No deja de resultar curioso que un Gobierno "populista" restrinja la compra de divisas por parte de particulares, les dificulte el acceso a las mismas a quienes quieren satisfacer sus necesidades turísticas básicas en el exterior, controle las importaciones al punto de que algunos sectores de la población tengan que postergar parte de su consumo, que imponga controles sobre la remisión de utilidades y las distribuciones de dividendos de las empresas más grandes con el fin de mantener inmovilizados fondos a aplicarse en proyectos de inversión que el estado debe aprobarles a las propias empresas.
Es decir, en definitiva, que tome todo tipo de medidas para frenar cualquier drenaje de divisas con el objeto de que haya disponibilidad suficiente para que el Tesoro se haga de las mismas cuando tenga que afrontar vencimientos de deuda, promoviendo una suerte de ahorro interno de facto, en lugar de cubrir sus necesidades de financiamiento con toma de deuda que desequilibre la ratio de deuda en el futuro.
A este accionar "netamente populista" se opone, en los comentarios, la actitud "seria y responsable" de un hipotético gobierno, que en razón de la ortodoxia, hubiese decidido ordenar los parámetros económicos con el objetivo de salir a los mercados voluntarios de crédito, para pagar los vencimientos de deuda tomando deuda nueva (y pagando comisiones), con el objetivo de no tener que postergar la fiesta de consumo fácil y renta financiera extraordinaria de las clases medias y los sectores privilegiados de la Argentina, y promoviendo el ingreso de capitales especulativos como ocurre en nuestros países vecinos, que a pesar de prometer futuros egresos de divisas, sirven para financiar el crédito fácil y la rentabilidad financiera inflando los activos y provocando futuras burbujas (pero bueno, son futuras).
O sea, financiar la fiesta con deuda externa (pública y privada) y que en el futuro vean cómo se arreglan para pagar.
¿Será que habría que reformular los conceptos, y que la diferencia entre "populismo" y "seriedad" pasa por definir cómo se administran las restricciones y cómo se distribuyen costos y beneficios entre los distintos sectores de la población?
Dejamos esta pregunta planteada, en esta fiesta patria de la Ciudad de Buenos Aires en que se conmemora aquella gesta, en la que (con un poco de crispación y falta de seguridad jurídica, en una dura embestida contra ciertos poderes establecidos, es cierto) se desalojó del Gobierno al Virrey, por ineficiente.
5 comentarios:
Impecable Mariano.
Gran post, Mariano.
mmmm...
Modificar el ratio de deuda a futuro no es per se malo. Lo malo es sobreendeudarse.
Ahora forzar un ahorro interno, conlleva a menor crecimiento y menor consumo. No tengo que aclarar cuales son las consecuencias de esto.
En países vecinos, algunos luchan para que no les entren demasiados dólares, poniendo restricciones a los extranjeros.
Pero un país impone medidas draconianas para que los dólares no huyan.
Siguen poniendo restricciones para que no entren? Y que los dejen entrar para que no se les devalúe la moneda entonces.
Saludos, mariano.
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