miércoles, 23 de febrero de 2011

La amenaza brasilera: devaluación


En un comentario a la entrada anterior (en AP) César toca el tema de la dificultad a la que nos veríamos sometidos los argentinos en el caso de que Brasil devaluara.

Es, digamos, un temor infundido colectivamente por la prensa especializada y por los lobbys de las grandes empresas diversificadas "nacionales", que hasta ayer pedían revaluación cambiaria, y hoy suspiran con una devaluación con ajuste (para mitigar el traspaso a precios de la misma; es decir, una reducción del salario real y una ampliación, por supuesto, de sus márgenes de rentabilidad).

El punto es que hay un antecedente de devaluación brusca del Real. Cercano. Fue en 2009, con la "crisis internacional". Cristiano Ratazzi amenazaba diciendo que "Brasil tenía un dólar muy interesante". Fue efímero el efecto, sin embargo. Porque la tendencia de largo plazo era a la revaluación. Es, a la revaluación. Y las autoridades monetarias brasileras no muestran interés en intervenir sobre el tipo de cambio nominal, porque siguen metas de inflación.

Hoy, están preocupados, entonces, por la inflación. Y más allá de que los industriales brasileros protestan contra la revaluación cambiaria, y las autoridades brasileras se hacen eco de sus protestas e intentan limitar el ingreso de divisas especulativas, toman medidas en sentido contrario: recortan gasto público y suben las tasas de interés (en 2010, no cumplieron con la meta: los precios subieron más de lo que se habían propuesto).

Aparte, entonces, de no tener (las autoridades brasileras) una actitud tan activa en favor de una devaluación, también habría que sospechar, que en el caso de que lo decidieran, su economía probablemente no contaría con mecanismos aceitados para que no se trasladara a precios inmediatamente la devaluación. De modo que la única esperanza de devaluación (real) brasilera quedaría librada a la efectividad de políticas de control salarial en medio de una aceleración de la inflación. Un ajuste muy importante, que no sé si estarían en condiciones de hacer.

Dejando de lado la descripción suscinta de problemas brasileros con la devaluación (que no son tan distintos a los nuestros), lo más interesante de todo el proceso son los canales de diálogo y negociación abiertos entre (casi) todos los países de la región, para alcanzar una integración productiva. El objetivo de más corto alcance sería empezar a sustituir importaciones extra. Mercosur por producción local. Esto hace que muchas veces, la agregación de valor (tan valorada) se realice en un país, y otras veces en otro. Es difícil conciliar intereses, cuando tenemos tan internalizado que el que procesa manufacturas expolia al que le vende la materia prima.

Esto, que es cierto cuando se verifica sin excepción en todos los rubros, puede tolerarse (y aún es deseable) cuando se administra con criterio  integrativo. Lo cual implica que se repartan equitativamente las "agregaciones de valor". Vos agregás valor en tal cosa, y yo en tal otra.

Un elemento auspicioso para este asunto es la vocación bilateral de Argentina y Brasil, y de ambos con los demás países del Mercosur, de ir equilibrando las balanzas comerciales. Sabemos que Argentina tiene, desde el Mercosur para acá y aún desde antes, un recurrente déficit comercial con Brasil, que ni siquiera la devaluación de 2002 corrigió. La intención de equilibrar los flujos comerciales tiende a conseguir en el largo plazo un crecimiento equilibrado.

Es, en parte, una política que nos debemos, los argentinos, para con nuestras provincias más postergadas. Y es un paso inicial a dar, mucho mejor que el de una integración monetaria, al estilo "Euro", que, ya lo sabemos, trae grandes complicaciones en este rubro.

2 comentarios:

chacall dijo...

Hace un tiempo(un par de años), en ESC, elemaco mostraba como tuvo mayor incidencia para el país, y la dinámica de nuestras expo, el crecimiento de brasil, que impactaba por dos vías, y principalmente demandando mayor producción argentina.

En la crisis de 2009 con las automotrices se vio bastante claro eso.

El problema de argentina, y también se vio en la crisis de 2009, es la tasa. Cuando la tasa de interés pasiva se acerque a el indice de evolución de salarios muchas decisiones de consumo o inversión van a ser revisadas.

saludos!

Mariano dijo...

Bueno, Chacall. Acá discutimos bastante sobre las ventajas y desventajas de ir a un escenario como ese.

El tema es cómo se llega.

Con suba de tasas, con "políticas de ingreso" (aka, baja real de salarios).
Es un tema.

Un abrazo.