En ¿Quién lo paga?, Frank Pentangeli (con quien nos solíamos visitar seguido desde Cartoneros) hace un elogio de la idea del intendente porteño de crear un "metrobus" que recorra por un carril exclusivo la avenida Juan B. Justo de punta a punta. El proyecto, se asume, permitiría buena calidad de viaje para quienes vienen desde el oeste del conurbano a trabajar al centro de la ciudad, desincentivando el uso del automóvil y estimulando la combinación de este nuevo "metrobus" con las líneas de subte B y D para llegar al microcentro.
Mi impresión es que no habría que desmesurar las expectativas.
En principio, una mayor afluencia de gente a los subtes B y D para llegar al centro, por ejemplo, simplemente correría de lugar el cuello de botella. Menos quilombo en Liniers, pero imposible Plaza Italia o Corrientes y Dorrego (suponiendo, para el primer caso, que el puente de Juan B. Justo y Córdoba esté apto para el paso del nuevo transporte). Esa sola situación casi que malograría la idea de desincentivar el ingreso de automóviles. Deberíamos esperar un comportamiento medianamente racional de las personas.
Me parece que la idea de crear transportes colectivos por carriles exclusivos que surquen de punta a punta las principales avenidas porteñas prosperaría. Pero sería necesario el funcionamiento de una red extendida en muchas otras avenidas para que los buenos resultados fueran palpables. Lo cual requeriría de un rediseño integral de todo el sistema de transporte urbano. No habría que subestimar la puja de intereses empresarios que hay en torno a la concesión de líneas de colectivos, por ejemplo.
Finalmente, es probable que Macri se vaya del Gobierno de la Ciudad habiendo dejado algunas marcas solamente, que en el corto plazo no van a propiciar mejoras reales en el tránsito, y eso le va a insumir un costo político (un ejemplo es la improvisación de las avenidas doble mano).
El tema del tránsito en la CABA es muy difícil de resolver, es cierto, y no es culpa de Macri el actual desbarajuste. Digamos que el punto nodal del problema tránsito está dado en una red de transporte público que no da abasto suficiente para una economía en crecimiento, geográficamente centralizada de una manera que de tan desproporcionada se vuelve deforme.
Pero en resultados, el balance hasta el momento de la gestión de Macri es negativo, me parece. Casi nada de lo implementado funcionó (y no se cumplió la promesa de los 10 km de subte anuales). El tránsito hoy está un poquito peor que hace tres años. Hasta los semáforos andan mal. Este tipo de ineficiencias prácticas son lapidarias para con cualquier idea de largo plazo, por más extraordinaria que fuera. Sencillamente (y esto se destaca como una virtud republicana, así que a no llorar) porque los tiempos políticos no se complementan bien con la idea de "pensar el país de los próximos 20 años".
1 comentario:
Una alternativa a el metrobus este es un monorriel que circule elevado por el centro de las avenidas porteñas.
Seria mas barato de construir que los tuneles del subte aunque tendrian por contra el impacto visual
que generaria.
Wal
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