miércoles, 28 de diciembre de 2011

La mariconeada del "maltrato"


En este blog sostenemos, me parece, una visión bastante particular respecto de la hiper-anunciada "pelea" entre Moyano y el Gobierno.

El problema, dijimos, no es ni Moyano, ni el Gobierno. Es el estilo de sindicalismo que encarna Moyano y la misión del Estado burgués de cuidar el proceso de acumulación de capital, del cual los trabajadores parcialmente representados por Moyano han obtenido réditos también, no hay que negarlo.

En las pujas distributivas resultantes del proceso de generación de rentas (a veces extraordinarias en relación al patrón histórico nacional) este Gobierno, además, dio muestras de tener una actitud no alineada con las elites tradicionales de los propietarios del capital y sus socios externos. Actitud excéntrica, también, si la comparamos con la media histórica de nuestro país.

Con la visión puesta, no en hacer una revolución socialista, sino en darle sustentabilidad a un proceso (más deseado que finalmente plasmado) de desarrollo endógeno de las fuerzas productivas nacionales. Bastante más de lo que nos animábamos a imaginar hace apenas 10 años de cualquier gobierno surgido de nuestras instituciones democráticas y nuestra clase política.

Esta impresión respecto de la actual etapa de conflicto de intereses entre la corporación sindical y el Estado burgués no tiene mucho eco en opiniones de otros compañeros. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos cada vez me convence más.

Uno de los corolarios de pensar la situación bajo esta matriz es la no-demonización exagerada de Moyano, a la que no vamos a condescender bajo ningún punto de vista, máxime cuando muchas veces lo defendimos en situación francamente minoritaria.

Sin embargo, hay un tópico que rescata hoy en Ámbito Alberto Fernández, que lejos de lo que puede suponerse a simple vista, no le hace a Moyano ningún favor.

Y es la mariconeada ésta del "maltrato". Asumida ahora por pseudo-defensores del dirigente sindical, extrapolada desde el campo de las corporaciones empresarias y periodísticas, que han blandido tal llorizqueo a lo largo de todos los años de mandato de ambos Kirchner, como respuesta perpleja a la inédita situación de haberse visto excluidos de los ámbitos de toma de decisión, o del acceso a la primicia pre-oficialización.

Moyano es un muchacho grande y acostumbrado a actuar en política, incluso en situaciones muy bravas. Y Cristina es hoy la presidenta y la máxima jefa y conductora de la expresión política de la que, al menos hasta hoy, Moyano forma parte.
¿Qué más hay para decir? ¿Qué pretende Moyano? ¿Qué le digan "te quiero"?

Está todo bien, con las discusiones, los disensos, lo que quieran. Pero la mariconeada no, que en gente grande queda fea.

7 comentarios:

Luis Quijote dijo...

Acá, una visión con humor <=Clic

Daniel dijo...

... El problema, dijimos, no es ni Moyano, ni el Gobierno. Es el estilo de sindicalismo que encarna Moyano y....

Menos mal que luego de 8 años de gobierno se dieron cuenta.
Quizas dentro de otros 4 se enteren que existe la inflacion y es un problema.

Mariano dijo...

El que no se dio cuenta de qué estoy diciendo sos vos Daniel.
Con todo respeto te lo digo.
Saludos

Néstor Sbariggi dijo...

Cuando léi lo de Alberto pensé lo mismo que vos, otro lugar común opositor y Alberto es un compilado de lugares comunes.

Saludos

Rafa dijo...

Mariano: no estás solo, comparto en gran parte lo que decís.

Un abrazo y felicidades.

Daniel dijo...

Comparto Mariano.
Pero seamos un poco más crudos. Que los muchachos cegetistas vengan con "maltrato y corrimiento de espacios".
Ayyy... toda una vida "trabajando de hacer eso". Qué cándidos. Qué cándido el Alberto, además.
Cuanta cosa naif... por favor!

Daniel dijo...

Feliz año, Mariano. Que la pases muy bien esta noche!