jueves, 12 de julio de 2012

Melconián, el único opositor sincero

Melconián es el único de los economistas opositores que se anima a decir las cosas con todas las letras. reproduzco este párrafo de su columna en el Cronista:
Queda claro que mientras a la economía se la sostenga fogoneando el consumo “tirando plata a la calle” la inflación no va a bajar. Y seguir financiando al sector público con la “maquinita” de emitir moneda es a este altura exactamente eso. La única preocupación oficial es que los precios no suban “demasiado” y que el poder adquisitivo se desmorone lo mínimo posible. La propia caída del tipo de cambio real es ignorada. Es una posición equivocada desde todo punto de vista: a la larga, tolerar la inflación genera costos económicos y sociales que ya están a la vista aun cuando las subas de precios no sean virulentas para los patrones tradicionales de Argentina. No es casualidad que la gran mayoría de los países priorizan tener una tasa de inflación de un dígito anual: no somos los únicos vivos del planeta que descubrimos la pólvora.
Las negritas las usé yo, para resaltar lo que me parece más significativo.
Con lo que no concuerdo en absoluto es con la  referencia a la caída del tipo de cambio real. Porque ya discutimos varias veces respecto de que no puede ser considerada la inflación una causa de la baja del tipo de cambio. Sino que es una consecuencia de las respuestas monetarias y cambiarias que se dan ante la tendencia a la apreciación real, con bases en los comportamientos de los términos de intercambio a nivel mundial y el crecimiento relativo de las economías emergentes.
Para ejemplificarlo en la práctica: la relación cambiaria de Argentina con Brasil, o con Chile, o con Uruguay, no es desventajosa en relación a los 7 años que Melconián dice que cumple la inflación de dos decenas.

Pero señalo lo significativo porque Melconián no tiene pruritos en admitir lo que otros ocultan tras circunloquios insignificantes: que la solución al aumento de precios (entre ellos los salarios) es cortar la polea de transmisión que transforma la expansión monetaria en demanda masiva de bienes.

Es claro cómo el plan anti-inflacionario universal finge el pesar por lo que la inflación le hace al poder adquisitivo de los ingresos más bajos, cuando en realidad le preocupan las condiciones de posibilidad para la existencia de una masa de dinero en forma de ahorro, que funcione como fuente de financiamiento para el proceso de acumulación de capital, en reemplazo de la dinámica de ingresos-precios que propone en ese lugar al consumo.
¿Y cómo se atempera el consumo sin restarle poder de compra a los ingresos medios y bajos (los de mayor propensión a consumir)?

Melconián es muy claro al respecto: "mientras a la economía se la sostenga fogoneando el consumo “tirando plata a la calle” la inflación no va a bajar".


11 comentarios:

Udi dijo...

Asi es Mariano, acuerdo.
En realidad usted lo sabe, por lo que este comentario sería superfluo, de no ser que el anterior, sobre fóbal, tenía 21. Entonces, pa´no dejar guacho a éste, me meto a visitar y dejar mi saludo.
Un abrazo !

Rudolf97 dijo...

Como siempre los culpables de la inflación son El Estado o La Gente.
Los empresarios siempre ausentes como variables.
Ergo la solución siempre pasa por cortarle las piernas o al Estado o a la gente.
Los empresarios, dueños y señores de Dios mercado, impúnes.

Alcides Acevedo dijo...

Es increíble, no puede ser tanta falta de concepto.

Argentina tiene inflación en dólares, repito, TODOS los precios aumentaron en dólares los últimos años, eso implica que ciertos bienes de consumo se abaratan en términos del salario (autos, electrónica que son basicamente importados, aún los "nacionales") lo que lleva a la famosa restricción "externa" ya que no se pueden finaciar las importaciones (a eso hay que sumarle la escasez energética)

Más allá de las simpatía o teorizaciones Nac&Pop acerca del sostenimiento de los "niveles de consumo popular" lo cierto que que la economía no los puede financiar.

Les pido a los peronistas que se pongan de inmediato a estudiar economía, podrían empezar preguntándole a cualquier economista de confianza.

uno dijo...

"Con lo que no concuerdo en absoluto es con la referencia a la caída del tipo de cambio real. Porque ya discutimos varias veces respecto de que no puede ser considerada la inflación una causa de la baja del tipo de cambio. Sino que es una consecuencia de las respuestas monetarias y cambiarias que se dan ante la tendencia a la apreciación real, con bases en los comportamientos de los términos de intercambio a nivel mundial y el crecimiento relativo de las economías emergentes."

No entiendo bien. No creés que la inflación se va "comiendo" el tipo de cambio originalmente alto? Cuál sería la causa de la tendencia a la apreciación real? Si es por el comercio, deberían entrar cada vez más dólares para seguir presionando a la baja al tipo de cambio, pero no parece ser el caso o no?

Anónimo dijo...

Para que baje la inflación tiene que haber un incentivo al ahorro. No hay capitalismo sin capital, y la mejor opción es que el capital esté atomizado entre muchos ahorristas. Pero los ahorristas no pueden comprar dólares, las tasas de interés son negativas, y nadie habla de indexación, con lo cual el único camino posible es el consumo y la descapitalización con la consiguiente desinversión. Y no me vengan a decir que la última ronda de créditos es la solución porque es un auténtico mamarracho. Entonces, lo que tenemos es un menjunje extraño, dependiente del precio de la soja, que tiene todas las desventajas del capitalismo (que son muchas) y ninguna de sus ventajas. Igual tienen soga para un rato, con inflación y todo.

Mariano Grimoldi dijo...

Uno: la inflación mayor a la pauta de devaluación marca que el tipo de cambio real baje. Perfecto. Pero cuál es el inicio del proceso inflacionario? Si, como dice Melconián las causas estriban en la expansión monetaria, digamos que desde 2005 la misma tenía por objeto no permitir la baja del tipo de cambio, comprando con pesos los dólares excedentes y esterilizando después con LEBACS y NOBACS. La inflación fue la forma (lenta) que tomó la apreciación cambiaria en Argentina, por decisión de las autoridades monetarias. En nuestros países vecinos, las autoridades dejaron flotar el tipo de cambio y administraron las tasas de interés para evitar la inflación. El resultado? Tuvieron una apreciación de su moneda muy anterior a la nuestra. Es decir, en 2005 los países latinoamericanos eligieron cómo apreciar su tipo de cambio. Bajando el tipo de cambio nominal, o subiéndolo y desatando un proceso de inflación más alta. Hasta 2010 (repito: hasta 2010) se quedabas afónicos pidiendo que se bajara el tipo de cambio nominal y se subieran las tasas de interés. Ahora parece que (como le pasa a Alcides) la apreciación cambiaria es nuestra gran tragedia. La pedían a los gritos hasta hace 2 años!!!!! Redrado la ensayó por unas semanas en 2009 y todavía se sigue ufanando por ello. La apreciación en los países emergentes, con términos de intercambio como los actuales, con precios de commodities por las nubes, y con tasas de interés casi nulas en el mundo, era inevitable. Había que elegir cómo. Ninguno de nuestros vecinos se salvó. La inflación es la forma que adoptó en Argentina el proceso de apreciación.
Saludos

Anónimo dijo...

Lo que yo recuerdo es que cuando alguien se atrevía a hablar de "enfriar" y "ahorro" lo escupían por antipatria y destituyente. Oponerse al consumo berreta era anatema. Los resultados están a la vista y no los escucho hablar de ahorro, ni siquiera mencionan a la inflación como un problema. Es como si no existiera. Al contrario, quieren "liberar "dinero ocioso" que se va a prestar a pérdida para el estado o los particulares que hagan los préstamos. O sea, van a apagar el fuego con nafta. La verdad es que hay mucha inflación y siguen necesitando mucho consumo. No saben cómo pararla, porque todos los remedios para la inflación son jodidos políticamente y por eso siempre han elegido el camino de menor resistencia que es imprimir. Esto termina mal.

Mariano Grimoldi dijo...

Anónimo: si hacemos una revisión de lo que se decía antes y lo que se dice ahora, nadie sale del todo indemne. Yo acá vengo diciendo desde hace un tiempo que el ciclo expansivo con efecto virtuoso está terminado, que es una pena, y que hay que aceptarlo y buscar alternativas. Y cuando en el 2007 decían de enfriar la economía, a mí no me parecía el momento adecuado. Pero reconoceme que salvo Melconián, cuando se toma alguna medida como la quita de subsidios, las críticas son despiadadas también. Todos somos un poco oportunistas en cuestiones políticas. Hace dos años había que apreciar la moneda y subir las tasas para enfriar. Hoy, la apreciación y la suba de tasas son el gran desastre que afecta a la Argentina. Qué se le va a hacer. Es así.
Ahora, diferenciemos. Las intervenciones sobre algunos segmentos del mercado cambiario no merecen el menor escándalo. En cualquier país europeo vas al banco a comprar mil dólares y te empiezan a investigar automáticamente por lavado de dinero. No jodamos. Lo mismo con el mercado inmobiliario. Esas cosas pasan acá solamente. Y hay que revertirlas, porque causan beneficio muy focalizado y dificultades muy generalizadas y extendidas.
Con el tema de meter mano en la liquidez de los bancos. No son el sector que más ganancias obtuvo en el último ciclo (2 años)? No pueden poner el 5% de su cartera en crédito a la producción en vez de crédito al consumo, aunque les afecte un poquito el margen de rentabilidad? Es tan extravagante la decisión?
Usar la guita del FGS con criterio anticíclico cuando se frena la economía tampoco me parece una locura. De hecho, esa masa de guita me parece que merece una administración audaz, acorde a la cobertura de las necesidades actuales de nosotros.
Lo que yo no hubiese hecho, a lo mejor es seguir pagando íntegramente con reservas la deuda. Y a fin de año pasado hubiera hecho una emisión chica, de 3 mil millones, para apaciguar las presiones cambiarias. Por otro lado, la reducción de subsidios también me parece necesaria.
Saludos

Anónimo dijo...

Mariano, yo no soy kirchnerista pero apoyo la quita de subsidios porque la estoy pidiendo hace como 6 años. Es más, no entiendo cómo se llegó a la situación que se llegó, y los poquitos que redujeron con bombos y platillos no alcanzan para sanear la situación, amén de que nos cargaron con el muerto de las importaciones de combustible.
Mis primeras críticas son siempre para los opositores necios, lo cual no me impide ver la necedad del gobierno. El elemento de necedad no viene por ser oficialista u opositor sino por ser todos argentinos.
Concuerdo en que es deseable para el país en el largo plazo una auténtica pesificación. No tengo ninguna duda. Pero cuando obligás a una pesificación en un marco inflacionario que no está controlado no hacés más que acelerar el camino hacia la disolución del capital, lo cual a su vez exacerba los problemas estructurales que tenemos nosotros y puede significar un retroceso y no un avance en el mediano plazo. Los cambios económicos son producto de un proceso, no de un acto de voluntad. Los préstamos forzados a pérdida pueden no ser causantes de la quiebra de un banco, pero sí pueden ser causantes de que se restrinja el crédito genuino a otros actores en condiciones en las que el costo beneficio esté auténticamente evaluado y no digitado. Es decir, tienen un enorme costo de oportunidad, porque se prefiere forzar una medida cortoplacista a crear condiciones para que el crédito fluya (la primera de ellas es combatir la inflación).

Mariano Grimoldi dijo...

anónimo: mi opinión sobre la obligación a los bancos de prestar a tasas más bajas para producción, no es tan funesta.
No veo que vaya a traer consecuencias como esas. Sencillamente porque van a seguir ganando plata. Incluso los créditos a la producción van a ser rentables porque la tasa activa va a ser mayor que la pasiva. Menos rentable que prestar para consumo a corto plazo, puede ser.
Pero nadie se suicida.
Mientras sigan ganando guita van a patalear para la tribuna, pero nada más.
Un saludo.

uno dijo...

Ok Mariano, ahí me quedó más claro y coincido. Ahora lo que no tengo del todo claro desde 2010 (tomando tu fecha) es por qué entonces ahora seguimos con una inflación tan parecida. Si la inflación era generada por la política monetaria que a su vez evitaba la apreciación, ahora que se dio la apreciación, no debería bajar la inflación? Mientras lo escribo pienso, tal vez la diferencia es que ahora ya no queremos mantener un tipo de cambio alto? Porque si se quisiera, supuestamente la "falta de dólares" solita haría que subiera el tipo de cambio, sin necesidad de mandar pesos al mercado. Pero aún así no tengo claro que la inflación bajaría. Me imagino el gobierno dejando flotar totalmente la moneda, al principio subiría el dólar mucho, después supongamos que se equilibrara en algún valor más alto que el actual, todo sin participación del central. Se me ocurre que lejos de bajar la inflación, habría un shock de precios. Tal vez después de eso se acabaría la inflación?