miércoles, 13 de febrero de 2013

La guerra de monedas y la "necesidad" de tener determinado tipo de problemas, para estar a tono con la tendencia parisina

Bueno, parece que en el mundo se desarrolla un nuevo episodio de la "guerra de monedas". Que le da mucha volatilidad a las cotizaciones y que tiende a depreciar algunas monedas fuertes, como el dólar o el yen, lo cual redunda en pérdida de competitividad de los países cuyas monedas no acompañan estos movimientos sino que por propia lógica de reciprocidad hacen el movimiento opuesto.
Como sabemos (no sólo en Argentina pasa esto) los precios son mucho más elásticos al alza que a la baja, de manera tal que la volatilidad termina por provocar efectos de alza, no compensados por las bajas del ciclo declinante de la volatilidad.

Insólitamente, a algunos personajes les parece negativo que Argentina esté relativamente blindada de los efectos de estos flujos inconstantes de capital que dejan las cuentas financieras de los países emergentes en situación de indefensión. Nuestros vecinos exitosos (no sólo Brasil, sino también Chile, Perú, Colombia) empiezan a vislumbrar las complicaciones de tales movimientos.

Porque por un lado, el flujo creciente de inversiones que se genera por la existencia de liquidez a nivel global, más la expulsión de capitales para inversión cortoplacista desde los países con monedas en vías de debilitamiento, provocan un fenómeno de sobreapreciación cambiaria. 

Digamos: una inflación galopante de precios de activos financieros (papeles de compañías, títulos públicos, etc.). Que es un incentivo extraordinario para la exposición al endeudamiento externo. Tomar crédito externo es baratísimo para las empresas de estos países. 
Y al mismo tiempo, por esta vía de apreciación, se van reduciendo los márgenes de rentabilidad de la exportación (salvo de aquellas materias primas cuyos precios aumentan por el mismo fenómeno de sobreliquidez más expansión de la demanda global) y de competencia con el ingreso de bienes extranjeros. Esto último lo sufren principalmente aquellos países que tienen tratados de libre comercio con los EEUU, ya que los bienes producidos en ese país se abaratan relativamente respecto de los potenciales competidores nacionales.

Pero además estos vecinos  nuestros que hicieron las cosas "bien" vislumbran una serie de problemas adicionales.
Por un lado el encarecimiento relativo de la moneda china. El máximo demandante de minerales del mundo. Por ejemplo, de hierro brasileño. La apreciación relativa del yuan puede provocar un freno a la producción industrial y al rubro de la construcción en este país, que si bien no será demasiado grave, puede tener como consecuencia un leve amesetamiento en el precio de algunos commodities.
Justamente aquellos commodities, minerales, que mayores ingresos de divisas por vía comercial le dan a nuestros países modelo (Chile, Perú). Lo cual significaría que se acrecentaría la dependencia de los flujos de capital computados por cuenta financiera. El ingreso de guita bajo la forma de créditos o participaciones del capital, que deviene naturalmente en una fuente de salida de divisas en el corto plazo.
Esto en principio no sería tan mal, ya que compensaría un poco el proceso de apreciación cambiaria.

Ahora bien, un esquema de estas características sólo es sustentable en tanto no se revierta el flujo creciente de capitales especulativos que ingresan para alimentar más la inflación de activos que le restan competitividad a la economía. 
Y ya dijimos que una de las características de este circuito es la volatilidad.

Los emergentes están preocupados por esto. No sólo sufren la pérdida de competitividad productiva, sino que temen que se les revierta el flujo subrepticiamente, lo cual lejos de corregir las distorsiones de la sobreapreciación paulatinamente, lo haría de golpe y arrasando con todo. 
Todos preocupados por esto, salvo los "aislados del mundo", los que vamos a contramano, que tenemos otras complicaciones grandes, pero no estas justamente.

Ahora, pensar que los apologistas de estos modelos vecinales nos suelen criticar la dependencia del precio de la soja... Y eso que comparado con la afluencia de capital financiero y los precios de los minerales, el precio de la soja es el menos potencialmente volátil de los tres.
Yo creo que si los mejores alumnos latinoamericanos quieren proyectar su futuro, pueden pensar en Europa. Pero sin tiempo ya para alcanzar el nivel de desarrollo humano que tiene Europa.

4 comentarios:

chacall dijo...

Un primer comentario a las apuradas... es interesante lo que planteás, pero no te olvides que si brasil y otros vecinos tienen como futuro próximo europa, se te comprometen el 40% de las expo, y tenés un aluvion de impo, lo cual indirectamente te ata a la suerte de estos países.

Saludos!

chacall dijo...

Bueno un poquito menos del 40% ... segun este informe http://www.cei.gov.ar/userfiles/cuadro14.xls es un 34.74% lo que exportamos en 2011 a los paises modelos (col - peru - chile - paraguay - uruguay y brasil).

saludos!

Norberto dijo...

Mariano hace esta referencia, que creo muy cierta en perspectiva, dado los avances de la primarización de la economía brasileña, y la característica de economías extractivas del resto de los países a que se hace referencia, pero de todas maneras es un proceso que llevara algunos años, salvo algún desaforado ataque sobre Brasil, para mi el más débil de los cuatro.
En mi comentario final del post anterior, sostengo que fuera de los egresos de divisas duras dedicadas al pago de los remanentes de la deuda externa, una sangría importante puede ser revertida en los próximos años, que es la importación de combustibles, dado que ese tipo de inversiones puede , y yo creo que pasará, suceder un "gold rush" , carrera del oro, no ya de pequeños buscadores, sino de empresas. Esto significa que habrá cerca de U$S7500millones que no deberán ser utilizados para comprar combustible, y en el balance agregaría otros U$S7500millones del déficit con proveedores brasileños de la industria automotriz, que nos convienen desde el punto de vista estratégico, pero que hoy son muy fácilmente reemplazables y a mucho menor costo por proveedores chinos o del sudeste asiático, con el consiguiente ahorro de divisas.
En fin, este ajedrez es demasiado complejo y merece ser estudiado mediante el uso de la teoría de decisiones, pero hoy las alternativas existen dentro del comercio Sur-Sur.
Nunca menos y abrazos

Alcides Acevedo dijo...

Iba a comentar... pero es inútil.

Lo más triste es que en pocos meses estos blogs K desaparecerán del aire... y no podrán explicarnos a todos el por qué del desastre.... mala suerte.