sábado, 5 de febrero de 2011

Devaluación en Brasil (frío)

Se viene hablando de la posibilidad concreta de que Brasil devalúe su moneda. Demás está decir que esa situación sería muy complicada para la producción argentina, sobre todo en ciertos rubros actualmente muy pujantes.

De por sí, tenemos déficit comercial con Brasil. Un encarecimiento de nuestra producción en relación a la de ellos nos complicaría mucho la cosa.

Es cierto que en Brasil se ve (y las autoridades lo ven) la tendencia del Real a apreciarse como una amenaza a su producción, sus industrias, su nivel de empleo. Cada día los productos hechos en Brasil son más caros en relación a los importados (a ver si la entienden en el PRO, las inversiones que recibe Brasil no son vistas como generadoras de empleo, sino todo lo contrario).

Así, han decidido tomar medidas.
Algunas directas, como (dentro de los límites de lo "permitido") poner trabitas al ingreso de importados (algo parecido al polémico método de nuestro polémico secretario de comercio interior).

Otras, de intervención directa en el mercado cambiario. Brasil cobra una tasa a las inversiones extranjeras en títulos (especulativas, digamos). La subieron de un 2%, al 6%. Desalentar ese ingreso de divisas tiene como fin evitar que el Real se siga apreciando en relación al Dólar.

Por su parte, Dilma se ha referido varias veces a la necesidad de bajar la tasa de interés real de Brasil, que es una de las más altas del mundo. Esta tasa tiene una relación muy directa con la apreciación de la moneda. En tanto es tan alta, aparte, incentiva a los inversores a posicionarse en activos brasileros. Con lo cual, el nivel de la tasa de interés real tiene efectos contrarios a los buscados con el impuesto al ingreso de capitales.

Ahora bien, en medio de este diagnóstico aparece la noticia de que la inflación anual brasilera rondó el 6% (por supuesto que en alimentos es más alta) en 2010. Y que las metas de inflación de su banco central eran de 4,5%. O sea, no se cumplió con la "meta" (la famosa meta, tan promocionada por la ortodoxia). Y entonces, ¿qué se hace?

Se sube la tasa de interés de referencia: de 10,75% a 11,25%. Más tasa de interés nominal, ante mayor inflación. La tasa de interés real se mantiene alta y con tendencia a subir.

Ya hay quienes dicen que el problema de Brasil es su déficit presupuestario. Dilma misma promete recortes en el gasto estatal. Esto, dicen, tendría efectos "positivos" para enfriar la inflación.

Ahora bien, una pregunta queda picando:
¿Cómo hace un país para "devaluar su moneda" si está tan preocupado por tomar medidas monetarias y fiscales para que no se le devalúe en relación a los bienes y servicios que se comercializan internamente?
Dicho de otra forma, con metas de inflación seguidas a rajatabla, difícil que en este contexto la moneda brasilera no se siga revaluando.

Lo cual implica (se lo avisamos a Michetti, que anda desorientada) una amenaza para el nivel de empleo, y no al revés.

Una última cuestión: ¿alguien sabe si en Brasil hay alguna vía institucional por la cual se canalice la necesidad de compensar a los salarios por la inflación, tal es el caso de las paritarias acá?

Digo, una inflación de 4 o 5% anual, dependiendo de que el patrón tenga la buena voluntad de pagar más sueldos por mayor "productividad"... en eso, no los envidio.

5 comentarios:

Daniel dijo...

Y porqué acá no subimos las tasas? La gente ahorraría para ir pensando en que invertir y bajaríamos la demanda.

Mariano dijo...

Eso tendría varias consecuencias, Unfor.
En el consumo, en la producción, en el empleo.
Sería el paso más importante de lo que se conoció como "enfriar la economía".
Un abrazo.

el de adentro dijo...

Hola Mariano. En Brasil están las Convenciones Colectivas de Trabajo, que son como nuestras paritarias. Pero en Brasil pesa mucho más que acá la variación del salario mínimo que establezca el gobierno, porque la proporción de trabajadores que cobran el mínimo es muy alta.

Mariano dijo...

Gracias El de Adentro.
No sabía lo de las convenciones.
Lo del mínimo sí.
Actualmente está en 510 reales, y están negociando el aumento anual (la discusión pasa por si le dan el aumento equivalente ala infalción real -6,40%- o si dan la meta del banco central -4,4%, en cualquier caso los sindicatos habrían aceptado un techo de 580). Esto lo discuten los sindicatos con el Ejecutivo, y después se refrenda en el Congreso, creo.
Un abrazo

el de adentro dijo...

No estoy seguro, pero creo que el mínimo está negociado en R$ 540. El aumento del mínimo por encima de la inflación es uno de los grandes logros de Lula. Cuando asumió, un mínimo era 1/6 de la canasta básica, y hoy está en 1/4.