martes, 19 de abril de 2011

El superávit fiscal y la plata de los jubilados


La Argentina tiene desde hace bastante tiempo y con pocas excepciones de interrupción, superávit fiscal primario. Esto es: ingresos corrientes (impuestos) - gastos corrientes; si el saldo es de número positivo es superávit, si es de número negativo es déficit. O sea, al fisco argentino, por lo general, ingresa más plata de la que sale.

Los pagos de intereses de deuda pública no se computan en este ítem, sino que al saldo obtenido en la cuenta anterior se le resta la suma de intereses. Si el saldo es positivo hablamos de superávit financiero; si es negativo es déficit. En este aspecto la suerte del fisco argentino ha sido más variada.

A esto después se agregan los pagos de vencimiento de capital de deuda, para cubrir los cuales el Tesoro ha debido endeudarse invariablemente.

Pero vamos a centrarnos en el superávit primario. Porque está generando algunas discusiones.

Se dice desde algunos años que de no ser por el aporte de la "plata de los jubilados" las cuentas públicas serían deficitarias. Sería cierto.

En algunos momentos, la recaudación de seguridad social y las transferencias del Banco central han sostenido y sostienen la robustez de las cuentas públicas, cosas que, junto con el pago con reservas internacionales de vencimientos de capital de la deuda pública, evitan que el Tesoro tenga que hacer nuevas emisiones de deuda en los mercados voluntarios o pida prestado a organismos internacionales (pago simultáneo de comisiones mediante para entidades financieras intermediarias).

En esta línea de "pensamiento", la gente de la Fundación Pensar (poco) considera que el uso de estos recursos para engrosar la recaudación son un signo, entre muchos otros, de que el "modelo" está "agotado".

Bien, primero hay que decir que la trampa nace cuando se habla de "plata de los jubilados". La recaudación de ANSeS involucra la cobertura de todos los aspectos de la seguridad social, y no solamente de las jubilaciones. También asignaciones familiares, por ejemplo, etc.

Y los ingresos  de ANSeS, por otro lado, no se componen solamente de los aportes jubilatorios de los trabajadores activos, sino que también incluyen los aportes patronales (exceptuado lo destinado a obra social del trabajador), el resto de los descuentos de los salarios, y recursos provenientes de rentas generales (parte de la recaudación de IVA, parte de la recaudación de Ganancias, impuesto a los combustibles). Completan la lista, los rendimientos de las inversiones que las AFJP habían hecho y que se administran a través del FGS.

Las obligaciones que paga ANSeS, por su parte, se incluyen en la cuenta fiscal, en el rubro gastos corrientes.
O sea que se restan, junto a los otros conceptos de gastos (salarios de empleados públicos y docentes, mantenimiento de infraestructura, obra pública, subsidios y gastos de capital, etc.) a lo recaudado por impuestos para obtener el resultado primario.

Entonces, no se entiende cuál sería el argumento para dejar fuera esta vía de ingresos (los recursos obtenidos vía ANSeS) de la cuenta. Solamente las ganas de que exista déficit primario para "confirmar" el "agotamiento del modelo", no es una respuesta válida.

Más adelante nos ocuparemos del otro ítem controvertido: las transferencias del BCRA.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Didáctica pura. Gracias
Berisso al Tope

Udi dijo...

Vea, Mariano, tenga cuidado, se empieza por cuestionar las verdades eternas e inmutables y se termina en el libertinaje. ¿Porqué no lo escucha a Cachanovsky, que oficia en La Nación?