El nombre de este blog es una expresión que se usa en un juego de cartas: el "tute cabrero". Tiene (el tute) una particularidad interesante. No se juega a ganar, sino a no perder.
Hay dos posibilidades de zafar de la derrota: ir a más, o sea, sacar más puntos que los demás, o ir a menos, es decir, sacar menos puntos que los demás. El jugador decide, en virtud del material (las cartas) que le toca en suerte, qué estrategia seguir.
El que queda en el medio, pierde.
De allí surge otra expresión: el jugador que capta un complot de sus rivales por repartirse los puntos que les permitan ir a más e ir a menos, suele quejarse diciendo "me están tirando al medio". Estas frases por supuesto, pueden adquirir usos múltiples. Mi abuelo, por ejemplo, decía que en el Barcelona, a Riquelme, entre la pantera (Kluivert) y Saviola, lo tiraban al medio (no le pasaban la pelota).
Otras frases de uso coloquial nos ha legado el tute cabrero. Por ejemplo, "cantar las cuarenta" que es lo que hace el jugador que, habiendo decidido ir a más, alerta a sus rivales que se va a sumar 40 puntos por tener en su poder el rey y el caballo de "triunfo" (el palo de la baraja que en el reparto, y por esa única mano, es designado como el que desempata siempre). De allí proviene esa jactancia de valentía que suelen expresar algunas personas, cuando relatan que mandaron a pasear a su cuñado/a: le "canté las cuarenta".
Pero así como el tute es un juego en que se juega a no perder, hay también una excepción. Se da cuando un jugador recibe por azar cartas tan buenas para el juego, que gana todos los puntos de una mano sin dejar mojar a ninguno de los otros. El que logra tal "proeza" (con mucha ayuda del azar) "hace Capote". Frase que se usaba hace muchos años para calificar las hazañas deportivas de los equipos argentinos que emprendían victoriosas giras por el exterior. El blog de Il Postino nos acerca esa frase desde el abandonado baldío en que el tiempo parece haberla enterrado.
Para cerrar, la casi olvidada Azucena Maizani nos permite rescatar del olvido también este tango cuya letra Homero Manzi compuso pensando en otro juego de cartas: Monte criollo.
3 comentarios:
Mi querido Mariano: el tute, antiquísimo y venerable, ha legado otras frases cotidianas de no menor importancia a las por Usted tan oportunamente recordadas.
1) "Estar en Capilla", que remite a la situación del lance en que uno de los participantes queda a un solo punto (rayita) de perder.
2) "Las diez de últimas", expresión que designa a los puntos extra que embolsa el jugador que se alza con la última "mano".
3) "Tener todos los triunfos", frase casi nada opaca que describe la poco frecuente ocasión en que un jugador - caprichos del azar - recibe una "mano" en la que son preponderantes las cartas que el albur, o la mera rotación, eligió como el palo del triunfo.
Pocos deportes han contribuido tan abundantemente al vocabulario popular, forzoso es reconocer.
En mi blog-roll, estimado, he reflejado - casi anticipándome, vea - su predilección por este estupendo juego, ideal para los domingos a la tarde, después del asado.
Un abrazo
Udi: había visto lo de tu blogroll.
El tute fue perdiendo popularidad. Hoy es un juego poco conocido, en comparación con el truco o el chin-chón.
Es raro encontrar gente que lo conozca. Cuando nos encontramos, nos reconocemos enseguida ;-)
La verdad, no sabía que "estar en capilla" venía de ahí. Perdón.
"Tener todos los triunfos" es una frase que casi ni se usa actualmente.
Y la de las 10 de última es un olvido imperdonable de mi parte.
Es un juego extraordinario el tute. El azar, la picardía, la estrategia, el cálculo pormenorizado, participan con igual importancia en la definición de quiénes ganan y quiénes pierden.
Un poco más complejo que el truco (lo cual debería ser una virtud), me parece, lo volvió menos popular.
Un gran abrazo
Muy rico post!
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