jueves, 6 de septiembre de 2012

Tipo de cambio múltiple II

La presidenta defendió el tipo de cambio oficial, diciendo que no está retrasado. Es una forma de defender las medidas de control de cambios, sin las cuales el mercado cambiario oficial no se hubiera reducido a una expresión mínima, no se hubiera operado la multiplicación de tipos de cambio y por lo tanto el valor oficial del dólar no andaría en 4,65 (y subiendo de a dos o tres centavos por mes, y no más).

Lo hace, por motivos inconfesables. Porque más allá de algunos escasos intentos desubicados por instalar una épica del control de cambios, la verdad es que ese tipo de medidas, que son antipáticas para sectores grandes de la población, salvo en contadas excepciones, no son tomadas con agrado ni se las puede justificar con tono revolucionario. De hecho, en 8 años de "lucha contra el neoliberalismo" no se había avanzado sobre ese esquema, por un motivo muy simple: no hacía falta.

Salvo algunas cositas, como el impedimento a la remisión de utilidades a grandes empresas, el resto no tiene relación con el enfrentamiento a poderes dominantes en el terreno de lo económico, y si bien pone la lupa sobre algunos negocios ilegales, habilita por otro lado la proliferación de negocios paralelos de chantas que aprovechan la volada para mexicanear a otros chantas (y así como no da para celebrar el negocio de algún vivo que filtra dólares desde el mercado oficial al paralelo, tampoco da para condolerse de la victimización de algunos cambistas, corredores de bolsa, consultores financieros, asesores comerciales, agentes de turismo, operadores inmobiliarios e "importadores" de electrónica y repuestos de automóviles, todo con el mismo talonario de facturas apócrifas, a los que se les dificulta el negocio por culpa de la AFIP).

Lo que intento decir es que cobrarles 15% a las compras con tarjeta en el exterior, o impedir la compra de dólares para ahorro son medidas que se toman a partir de una necesidad. Falencias del esquema. Que se expresan en el sostenimiento de un valor oficial para el dólar, que sin esos controles se volvería insostenible. Cosa que no ocurría en años anteriores.
Ahora bien, la serie de controles son todas medidas que encadenadas tienen la misión de sustituir en puntos focalizados lo que una devaluación brusca generalizaría.
El punto a dilucidar de por qué Cristina defendió entonces el valor del dólar oficial, y el virtual esquema de tipo de cambio múltiple, es cuáles son los motivos para evitar una devaluación.

El primero, creo yo, tiene que ver con el encarecimiento de la deuda externa que supondría, justo en un año con vencimientos elevados (causa que aportó motivos de peso para que los dólares no alcancen).

Pero hay otro además: el viento de cola. Con los precios de los commodities agrícolas aumentando a niveles récord (cosa que será aprovechada en la próxima campaña), y sin viabilidad política para aumentar las vías por las cuales se absorbe parte de la renta que se genera por ese simple aumento de pecios sin correlato en los costos, si a eso se le sumara un aumento del tipo de cambio de un 30 o 40% la transferencia de recursos hacia los sectores de la producción primaria y las multinacionales exportadoras sería monstruosa, además de que por la vía del precio interno real de las materias primas se habilitaría un buen canal para que la devaluación se traslade con poca mediación a precios de góndola (ya bastante calentitos por otros factores), lo cual podría constituir un paso hacia la espiral de devaluación-inflación, que a los niveles de 20 o 25% anual hasta ahora se pudo evitar.

Ahora bien, poner un canal de contención para no llegar a ese punto no puede ser más que una medida de coyuntura.
El año que viene pinta mucho mejor para el mercado cambiario, por más ingreso de dólares y angostamiento de algunas de las vías de salida. Pero no va a ser suficiente si no se empieza a reacomodar algunos otros parámetros. Por lo menos, avancemos en la reducción de subsidios, reacomodemos precios y liberemos al fisco de tener que atender ese tema aumentando los adelantos transitorios del BCRA.

Pensaba hablar de Techint, y me extravié. Queda para el próximo posteo.

2 comentarios:

Alcides Acevedo dijo...

Ahá.... claro, lo cierto es que el "modelito" estalló, se acabaron los superávits gemelos y ahora empieza la hora de la verdad, resulata que la economía es la misma de siempre y con toda lógica los problemas son los mismos de siempre también.

La mediocridad y la ignorancia de nuestra presidente asustan, asusta también que nadie en todo el gobierno haya aprobado primer años en la facultad de económicas.

MAGAM dijo...

Comparto Mariano el análisis que hacés.

A mí me gusta llamarlo una 125 encubierta, y que mete cierta discrecionalidad en el comercio exterior.

También creo que hay que acomodar algunos parámetros, y espero que se haga porque la verdad que este esquema no me gusta.

Ahora nos van a dar una gran mano con el QE3, aunque creo que igual se puede normalizar, pero esto va a ayudar bastante.

Saludos

PD: son interesantes sus posts pero me olvido de pasar.