viernes, 16 de noviembre de 2012

Ganancias



Ayer me metí en una panadería que frecuento habitualmente desde hace más de 10 años. Necesitaba comprar algunas cosas.
La conversación entre las trabajadoras que atienden al público y cobran en caja, más alguno de los muchachos del horno que pasaba por ahí, rondaba sobre la decisión de la presidenta de descontar la segunda cuota del aguinaldo de la base imponible de ganancias.

Los salarios de las chicas superan los 7000 pesos.
Más allá de si es lógico o no que un salario de una trabajadora de panadería sea imponible de ganancias, la verdad es que para la calificación que se requiere en esa actividad, las chicas perciben un salario muy digno. Hay profesionales con título universitario que tienen ingresos como esos, y hasta tal vez menores en algún caso.
Como decía antes, conozco el lugar desde hace tiempo. Y no era común (hace tiempo) encontrar este tipo de conversaciones.

La dignidad salarial se nota. En el ánimo de las chicas (lo que con petulancia pseudo-científica se llama "ambiente laboral"). Era raro hace unos años entrar a la panadería y encontrar que el personal conversaba animadamente y hasta discutía sobre algún tema. Se percibía un poco de mal humor. Y de miedo. El miedo que teníamos todos a perder el empleo. No hablaban de impuesto a las ganancias. Ni de paritarias. No hablaban mucho de casi nada.
Se nota la diferencia también en el arreglo personal. En la ropa, en el maquillaje. Y en cierto orgullo que dejan traslucir cuando se quejan de que tienen que pagar impuesto a las ganancias. Se quejan, en voz alta y con media sonrisa.

Ciertamente algunas cosas cambiaron en los últimos 9 años de la Argentina. No tantas como quisiéramos. No todas para mejor por ahí.

Y queda pendiente esta discusión sobre el impuesto a las ganancias (a los ingresos sería mejor que se llamara).

Pero por suerte a los trabajadores les han (re)surgido dirigentes políticos que asumen ese reclamo como propio y son capaces de llevarlo adelante enfrentando a la presidenta y a sus enviados de manera directa y valiente.
Con la valentía que por ahí les faltó en el 2003 cuando el país se incendiaba gracias a las políticas que habían dejado trabajadores desprotegidos y víctimas de la desocupación más terrible de la historia argentina, políticas de cuya implementación (de alguna manera) ellos mismos habían participado. Pero en lugar de aprovechar la oportunidad de hacerse cargo, autocriticarse de hecho y reparar al menos parcialmente sus errores, prefirieron mantenerse escondidos esperando que un tuerto llegado de Santa Cruz con cara de pelotudo pusiera el lomo que ellos mismos no se animaban a poner, preocupados en resguardar su imagen, invocando la protección del tiempo y el olvido que suelen lavar todas las culpas.

Son tiempos decididamente más fáciles para aquellos especialistas en ejercer con maestría el oportunismo. Porque bastante seguido se les presenta la chance de amplificar sus palabras en medio de actos en los que se anuncian ampliaciones de plantas o creación de empleos, en esos mismos lugares donde proliferaban los desocupados, hace apenas 10 años (cuando los "líderes rebeldes" de hoy le contaban los tirantes a la parrilla de la matrimonial).

6 comentarios:

Sirinivasa dijo...

clap clap clap, aplauso medalla y beso

"los "líderes rebeldes" de hoy le contaban los tirantes a la parrilla de la matrimonial" superlatif!

Alcides Acevedo dijo...

Muy karadura el bloguero K... hay que ser imbécil.

¿Los "empleadas" -cero calificación- se quejan del impuesto a las ganacias? ¿cuánto cuesta entonces un kilo de pan?
Esa es la cuestión.

Después Kretina dice que quiere "miles" de ingenieros... resulta que en las plantas industriales más importantes un operario gana más que un supervisor o un... ingeniero (a eso se lo llama solapamiento salarial), si tuvieran criterio entenderían que estamos en un "fin de fiesta" al borde de un colapso económico masivo, las distorsiones originadas en la inflación y el aumento de los precios en dólares llegaron a un límite.


Mariano dijo...

Tenés razón Alcides. Cómo no me di cuenta.
Para que los bienes salario sean baratos hay que tener salarios bajos. Grande genio.
Por qué no vas a dar consejos a Europa a ver si los hacés salir de la crisis.

Juan Carlos dijo...

Es exactamente así. Yo tengo muy presente como se vestían y que comían los obreros de la construcción hace menos de 10 años y veo como esto ahora ha cambiado para bien.

También miro las casas de mi cuadra, laburantes, conurbano ex loteo de Vinelli, donde todas sin excepción han hecho mejoras y aparecieron nuevas muy agradables.

Esto muestra como han cambiado sus condiciones de vida.

Salvo a quienes les moleste que un oficial albañil use remeras y zapatillas de marca, deberíamos aplaudir mucho más fuerte.

Es este consumo lo que les da para viajar a Miami a los del escalón que sigue. Lástima que los de arriba viajen y fuguen sus dólares igual que antes.

el pincha dijo...

el cambio es notorio en cada cuadra, respecto a 2002, 2003...lo que, creo, hay que ir viendo es que el consumo en un punto se va a parar, va a llegar al climax, de ahi viene apostar a la produccion, a creditos para pymes, a complicar la especulación financiera, creo que este gob, con todo lo criticable sabe lo que quiere y como hacerlo. eso no es poco

Carpe Diem dijo...

Alcides, ¿la parte de "hay que ser imbécil" es una máxima que te has impuesto?.
De ser así, veo que eres riguroso en su cumplimiento.