Un inteligentísimo artículo de Lucas Llach en La Nación.
Trata sobre la inflación y sus efectos políticos y económicos.
Pero por fin, alguien partidario de la aplicación de políticas anti-inflacionarias clásicas abandona las tesis que manejaban hasta ahora.
Tesis que se refutan en la realidad misma de una economía creciendo en base al auge del consumo (popular).
Llach reprende a sus correligionarios: el problema de la inflación de hoy es que atenta contra la sustentabilidad del crecimiento, dice. A largo plazo, y con tendencia alcista, nos puede dejar sin crecimiento y con menos empleo, sostiene.
Pero pide directamente que se abandone la pose de machacar con la pérdida de poder adquisitivo de los salarios (que no se verifica en general, tal vez sí en algunos casos particulares, como bien describe Llach), porque los asalariados ya no se lo creen.
Y no es por terrores psicológicos heredados u ocultos, como sugiere un esotérico y metafísico Sergio Berenztein.
Las notas las vi en Ramble Tamble, el blog de Artemio, en cuyo blogroll no aparezco (con el efecto nocivo en el caudal de visitas que significa eso). A ver si me das una mano con ese tema Geraldinho, que así no entro en el Top 40 ni con tu ayuda.
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