jueves, 21 de julio de 2011

La fórmula de la felicidad




Luciano Cohan y Gustavo Tavosnaska respondieron a las consultas del programa JPV, del Canal 26.
Sobre inflación, en el eje recalentamiento-enfriamiento de la economía.

Casi terminando el informe, Luciano Cohan dice algo muy interesante: "(...) llevando la demanda a los valores que la propia actividad productiva puede sostener".

En ese punto radica todo el problema de la macroeconomía argentina actual. El único inconveniente.

La economía argentina crece. A valores muy altos. Chinos. "Argentina juega a que es China", dice Luciano muy sutilmente.

Entonces: crecemos mucho, lo cual es muy bueno en muchos aspectos. Pero, dilapidamos una parte de esas ventajas  por culpa principalmente de la inflación, que es casi una consecuencia lógica de nuestra obstinación por mantener alto nuestro crecimiento. Ese es el meollo del famoso "recalentamiento".

Y si bien el saldo sigue siendo positivo, no lo es tanto. Y es insustentable. Dicen

Entonces, se plantea la opción.

Para crecer mejor, no más pero mejor (sin inflación), habría que postergar consumo. Suspender consumo de hoy, en pos del crecimiento del mañana. 10 añitos.

Digamos, algo sencillito.
Decirle al tipo que cobra $2.500 por mes que es necesario postergar consumo actual con el fin de colocar la demanda en niveles que la propia actividad productiva puede sostener, para darle sustentabilidad al crecimiento en el largo plazo.

Lo cual implica, tal vez, que se quede sin trabajo.
Es que la Oferta de Largo Plazo, nuestra frontera de producción, ha dictaminado que su consumo actual (y el de sus hijos) sobra.

3 comentarios:

Javier dijo...

La verdad es que hay que ser muy boludo para que alguen pueda creer que hacer un ajuste traiga felicidad al ajustado . Yo siempre recuerdo la frase de Heller en 2001 , el unico limite opara el ajuste es la capcidad de aguante de los ajustados . Si la capacidad de produccion no alcanza para satisfacer el consumo que aumenten sus inversiones para aumentar la capacidad de produccion hasta equiparar a la demanda

Anónimo dijo...

Javier: el 10 de julio quedó demostrado que somos muy boludos y además nos gusta que nos boludeen. Si no cómo se explica que la gente vote a un tipo que les aumenta el abl o planee votar en agosto/octubre/nov a tipos que ya les están diciendo "van a pagar más de luz, gas, transporte" "ahhh, y puede ser que pierda su trabajo"

Mariano: tu última frase es una buena síntesis. Sobramos. Estamos de más para la pseuda industria y para todos aquellos que proponen un modelo agroexportador tipo principio siglo XX

Udi dijo...

Vió Mariano ? Todo es culpa de las deficientes decisiones financieras de los pobres. En vez de ahorrar la plata la tiran en la canaleta de las cuatro comidas diarias, las zapatillas y la cuota del ciclomotor.
Ahora, digo yo, ¿Si aumentamos la alícuota del impuesto a las ganancias al - digamos - 75 % de las mismas? ¿No estaríamos también postergando consumo? Sólo que de otras - con perdón de la expresión - clases sociales?
¿Por qué será que a ningún economista se le ocurre esa receta para enfriar la economía?
Un abrazo !