Hasta el día que por decisión judicial Cristina se convirtió en calabaza, el plazo para liquidar divisas de exportaciones era de un mes.
Esta "distorsión" fue varias veces corregida por el actual gobierno.
Hoy, el plazo para liquidar divisas es de 3650 días corridos. O sea, 10 años.
Esto quiere decir que una multinacional como Cargill puede vender a China toneladas de soja cosechada en Argentina, cobrar esos dólares, y elegir si rendirlos o no, de acá a 10 años.
Esto es una facilidad para la fuga encubierta que les otorga el actual gobierno a estas empresas multinacionales. Un subsidio.
Que se cubre con endeudamiento. Porque los dólares que necesita la economía argentina para funcionar, ingresan hoy alternativamente por la vía del endeudamiento externo, tanto del estado como de las empresas.
Lo cual devenga otro subsidio, esta vez a los bancos de inversión, que son los que hacen las "colocaciones" de deuda. Es decir, convencen a sus clientes de que les conviene ahorrar en bonos de la deuda argentina. Lo cual les aporta comisiones por varios millones de dólares en cada colocación.
¿Con qué autoridad moral, entonces, este gobierno subsidiador de grandes empresas multinacionales y bancos de inversión puede sostener que el que quiere un bien o un servicio se lo tiene que pagar por su cuenta?
Devuelvan la que se están llevando, aportada por todos nosotros, en este saqueo por goteo que están llevando a cabo. Y recién ahí re-discutimos qué subsidios son justos y cuáles no.
1 comentario:
Quizás después de todo esto, durante el posmacrismo, venga la "nacionalización del comercio exterior" (creación de una empresa estatal de cereales y oleaginosas) y una suerte de corralito de labacs y letras del BCRA.
Y, así, podremos, por primera vez después de muchísimos años, volver a disponer de una capacidad máxima de acumulación de recursos para hacer las obras de justicia social que el K no pudo encarar y que se hacen hoy más necesarias que nunca por los daños que está causando el gobierno que tenemos.
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