No es difícil adivinar una escena recurrente a fines de los 60 en los hogares del tradicionalista Reino Unido.
Viejos chotos de mi edad, indignados porque sus hijos de 12, 13 o 14 años disfrutaban de los zánganos de los Rolling Stones.
Cuarenta y pico de años después, mi generación y algunas mayores siguen disfrutando de esos zánganos de los Rolling Stones, ya viejos y decadentes, con todas sus inhabilidades potenciadas pero marketineramente mejor disimuladas, que siguen tocando y cantando las mismas pedorras canciones que cantaban entonces (en el mejor de los casos, ya que las más nuevas son peores todavía).
Indignarse de que los chicos gusten de artistas como Violetta, One Direction o Justin Bieber es cosa de viejos chotos.
Tienen 9 o 10 años, qué se supone que deberían escuchar? Las sinfonías de Beethoveen?
Desde la cima de qué Parnasso musical juzgamos ese supuestamente dudoso buen gusto? Desde la veneración snob de artistas de obras casi en su totalidad desconocidas (y tal vez por eso venerados) como Bob Dylan? Que se pronuncia así, con arrogancia, con mayúsculas en los labios.
Soy un ignorante en materia musical. Que disfruto de artistas disímiles. Tengo armado mi propio Parnasso: Serrat, Pedro Guerra, Miles Davis, Gardel, Bing Crosby, Dave Brubeck, Edith Piaff, Ignacio Corsini, Gerry Mulligan, los Beatles, Mercedes Sosa...
Varios de ellos duramente señalados en sus inicios por experimentados comentaristas como la clara muestra de la decadencia cultural del mundo. Casi todos absueltos... pero por la historia, por las generaciones posteriores, no por los padres de familia escandalizados con los gustos de sus hijos.
La otra aberración del día fue el "caos de tránsito". Tremendo.
Tengo entendido que el imbécil de Pablo Sirven expresó por tuiter su indignación aludiendo a que los porteños aprovechábamos los fines de semana largos para disfrutar de la ciudad con menos gente y que por culpa del recital de Violetta no habíamos podido...
A mí, que tanta gente manifieste su felicidad en la calle me cae invariablemente bien. Y si son chicos, mucho más todavía. Y si lo hacen sin tener sus padres que desembolsar la onerosa suma que cuesta la entrada a un teatro, muchísimo mejor.
Así que saludamos fervientemente desde este modesto espacio la iniciativa de la Dra. Pignatta, con quien nos solidarizamos de paso por el lamentable episodio que le tocó vivir hace unos días cuando un grupo de hackers intentó vincular su cuenta de tuiter con la de Hernán Lombardi.
Y como dijo alguna vez el General San ;Martín: seamos felices, que lo demás no importa nada.
12 comentarios:
Estoy de acuerdo.
No puedo juzgar a la tal Vaiolet porque nunca la escuché, pero antes que nada hay que ponerse en los oídos y sentimientos de los chiquitos a quienes le gustan.
Cuando vinieron los Backstreet Boys aparecieron de igual manera los prejuicios y oh! los tipos se despacharon con una canción a coro y capella que más de uno se cayó de culo. Cantaban realmente muy bien. Luego el estilo, yo que se, mis nenas eran chiquitas y les encantaba. Ahora de grandes ni se acuerdan y enfilaron para otro lado, pero hay que comprender estos fenómenos.
Si a vos te parece que dentro de 50 años Violetta y Justin Bieber van a ser tan importantes para la música como lo son ahora los Stones o los Beatles, o cualquiera de esa lista que mencionás...
Hay una manera más o menos objetiva de tratar estos temas, y es ver la calidad de la música en cuestión, ver qué rupturas provocan estos artistas en la historia de la música, qué cosas aportan, etc. Los gustos de los pibes son otra cosa que no tiene mucho que ver en esto (los que sean padres lidiarán con ellos). Creo que uno puede pensar que comparada con Grace Slick Violetta es una pelotuda, sin ser extorsionado con la viejochotez. En todo caso, más que poner a Violetta en pie de igualdad con los Stones me parece que su fenómeno es más parecido al de contemporáneos de los Stones como los Herman Hermits, ¿y quién se acuerda de los Herman Hermits hoy día?
Minaverry: está bien lo que decís, mi mención a los Rolling Stones puede ser una exageración en el intento por provocar.
A mí particularmente me resultan prescindibles, irrelevantes. Pero no puedo prescindir de gardel o Edith Piaf, por ejemplo.
Será un defecto mío posiblemente. Porque para la "historia de la música" pareciera ser al revés.
Pasa también que yo me permito desconfiar de esa invención que llamamos "historia de la música" en la que el rock, esa especie de folklore norteamericano, está sobredimensionado, a fuerza de repeticiones, y creo que en parte porque su aparición obedece a la instauración de un orden geopolítico según el cual la hegemonía cultural era preponderante. Digamos, el rock es sin dudas más importante para la historia que para la música. Y en ese tramo de la historia en que el rock es hegemonía cultural, los rolling stones se vuelven importantes para la música, porque el rock casi que es la música. Ese fenómeno, no por ser más duradero, será también efímero visto desde la inmensidad de la historia.
Pero bueno, para ese entonces ya habremos muerto, así que no podremos saberlo. Del mismo modoque no podremos saber que será de Justin Bieber dentro de 50 años.
Abrazo
en Parque Patricios no hubo problemas de tránsito. Sospecho que en varios barrios más tampoco.
Supongo que Violetta no será recordada como una Pavarotti. Pero que culturalmente en una generación de pibas tiene peso es de necios negarlo. Ellas si la van a recordar de aca a 50 años.
Mariano: ¿Entonces hay que desconfiar de la hegemonía cultural del rock pero no de la hegemonía cultural de la Disney? ¿Cómo es eso?
Anónimo: Si así fuera, hoy tendría que haber una generación de muchachos y muchachas recordando con cariño a Goma Goma. Yo no los veo por ningún lado.
Minaverry, aunque usted no lo crea, tengo un amigo sesentón que todavía colecciona y busca por internet música de ... ¡¡Herman's Hermits!!
Y de Peter Noone tiene hasta sigles que son una rareza.
Hay de todo.
Minaverry: pero lo de la Disney es una obviedad.
Acá estamos hablando de si es real que los Rolling Stones son tan importantes por sus cualidades musicales o si incidieron otras cosas.
Creo que nadie evalúa a Violetta como una artista fundamental, un hito estético.
El punto no es demostrar esa obviedad, sino justamente argumentar que los Rolling Stones sí lo son.
Yo no lo creo. Desconfío.
Abrazo
Y ya que estamos bartoleando me animo a ensayar una idea: la Disney y el rock son maquinarias de hegemonía cultural distintas en su concepción. La Disney necesita fenómenos efímeros. El rock en cambio necesita crearse una mística, una historia que no es otra cosa que una mitología.
Es el carácter constitutivo de cada maquinaria el que determina que existan estos productos de características tan aparentemente distintas.
Ahora bien, algo habrá en los Rolling Stones que en esa maraña que es el rock los hace sobresalir. Es decir, el rock, como maquinaria de hegemonía cultural necesita de unos Rolling Stones. Pero no tenían necesariamente que ser los Rolling Stones. Podría tranquilamente haber sido algún otro. Ahí radica el mérito de los Rolling Stones. Tienen ese algo que los convierte en el mito vivo del rock por excelencia.
Pero no son las cualidades estrictamente musicales de sus integrantes. Al menos eso es lo que yo sospecho. Pero casi seguro que estoy equivocado.
Abrazo
Yo me acuerdo de los Herman Hermits!
Jaja. "No milk today..."
Qué viejo estoy!
Ojo Minaverry;
los Stones tienen una larga e intensa historia.
Soy y fui fan de ellos. Adoré Exile on main st.
Pero Mick Jagger es un cantante mediocre y Keith Richard un violero del montón.
Que se yo, para mi la mejor banda de la actualidad son los Dawes, lejos, y no los conoce nadie por aquí.
Yo no los conozco Daniel.
Pero Minaverry tiene razón. Poner en pie de igualdad a Violetta y los Rolling Stones es una barbaridad.
Es como comparar a Julieta Magaña con Los abuelos de la nada.
Estaba buena Julieta Magaña, no?
Desdramaticemos un poco, que si nos terminamos enojando.
Abrazo
No hay enojo acá, discusión nomás.
Y de paso aclaro: a mí tampoco me gustan mucho los Stones, pero podemos cambiarlos por cualquiera de los que mencionás en el post (Brubeck, Corsini, etc) y vamos a llegar a la misma conclusión de que el fenómeno Violetta habría que compararlo con hitos del márketing y no con hitos de la música.
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