Viendo que la campaña electoral empieza a tomar color, y que pareciera abrirse la posibilidad de dar debates, sería bueno que aprovecháramos esta oportunidad.
Respecto de ello, hay una decisión que tomó el actual gobierno que es clave desde cualquier punto de vista.
La recuperación de los fondos que administraban las AFJP.
En los 90 se había decidido cambiar el sistema jubilatorio. Se creó la figura (individualista, anti-solidaria) del "ahorro previsional". En lugar de repartirse entre el sector pasivo los aportes previsionales del sector activo, se armó un sistema mediante el cual cada trabajador tenía una caja previsional propia en la que se iban acumulando sus aportes. los pagos de jubilaciones comenzaron a salir de rentas generales, en su totalidad.
La idea era colocar el flujo de aportes previsionales al servicio de la formación de un mercado de capitales. Este flujo, entonces, comenzaría a beneficiar a unas 20 empresas (las más importantes del país) para ampliaciones de capital, vía emisiones de acciones u otros instrumentos que le significaban financiación. Las operaciones se llevaban a cabo gracias al accionar de grandes bancos de inversión (los que llevaron al mundo a un grave problema financiero en 2009), que estructuraban las operaciones. En cada eslabón había un cobro de comisión jugoso (la AFJP le cobraba al "ahorrista", el banco de inversión le cobraba a la AFJP). Todo esto sin perjuicio de maniobras fraudulentas que se pudieran hacer para incrementar la rentabilidad privada (de las empresas que vendían acciones, de los brokers que operaban las compras), que no viene al caso detallar.
Porque son simples incidencias.
El punto importante es el cambio de concepción que se ejerció desde 2008. El estado decidió retomar el control sobre esos fondos devenidos en inversiones. Un stock de más de 200 mil millones de pesos, colocados en acciones, bonos, plazos fijos (algunos en el exterior).
Con ello:
-Tomó capital.
-Consiguió participar en la toma de decisiones de empresas que venden insumos clave de producción y que disponen de recursos que pueden convertirse en inversión en infraestructura muy importante para el país, o también en especulación desestabilizante.
-Imputó el flujo de aportes previsionales nuevamente al pago de jubilaciones presentes, borrando la figura del ahorro previsional, y reemplazándola por la solidaridad intergeneracional.
-Incrementó la capacidad de intervención del estado en la economía, ya sea desde los derechos políticos adquiridos sobre directorios de empresas, ya sea desde la consolidación de un stock de fondos que le permite operar en la economía, y que permite pensar en la creación futura de una entidad de préstamo.
Este stock tiene todavía un perfil de inversiones heredado de las AFJP que no está puesto al servicio del desarrollo de todos los sectores de la economía, con lo cual subsiste la necesidad de ir operando para, por ejemplo, repatriar fondos invertidos en plazos fijos en el exterior; ir convirtiendo las inversiones en préstamos con fines productivos, en el interior de nuestro país, utilizarlos para la construcción de infraestructura necesaria.
En fin, lograr un círculo virtuoso entre las inversiones que se financien y el crecimiento de la actividad económica, que cuanto más redunde en generación de empleo registrado más posibilidades dará de garantizar pagos de jubilaciones cada vez más dignas.
Entonces, cuando se habla livianamente de la relación crecimiento-desarrollo sería bueno poder pasar a profundizar un poco más. Porque el desarrollo no es un concepto que se puede declamar, y con eso alcanza para alcanzarlo en la realidad.
Lleva muchos años, es un proceso sinuoso y complicado, y sobre todo no está garantizado el éxito. Puede fallar. Y por eso es campo fértil para la discusión.
Ahora, lo que sí hay que aceptar es que a los hechos hay que oponerles hechos y no conceptos abstractos.
Por eso, acá tenemos un tema.
Los candidatos de la oposición pueden dar su visión: si siguen pensando que la decisión era errónea, si Argentina debe "pedir perdón" por lo hecho, como dijo alguno por ahí, y, sobre todo, si es necesario restaurar los fondos a los "dueños" (que no son los "ahorristas", sino los intermediarios de las inversiones).
Es un tema excelente para entrar en ritmo acerca de qué perfil productivo necesita el país y en qué condiciones debe insertarse en el mundo.
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