El efecto precio (al alza) hizo que la caída en dólares ingresados haya sido de 12%.
El rubro que sin embargo mantuvo un crecimiento más acorde a sus comportamientos anteriores es el de las manufacturas de origen industrial (MOI), donde la suba en los precios fue poco significativa, y la mayor parte del crecimiento de 20% se debió a aumento en las cantidades exportadas.
Este rubro sería, a priori, el que más se perjudicaría si las restricciones se dieran por apreciación cambiaria (encarecimiento).
Esto quiere decir que si bien la baja performance de exportaciones, en términos relativos, en abril, es un tema a seguir de cerca, la misma se debería más a fenómenos coyunturales o al crecimiento de la demanda interna (caso energía) que al encarecimiento relativo de la producción argentina.
2 comentarios:
Ramiro Castiñeira, de Econométrica, explicó que «al no tener superávit fiscal, el Gobierno pierde la herramienta de sostener un dólar alto para lograr un buen resultado comercial». De esta manera, señaló que lo más importante sería equilibrar las cuentas fiscales, aprovechando la bonanza actual, aunque reconoció que el Gobierno no parece ir en ese sentido.
El deterioro de estos pilares no significan que se avecine otra crisis. «La dinámica de tipo de cambio fijo e inflación genera preocupación a futuro, pero todavía hay margen para actuar», resaltó Castiñeira. En ese sentido, dijo que «luego de haber creado 5 millones de puestos de trabajo, es difícil que no aumenten los salarios, y el valor del dólar responde a esta situación».
http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=584054
La verdad que el panorama fúnebre no es tal y es más bien auspicioso si la demanda interna exige y en función de ir en subida y si en lo externo los MOI pegaron tal ventaja sobre los MOA.
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