La opinión de Rodolfo Terragno suele ser siempre bien valorada. Acá, en Clarín, el ex-funcionario alfonsinista y delaruista aborda la coyuntura actual.
Mezcla de nostalgia y de regresión, parece (Terragno) volver a enamorarse de "los capitanes de la industria".
Y con variados circunloquios, palabras floridas y planteos artificialmente complejos para evitar incinerarse de sinceridad llama a un consenso nacional para aplicar un ajuste clásico, fiscal y monetario, con el fin de armar un colchón anti-inflacionario, y posteriormente devaluar para ganar competitividad.
Lo hace apelando al temor, con términos como desempleo, quiebras, y otros, que no estaría mal que los usase si no fuera porque pretende darles un tinte de inminencia que no tienen.
Los ajustes variados se pueden permitir en la coyuntura actual el margen para la focalización y la gradualidad. No es necesario (cosa que Terragno no quiere advertir) avanzar en recortes totales, completos.
Y menos todavía liberar abruptamente el precio del dólar.
Terragno pide, ni más ni menos, una transferencia directa de renta hacia las principales empresas argentinas para prevenir (ojo) una crisis inminente.
El problema del planteo es condensar todo bajo el paraguas de la urgencia. A pedido expreso de Techint.
Profundización del modelo de la "sintonía fina", sacándole todo lo que tenga que ver con exigencias y límites a los dueños del capital.
2 comentarios:
Me gustaría ver qué opina Terragno sobre el tema Malvinas, en eso sí es mucho más respetado.
¡Terragno siempre con sus propuestas novedosas!
¡Qué intelectual de fuste!
Un abrazo, Mariano !
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