viernes, 5 de noviembre de 2010

El poder de las utilidades

El fútbol chileno se vio conmovido en estos últimos días por unos acontecimientos bastante interesantes. Cosas que ocurrieron, muy distintas a las que podría esperarse de "países serios". Habrá que ver si Chile sigue calificando como tal en la consideración general. Por lo pronto podemos concluir que en Canadá estas cosas no pasan. Ni tampoco se agregan feriados así, al tún-tún, típico de países bananeros. Fijate que en Japón los trabajadores cuando protestan en lugar de hacer paro, trabajan más. No como acá que son todos vagos. En fin.

Retomando tema fútbol chileno. Resulta que estaba todo acordado para que Harold Mayne-Nicholls (que es chileno a pesar de que su nombre pareciera desmentirlo) fuera reelecto como presidente de la Federación de Fútbol de Chile.

Pero parece que este señor tenía planes un poco revulsivos, digamos, o, mejor, crispados (para usar jerga afín). Por ejemplo, obligó a los clubes (que son sociedades anónimas en su mayoría) a dividir más equilibradamente la guita de la televisión, tocándoles una porción mayor a los clubes chicos en detrimento de los grandes. Tenía, también, el proyecto de obligarlos (un típico caso de autoritarismo auyentador de inversores, que en los clubes de fútbol chilenos los hay y muchos) a reinvertir utilidades en infraestructura.
Las sociedades anónimas tenían otros planes, empero: distribuir dividendos entre sus accionistas. Lo mismo que hacen en todos los países del mundo, salvo acá, que les distribuyen a todos los accionistas menos a la ANSES.

Resulta que los dirigentes de los clubes más importantes aprovecharon un viaje a Suiza del chileno de nombre inglés para armar una lista y competir por la presidencia de la Federación. Al parecer, gran influencia tuvo en la jugada el actual Presidente del país Piñera, quien fuera dueño de la parte mayoritaria de las acciones de Colo-Colo (vendidas a algún testaferro -dicen las malas lenguas- como parte del plan de desinversión "republicana" antes de la asunción de la presidencia).

El elegido para reemplazar a Mayne-Nicholls se llama Segovia, es presidente de la Unión Española, y es de nacionalidad española también. Ganó la votación. Poco importó que Bielsa, que había sido contratado por Mayne-Nicholls le brindara lealtad al susodicho y anunciara que si ganaba Segovia renunciaba a su cargo de entrenador de la selección chilena.

La conclusión es que el destino de las utilidades de las sociedades anónimas es el centro de la toma de decisión en el fútbol chileno.

Esto nos sirve para recordar algunas cosas. El "mafioso" presidente de AFA, Julio Grondona, puesto en AFA por Massera, fue la principal barrera de contención, en los hechos, del proyecto de sociedades anónimas deportivas en los clubes argentinos. Defendió en la práctica el modelo de asociaciones civiles sin fines de lucro. Justo para ese período fue cuando empezó a convertirse en verdadero "mafioso" en la consideración general (también para esas fechas, es justo aclararlo, se firmaron los contratos con TYC).

Seguramente no fue tan importante lo hecho por Grondona en el terreno de la política y la negociación para defender ese modelo organizativo, como las estridentes editoriales progresistas que periodistas y comentadores probos llevaron a cabo, verdaderas definiciones ideológicas de izquierda en defensa de un tipo de organización que se daba por perimido, y que en este país se defendió y se sostuvo en contra de la corriente que azotaba al mundo por entonces. Grondona, que, se dice, aparte de mafioso es fascista, jamás hizo defensas discursivas tan fervorosas de ese modelo de organización que prioriza la función social del club en lugar de la ecuación económica.

Sin embargo, acá tenemos una idea muy firme y que no cambiamos. Hay que volver a decirlo porque nos lo olvidamos fácil, parece: la única verdad es la realidad.

3 comentarios:

Carlos Telefónico dijo...

El tema del fútbol en Chile es un poco más complejo. La propiedad de los derechos pertenece al Canal de Fútbol (CdF) en el que la AFP (equivalente a la AFA) es dueña de una fracción, el resto es de la familia Claro (una de las más ricas del país). El CdF se vende por separado, tal como lo hacía Cablevisión. Ahora, la legislación de la TV Digital Terrestre que analiza el Congreso de Chile habilitaría un modelo por el cual, la AFP accedería a espectro para vender el CdF por su cuenta. Esa posibilidad ya ha generado bastantes quilombos durante este año. Especialmente con VTR, el principal sistema de TV Paga del país.
En fin, el tema es largo y, como decís, hay mucha guita de por medio.
Un abrazo

Mariano dijo...

Gracias por las aclaraciones Carlos.
El futbol chileno tiene detalles organizativos que lo diferencian del argentino.
Por ejemplo, existe la federación de futbol chileno que es la máxima autoridad.
Dentro de ella está la AFP que nuclea la representación de los clubes de fútbol profesional.
Pero parece que la AFP tiene un poder de decisión superior en la práctica que la organización mayor.
Un abrazo, y gracias por pasar.

Carlos Telefónico dijo...

Epa, ya había pasado. Fuí el que remomoró a Comitas en la foto del Velez ochentoso !
Saludos!