domingo, 29 de julio de 2012

Brasil y su mercado de cambios recontra libre, para "ayudar a turistas"


Brasil liberaliza su mercado cambiario. Qué contraste con la Argentina!

Ni bien empezamos a ver un poquito la cosa nos daremos cuenta que tal liberalización no es tan extrema. Y que está dentro de la lógica de las perspectivas que se manejan para el futuro relativamente próximo en la economía mundial.

Los cajeros automáticos van a vender y comprar dólares, y por una modificación en los requisitos, podrán operar como agentes de cambio (es decir, poseer estos cajeros automáticos) entidades comerciales, y arbitrar a través de ellos los beneficios de la actividad cambiaria.
En lo discursivo, la justificación de la medida pasa por facilitarle la tarea a los turistas.

Pero, la verdad es que los turistas, más que demandar divisas lo que hacen continuamente es ofrecerlas, a cambio de moneda de curso local. En el caso brasilero, reales.
El periodista que firma la nota citada de Clarín, señala con perspicacia que hoy los argentinos que viajan a Brasil pueden hacerlo con pesos, y cambiarlos por reales allá. Ante la novedosa facilidad para acceder a dólares en Brasil, se sugiere que el Gobierno argentino podría llegar a tomar alguna medida restrictiva en este aspecto. ¿Qué aspecto? ¿Viajar con pesos a Brasil, y cambiarlos por reales o dólares allá? La única medida restrictiva que podría tomarse contra eso es prohibir los viajes. Cristina no tiene injerencia sobre la política cambiaria brasilera.
No sé, no veo a Cristina muy preocupada por la oferta de dólares en el mercado brasilero. En todo caso, hasta podría funcionar como una absorción de pesos barata, y sin comprometer la disponibilidad de divisas en el mercado interno. Todo esto sin contar el extremo fantaseo que significa pensar en un aumento del turismo desde Argentina a Brasil para comprar dólares y volver.

Pero volvamos a la liberalización cambiaria de los vecinos. A pesar de la justificación turística señalada, la verdad pasa por otro lado. Porque decíamos, los turistas venden divisas y compran moneda local, y no viceversa. En Argentina, sin ir más lejos, no hay ninguna restricción a la venta de dólares a cambio de pesos en el mercado oficial (es decir, a un banco o a una casa de cambio). Lo que está limitada es la compra por parte de particulares.
Operación que en breve en Brasil estará permitido hacerla en cajeros automáticos. Pero con una tarjeta especial personal, que le permita a la autoridad monetaria hacer un seguimiento de las operaciones (ven que tampoco es el summum de la liberalización).

Igualmente, el tema pasa justamente, porque la autoridad monetaria brasilera estaría necesitando en el corto plazo una "argentinización" del comportamiento demandante de divisas de sus ahorristas, de modo de absorber lo que se vislumbra como una sobre oferta de dólares en los países emergentes, para los próximos meses (desde finales de este año). Porque le temen a una nueva escalada de apreciación cambiaria, de la que zafaron este año por los mismos motivos por los cuales los argentinos vivimos presiones cambiarias al alza que, sumadas a algunas características propias estructurales y coyunturales, obligaron a tomar medidas para cuidar los dólares.

Les auguramos, a nuestros queridos vecinos, poco éxito en la tarea, porque así como "no se puede pesificar la economía de prepo", calculamos que tampoco se puede dolarizarla.
Y, la verdad, no es que uno le desee el mal a nadie, pero a nosotros nos conviene que la moneda se  les vuelva a apreciar un poco.

1 comentario:

Mariano T. dijo...

Quedate tranquilo que la tasa de cambio va a ser, como mínimo, la del blue.