Según leemos en el Clarín de hoy, la investigación del llamado "Caso Schoklender" estaría derivando hacia el peligroso terreno de los aportes internacionales recibidos por la Fundación de la Madres de Plaza de Mayo.
Quienes leen habitualmente este blog saben bien que acá no nos veremos sorprendidos por la "novedad" de que las fundaciones se financien con plata proveniente del exterior.
Tampoco que su origen, en última instancia, sea indefinido en muchos casos.
En la nota misma de Clarín hay una línea que denota cierta actitud de apertura de paraguas:
La universidad también ha recibido fondos, como es habitual en el mundo de las organizaciones no gubernamentales, de fundaciones políticas de Alemania, países escandinavos y otras naciones de Europa.Para diferenciar esas prácticas "habituales" de los aportes de Chávez. Incluso a alguno ya se le habrá encomendado la tarea "investigativa" de vincular estos aportes con el casi olvidado show mediático de Sadous y compañía. A cuya reedición le pronostico poco rating.
Volviendo: las mencionadas fundaciones políticas de Alemania y otros países de Europa, por ejemplo, son las que justifican que los candidatos a la presidencia de Argentina hagan sus "road shows" de campaña por aquellos países. Para convencer a esas "fundaciones políticas" de que hagan aportes a las fundaciones de acá. Para financiar las campañas.
Ninguna fundación, digámoslo, pregunta cuál es el origen de esos fondos. Ni las argentinas, ni las escandinavas (a las que no deberíamos ofender implicándolas en ese tipo de maniobras tercermundistas, como el lavado de dinero -no se rían-).
Claro que podría llamarle la atención a algún malintencionado que sean justamente los países que ofrecen mayor seguridad jurídica a los ahorristas e inversores los que cuenten con fundaciones capaces de financiar actividades políticas en cualquier parte del mundo. Vía aportes.
Como no me gusta meterme con cuestiones ideológicas no sabría decir si este es un mérito que deberíamos atribuirle al estado de bienestar de Europa continental o a las ejemplares social-democracias escandinavas. Tan distinto todo de los dictadores africanos. Corruptos, que vaya a saber en dónde guardan los retornos por concederle áreas de explotación petrolera a empresas... holandesas. Eh, en fin...no nos vayamos de tema.
Entonces, la investigación del "caso Schoklender", calculo, comenzaría a bifurcarse.
Está el camino del supuesto desvío de fondos públicos, los controles de De Vido (cotejando certificación de obra con obra terminada), el otorgamiento de las certificaciones de obra, la construcción barata de viviendas totalmente equipadas, las contrataciones de subcontratistas y los pagos con mora o no pagos (del Estado al contratista y del contratista al subcontratista), el monitoreo de los procesos a cargo de los municipios, y todas esas cosas. Algunas de las cuales no pasarían si se le encargara la misión a prestigiosas empresas. Como Roggio, o Techint. Baluartes de la obra pública sin escándalo.
Derivado de esto surge el ¿por qué no se controló (más)? Una extraña fiscalía aficionada, de "ciudadanos comunes", que sin saberlo promueve el pago de cuantiosas sumas a contadores y auditores, para que nadie se afane cuantiosas sumas (menores tal vez, que las que cobrarían los auditores). Claro que las auditorías tampoco garantizarían que nadie se afanara nada, pero bueno, en este caso queda bien decirlo. Sobre todo si uno es, por ejemplo, Leandro Despouys, que en definitiva vive (y bien) de eso.
Son casualmente algunos dichos de este hombre (a cargo de la Auditoría General de la Nación) los que nos introducen en el segundo camino factible de investigación: el supuesto lavado.
Habló Despouys, hace poco, de "la constitución de un fondo integrado por dinero de muy distintos orígenes y no precisamente sano origen".
Saben los lectores de este blog que la frase de Despouys bien podría ser una descripción sucinta de lo que opinamos acá de las fuentes de financiación de las fundaciones en general. Que son instituciones que se valen de una figura jurídica creada a los fines de facilitar el blanqueo de guita. Esto no equivale a decir que todas las fundaciones son creadas con el fin único de blanquear plata, pero la dinámica de funcionamiento de las mismas hace que ese sea, probablemente, uno de los usos principales que les dan a las mismas muchos donantes y aportantes. Y los apoderados.
Desde ya, y para evitar trastornos, por ahora, solamente se investigará los aportes de Chávez, con un par de diputados venezolanos haciendo escándalo por la forma en que su presidente maneja fondos.
La joda real, mientras tanto, seguirá. En plena campaña electoral.
4 comentarios:
exacto
Es notable que los medios titulan con que lo que se investiga son los aportes de Venezuela cuando en realidad se trata de todos los aportes provenientes del exterior y en el caso de los venezolanos,al ser gubernamentales,dificilmente pueda hablarse de "plata negra".Por otra parte lo que importa aquí es determinar que hizo Schocklender con los fondos,por ende que vengan de Venezuela,la Antorchas o la Friedrich Ebert lo mismo da.
Impecable.
HASTA DONDE LLEGAREMOS?? CUANDO SE TOCA FONDO CON ESTA HISTORIA? ES INCREIBLE QUE EL GOBIERNO LE DE MILLONES Y MILLONES A DOS PSICOPATAS Y ADEMAS VENGA GUITA DEL EXTERIOR.
Publicar un comentario