lunes, 6 de diciembre de 2010

Las "purgas"

De más está decir que el caso "Formosa" es entristecedor, porque otra vez se coló la muerte en medio de conflictos que creíamos que podíamos resolver negociando y en paz. Igual que el asesinato de Mariano Ferreyra, estos son cachetazos políticos duros, difíciles de asimilar.

Frente a eso, se puede ensayar varias posturas. Particularmente me gusta la prudencia ante lo desconocido, que, para colmo, se perfila como complejo.

Probablemente sea más fácil crear una mitología: la de los pobres tobas indefensos masacrados por el poder represivo de un estado sanguinario que, asociado a las corporaciones mundiales, intenta quedarse con los recursos que las comunidades desaprovechan en términos capitalistas, con sus estilos de vida bucólicos y naif. Intentar comprender una realidad compleja, ajena, siempre será más difícil que fabricar esos paisajes pintorescos desde la lejanía.

El kirchnerismo fue un espacio que sirvió para redimir de impresentabilidad a sectores que pudieron reinsertarse por un generoso salvoconducto en la vida política, después de haber quedado comprometidos "pero no tanto" con el menemismo y el delaruismo (y el duhaldismo). Su constitución fue desde los inicios heterogénea, y la conviviencia y la aceptación, siempre conflictuada.

En el medio de todo esto, no encuentro estímulos para prenderme en las "purgas" contra los "impresentables pejotistas", que proponen sectores que fueran otrora también "impresentables", pero aliancistas.
Nadie tiene sacado definitivamente el carnet de pureza, antes que nada, porque si en algún lado se reparten tales carnets, seguramente serán apócrifos.

3 comentarios:

desparejo dijo...

Hay varias preguntas para hacerse, Mariano. O por lo menos, que yo me hago. Tenés razón en el cuadro bucólico que se suele crear en estos casos porque no termina de resolver el problema de fondo de los indígenas que es la salida de la pobreza, la dignidad, antes que una reivindicación meramente identitaria, que está bien, pero no resuelve mucho.
Pero con el caso Insfran, yo creo que algo hay que hacer. Por ahí la intervención es mucho. Pero creo que en estos casos siempre hay que pensar en antecedentes de acciones similares. La intervención a Santiago fue algo que funcionó y hoy Santiago está mejor que con Juárez. Es cierto que la situación era bastante diferente porque Juarez hacía mil años que estaba ahí y además era acusado de delitos gravísimos.
El problema es también qué es lo que se tolera de un impresentable. Cúal es el límite de impresentabilidad? La muerte puede ser uno. Y qué pasa si la cosa se resuelve a pesar del PEN? Si se genera una opción política filoK dentro de la provincia que le dispute la gobernación a Insfran? Qué va a hacer el gobierno ahí? Porque leí en estos días que algo hay por ahí y que además muchos que se oponen a Insfran no son necesariamente antiK, sino más bien gente que recalama que Insfran no es tan K o que el kirchnerismo no llegó todavía a Formosa. Creo que el tema es que algo hay que hacer, el PEN no puede dejarla simplemente pasar. Algún cambio tiene que haber. Si Insfran decide reprimir y matar, eso va totalmente en contra de la política del gobierno que tanto costó y que fue exitosa.
Perdón por la extensión. Saludos

Mariano dijo...

Desparejo:
yo no creo que no se haya hecho nada desde el PEN.
Habló el INADI, se dispuso la investigación de lo sucedido.
La intervención, a priori, me parecería una locura. Y una intolerancia, aparte. Por ahí va lo de que hay que "comprender" las realidades lejanas, y no "civilizarlas" por decreto.

Si se arma una línea interna con el objetivo de sustituir a Insfrán y consiguen hacerlo, bárbaro, está dentro de lo lícitamente posible en política.

Pero no estoy dispuesto a seguir a 4 o 5 ex-aliancistas, que no se fueron del gobierno de la Alianza cuando el "progre" Storani mandó la gendarmería al límite entre Chaco y Corrientes y mató por lo menos a dos personas, y que ahora, subidos a un cambio de época propiciado porque algunos pusieron el pecho (algunos impresentables incluidos entre los que pusieron el pecho), que nos vengan a mostrar su pedigree ético con la vara para medir la ética de los demás en la mano. A eso no me subo.

Abrazo y gracias por el comentario, muy sensato y valioso como siempre

desparejo dijo...

Sí, estoy de acuerdo, ningún radical puede esgrimir ninguna superioridad moral si hablamos de represión. En eso, no hay dudas. Pero ese dilema político se le puede presentar al gobierno en la provincia. El tener un candidato propio muy cuestionado y que te gane un conglomerado radical con discurso moralista. A eso quizás me refería con más preguntas que certezas en cuanto a la necesidad de una respuesta política del Ejecutivo a esta situación, como para que no se encuentre en esa coyuntura electoral el año próximo (igual no depende exclusivamente del PEN que esto sea así).
En cuanto a las respuestas, convengamos que si sólo habla el INADI, la cuestión se puede limitar sólo al costado identitario del problema, a un problema de discriminación. Por eso, creo que una respuesta que ponga la cuestíon en términos más políticos no estaría de más. Igual, creo que eso no se termina de intuir (yo menos que menos como se puede ver en mi comment) cuál es esa respuesta porque ni el mismo ejecutivo la ensayó todavía.
Abrazo