viernes, 13 de julio de 2012

Por amor a la camiseta

Se armó un quilombo bárbaro porque River dio a conocer oficialmente el premio que cobraron Cavenaghi y el "chori" Domínguez por el ascenso. Lo publicaron en la página del club. Y al rato lo sacaron, modificando el documento. Borraron las cifras.

Igualmente, cualquier persona se pudo enterar de lo que cobraron esto dos señores gracias a que un montón de periodistas de distintos medios, indignados por la falta de ética de Passarella de dar a conocer las cifras, repitieron los valores con centavos y todo en cada oportunidad de salir al aire que se les brindó.

Yo, que no considero que merezca ningún escándalo que Passarella haya revelado esas cifras,  no me animo a transcribirlas. Lo único que me apena un poco es que la AFIP les habrá descontado una buena parte de esos honorarios tan bien ganados en la cancha (y el banco de suplentes), por esta cuestión tan irritante de seguir considerando ganancia al salario.
Tema sensible al que se sumó últimamente la persecución impositiva por cuestiones ideológicas. resulta que estás en contra de la política tributaria del Gobierno, y te mandan a la AFIP a que te cobre impuestos. En este país no se puede disentir, viejo!


Ético o no, el punto es que la argumentación de que los chicos (boludones treintañeros) vienen a jugar resignando plata porque quieren al club queda seriamente averiada con estas cosas. 
Nadie puede pedirle a nadie que juegue gratis o que no sea profesional y deje de hacer valer su trabajo. Pero, si sos profesional y hacés valer tu trabajo cobrando sumas importantes, al menos resigná el derecho a facilitarte el cariño de los hinchas con demagogias sentimentales de amor a la camiseta y demás berretadas rayanas en la locura. Y menos uses ese derecho para volcar los favores de la gente en contra de tus adversarios.

Hoy Varsky venía comentando acerca de que ante la posibilidad de ser transferidos, jugadores jóvenes y formados en un club (cualquiera), abandonan cualquier pretensión de reconocimiento, y hasta le hacen perder al club que los formó la posibilidad de hacer valer (en plata) su acción formadora, presionando para facilitar la transferencia ( lógicamente abaratándola).
Y que ante esa situación distintos tipos de dirigente reaccionan de distinta manera. Algunos tratan de oponer resistencia para cuidar los intereses del club. Y otros piden una comisión y mal venden sin remordimientos.
Quedó fuera de análisis lamentablemente la dilucidación de con qué tipo de dirigente se sienten más a gusto los futbolistas.

No es cuestión de ponernos en moralistas a señalar a nadie. Pero justamente, la decisión de no condescender al moralismo nos obliga a abolir definitivamente todas esas boludeces de que la pelota no se mancha y que lo más sano que tiene el futbol es el jugador.

7 comentarios:

Daniel dijo...

Exacto. Muy bueno Mariano.

Ustedes si que son giles; se quedan con Augusto Fernández y nos mandan a Zapata. Mamita! Por eso Vélez está donde está y nosotros... ya sabés.
Abrazo.

Anónimo dijo...

el gran tabú argento: dar a conocer cuanto se gana.

pd. alguien realmente creia que dos futbolistas de ese nivel cobraban salario mínimo?

uno dijo...

Mm, que temas sensibles. Como hincha de River los re banco al chori y a Cave. Nunca pensé que vinieran por monedas, pero sí que resignaban plata viniendo. Y eso más allá de estas cifras tal vez se dio realmente. Es cierto también que la alternativa tal vez era comer banco, pero otros en las mismas condiciones prefirieron comer banco, no exponerse a la presión de tener que ascender con la camiseta de River, etc. Con respecto a Pasarella, en su momento me parecía el mejor candidato a presidente, pero no se, la auditoría quedó en la nada, y no se si sabe manejarse. Creo que podía evitarse este escandalete sin generar tanta mierda. Lo mismo el año pasado con hacerse el loco con Grondona, que ganó con eso? Máxime si después tiene que ir a lamerle las bolas.

Ricardo dijo...

El amor a la camiseta es un valor muy lindo que sirve sólo como excusa, en este caso para protestar porque un club decidió, por motivos futbolísticos, económicos, de vestuario o lo que sea, que no quiere contar con tus servicios.

Sí, River lo manejó horriblemente mal, pero llorar no es de hombrecito...

Enrique dijo...

Es el mismo dinero, 600 mil euros, que se llevó el intermediario del pase de Lamela, Pablo Sabbag. Ese no entrenó, no corrió y no volvió de ninguna parte. Se tomo un avión ida y vuelta a Roma para poner un gancho. Para River su trabajo vale lo mismo que el de un tipo que hace 19 goles y además no lo escrachan en la web oficial del club.

Saludos.

Carlos G. dijo...

"La pelota no se mancha" es una frase publicitaria de la empresa Claro.
:(

Marmaduke/Eddie/Matt dijo...

¡Por fin un comentario sensato y lógico sobre la pataleta de los señores Domínguez y Cavenaghi! Te agradezco profundamente.
Eddie