viernes, 3 de diciembre de 2010

Mundiales

La FIFA decidió ayer cuáles serán las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.
Rusia, 2018. Qatar, 2022.

El 2030 estaría prometido para Argentina-Uruguay, en conmemoración de los 100 años de la primera Copa del Mundo.
Queda en el medio, vacante todavía, la sede del 2026.

En el programa de radio de Juan Pablo Varsky un oyente elaboró la siguiente hipótesis: países con fuente inagotable de recursos, manejo discrecional de los mismos, poca democracia según los standares del mundo europeo occidental. Te nombro tres? Rusia, Qatar, China. La Copa del 2026, entonces, probablemente se realice en China.

El razonamiento debe estar sancionado por las reglas de la lógica, con algún nombre que lo coloque entre los "falaces". ¿Por qué? Bueno, las premisas y la conclusión se validan entre sí. O sea, se concluye que China será elegida, porque se busca países de ciertas características. Cosa que sólo quedaría comprobada, en caso de que China fuera la elegida. ¿Dónde queda la hipótesis si en vez de China se eligiera a Canadá o a Suecia como sede?

Es sabido que la organización de mundiales se hace con el fundamento de ganar guita. Qué otra cosa podemos pedir? O acaso habría algún beneficio de que los mundiales se organizaran a pérdida?

Ahora bien, si China fuera la elegida, la cosa tampoco quedaría finalmente comprobada. Porque tranquilamente podemos pararnos en el año 2010 y mirar hacia atrás. Alemania 2006, Japón-Corea 2002, Francia 1998, EEUU 1994.
Estos países, entonces, son poco democráticos y manejan recursos de forma discrecional?

Porque todos y cada uno de esos mundiales resultaron ser extraordinarios negocios.

5 comentarios:

Alon dijo...

Técnicamente, es un caso de falacia de generalización indebida, el problema de siempre con la abducción.

Ahora bien, que EEUU es poco democrático y maneja recursos discrecionalmente es una premisa aceptable...

Mariano dijo...

Gracias, Alon.
Los otros, no? Depende...
Un abrazo

Gabriel dijo...

El mundial de futbol es un producto tan rentable, en cualquier lado del mundo, que adherirse a teorias conspirativas parece una ingenuidad. Haga donde se haga, la Fifa and friends se llenan los bolsillos. Hasta son capaces de ignorar a los paises mas desarrollados...

Daniel dijo...

Debo ser sincero. Al último mundial que le di bola fue al del '90. Que fue casi surrealista.
Me quedo con el recuerdo de;
Brasil del '70 - Holanda del ´74 - Francia del '82 y Argentina del ´86.
Y aquel inolvidable Brasil-Francia del ´86, el mejor partido que vi en mi vida.

Verboamérica dijo...

El otro factor, olviadado por JPV, es el deseo de la Fifa de ganar permanentemente nuevos mercados: además de China, claro, podrían tentarse con Oceanía, especialmente, Australia e Indonesia.