lunes, 1 de agosto de 2011

El programa de Fantino: Martín Fierro a la obra surrealista


El programa de Fantino tiene un sesgo surrealista bastante marcado, en general. Ayer, le hicieron honor a su (breve) historia.

El enemigo elegido fue Sergio Marchi. Secretario general de Futbolistas argentinos agremiados. El sindicato de los jugadores de futbol.

Con la sola tibia defensa de Pasman le achacaron que no "parara el futbol" y (poco menos) que no liderara a los trabajadores (futbolistas) hacia la toma de la AFA y de los clubes mismos, recuperando para sí los medios de producción (los arcos, las pelotas).

De ser, en definitiva, servil con Grondona. Por ejemplo, por no definir un plan de lucha para que se paguen, al día, los contratos millonarios que los representantes les hacen firmar a los futbolistas con clubes casi fundidos, a los efectos de que las deudas devengadas sean canceladas con porcentajes de pases de otros futbolistas. Porque eso de que los "jugadores son lo más sano que tiene el futbol" que se lo vayan a contar a las suegras.

Igualmente, el summum del surrealismo llegó cuando se metieron con la situación del "negro" Cáceres.

Fernando Cáceres es un ex-zaguero de Argentinos Jrs., Independiente, River y Boca, que jugó en la selección (mundial 94) y en España.
Hace unos años fue baleado en la cabeza cuando manejaba su BMW en un episodio, en Ciudadela, que se supone que fue un intento de robo.

Se quejaban los panelistas (con Ruggeri como líder) de que Cáceres, que para ese entonces ya se había retirado de la práctica activa del futbol, haya estado internado en un hospital público (el Carrillo), y no lo hubiese atendido la obra social de los futbolistas (a la "que aportó durante 20 años").

Lo primero que hay que decir es que en el Hospital público (en el que supuestamente lo atendieron mal, según el informe difundido ayer) a Cáceres le salvaron la vida. A pesar de que entró casi muerto.

Después, que si Cáceres estaba retirado del fútbol, ya no aportaba más a la obra social, con lo cual es lógico que no tuviera más la cobertura. Pasa en todas las actividades.
Y por último, Marchi no tiene la culpa de que Cáceres no tuviera una cobertura de salud, que podía contratarse él, en razón de las actividades comerciales que desempeñaba al momento del intento de asesinato que sufrió, y que hacían que pudiera mantener, por ejemplo, un BMW (todo bien, no es por "vigilantear a Cáceres, pero a reclamos estúpidos respuestas acordes)

La actitud miserable de Ruggeri de pegarle a Marchi porque no les regala a los millonarios ex-futbolistas una cobertura de salud, que bien podrían pagarse es propia de un tipo compatible con una clásica y popular definición: "le toma la leche al gato".

Es cierto que la profesión de futbolista es muy particular. Que se "jubilan" jóvenes. Lo cual dificulta que, una vez jubilados, se les mantenga la cobertura médica. Y las realidades son dispares. Hay ex-futbolisas que necesitarían la asistencia.
Por lo cual, sería fantástico que los afortunados ex-futbolistas, en lugar de garronear para sí, se sensibilizaran con aquellos ex-colegas que no tienen la suerte de haber quedado "parados" después de abandonar la profesión y armaran una mutual, en todo caso, desde la cual podrían atender esas necesidades.
Pero, para hacerlo, tienen que poner plata del bolsillo propio, y no pedirles a otros que los financie. En el caso de algunos necesitarían quizás que les dieran una mano, para maniatar o asesinar al cocodrilo gigante que les custodia la billetera.

Me hubiese gustado ilustrar la entrada con un viejo tango de D´arienzo, cuya grabación no pude encontrar: "Garronero".

2 comentarios:

Daniel dijo...

Ese programa es un asco.
Está armado por Daniel Vila para pegarle a Grondona. Y el resto es relleno.
Vito Corleone queriendo desplezar a Al Capone y Fantino a la vanguardia de todos sus ortibas, que la juegan de guapos.

oscar dijo...

Muy buena explicacion al drama(el unico drama) argentino actual y virtual.
Algo virtual que tienen la capacidad de inocular al lector, oyente, y televidente; desprevenido y confiando en la imagen del "emisor".