jueves, 25 de septiembre de 2014

La maniobra desestabilizadora de El Cronista, y la cobertura de la CIRA para asegurarse dólares baratos.

Contra las previsiones que habíamos hecho hace algún tiempo acá, las restricciones cambiarias continúan en la Argentina y se prolongarán a lo largo de todo este año y los primeros meses del próximo.

La falla predictiva está vinculada, entendemos, a un hecho que no estaba en los cálculos. El fallo Griesa. Esa sanción que parte de la comunidad internacional ejerció contra la Argentina, por haberse embarcado en un proceso de alivianamiento del peso de su deuda externa para conseguir un mayor margen de autonomía en las decisiones respecto de los vaivenes del sistema financiero internacional.
Si bien no puede decirse que el proceso fracasó, sí hay que aceptar que se presentaron una serie de complicaciones que colocan al Gobierno en una situación difícil a la hora de explicar cuáles son los beneficios de haber tomado tales decisiones.

Lo que ocurre desde hace algún tiempo es que el crecimiento de la economía argentina de estos últimos años, hasta aquí operado con prescindencia del ingreso de dólares por vía financiera, se vuelve más dependiente del financiamiento externo en divisas, de modo tal que tal prescindencia se hace insostenible si se quiere mantener tal grado de crecimiento y todo lo que trae aparejado: volúmenes de exportación, complejización productiva, nivel de empleo, poder adquisitivo del salario, transferencias del sector público, nivel de vida de las clases medias, acceso a bienes importados y a insumos productivos tanto para el abasto del mercado interno como para la exportación de bienes de producción más compleja, diversificación de la producción, remisión de utilidades al exterior por parte de empresas, dolarización de excedentes por parte de los ganadores del proceso de acumulación, resguardo en divisas de todo el sector rentístico, etc.

La idea del gobierno era ir arreglando los diversos conflictos en el frente externo, algunos resabios de la crisis de 2002 para normalizar el canal de ingreso de divisas, por acción tanto del sector público como del sector privado.
Esto era básicamente, que los dólares que salían indefectiblemente a partir de los pagos de deuda se ingresaran por las diversas vías de endeudamiento (deuda directa o inversiones de carácter financiero) de modo que la cuenta financiera quedara en una suerte de equilibrio y no se volcaran todos los dólares que aporta la balanza comercial con su superávit al cumplimiento de vencimientos externos, porque en el desequilibrio actual eso ocasionaba pérdida de reservas.
Pagar deuda con reservas era pagar deuda con los dólares de la soja. Ese círculo cierra cada vez más con un diámetro menor, espiralizando un proceso de caída de reservas que da mayor vulnerabilidad, y que mete presiones fuertes hacia la devaluación de la moneda.
La solución de todo este asunto por la vía ortodoxa fue abortada por Griesa y su fallo condenatorio de un accionar político que intentó la recuperación de palancas decisiorias.

En ese marco, ayer se conoció la operación evidentemente desestabilizante de El Cronista Comercial y la Cámara de Importadores. Una operación tremendamente impudorosa y evidente, alertando sobre un supuesto cierre de la venta de dólares a importadores que iban a tener que recurrir a otras vías para conseguir los dólares para pagar y cancelar sus importaciones, como el dólar MEP o Bolsa, el Contado con liquidación o el blue. Hubo otros participantes de la operación además. Ponele que no se dieron cuenta, los forrearon, digamos. Hoy estamos buenos.
Lo curioso es que el señor Ponce, de la CIRA (que supongo que habrá participado con el fin de darle publicidad a un supuesto hecho para que se arme quilombo por anticipado y de ese modo neutralizarlo, de manera de poder seguir consiguinedo dólares baratos para la importación) anda defendiendo su postura con la siguiente excusa: existía el run-run de que iba a pasar eso (que los importadores fueran remitidos a buscar dólares a mercados informales), ya que los mismos bancos se lo comentaban a los operadores como algo que inminentemente iba a ocurrir.

Yo no dudo de que lo que dice Ponce sea cierto. Pero es una declaración explosiva respecto del accionar de las empresas del sector financiero. O sea, instaron de manera alevosa a que los importadores engrosaran la demanda de bonos nominados en dólares, para hacerles subir la cotización, para que la cotización implícita del contado con liqui aumentara, la del dólar bolsa también, esto se trasladara al blue y se encadenaran una serie de hechos que derivan directamente en mayores presiones devaluatorias a partir de que se agrandan las brechas que se había conseguido acortar en la primera mitad del año (disgresión: la brecha que a mí me parece que hay que mirar más es la que se abre entre el blue y el dólar turístico, o sea el oficial más el 35% que se recarga en la tarjeta de crédito; esa estaba casi cerrada y ahora se abrió nuevamente; el porcentaje de aumento que cierre esa brecha es lo que "el mercado" le pide al Gobierno que consienta como devaluación).

Estas maniobras especulativas son las que según la óptica de donde se las mire se mencionan como golpes de mercado. Los actores con mayor poder de acumulación de excedentes operan en condiciones ventajosas para valerse de las debilidades y avanzar sobre los ingresos de otros sectores que queden desprotegidos.
Está medianamente legitimado este accionar, así que no lloren por favor cuando se hable de complot, de desestabilización, etc.
Intentan continuamente engrosar ganancias, descubriendo debilidades y asaltando los bolsillos del resto de los sectores. Mirando más fino, toda esta suerte de interrelaciones es una guerra despiadada por la apropiación de excedentes. El Gobierno que no sufre coletazos de esta guerra es porque habilita que se engrosen desproporcionadamente los excedentes de los más excedentarios. Cualquier distorsión que se provoca en ese proceso asumido como natural causa crispación.

3 comentarios:

Javier dijo...

Adonde esta el agotamiento de los pozoa de petroleo y las importaciones creciente sde gas y petroleo que se llevan como U$S10000 anuales algo equivalente al superavit comercial que mantuvieron frenando irracionalmente las importaciones , eso descontando fuga y remision frente a una economia extranjerizada que ahora apunta a la chevronizacion para todos y todas y la energia cara y para exportacion . La gran causa de la inflacion es el aumento del precio de la nafa que mueve todos los precios de la economia . Bueno tambien tenes la opcion de volar la cordillera como planea Scioli

Mariano Grimoldi dijo...

Vamos por partes Javier. Vos decís que el aumento de las importaciones de energía se debe a que se produce mucho menos? O a que se necesita mucho más para abastecer el mercado interno y no se hicieron inversiones (en dólares eh, que hay que traerlos de algún lado) para llevar la oferta a esa medida?
Esa cuenta, la energética está enmarcada para mí en lo que es el crecimiento de la economía. Si necesitás menos energía no necesitás importar, ni producir más. Ahora, si vas a producir más necesitás dólares para hacer las inversiones. Quién los pone? Quién los trae? Cómo funciona eso? Sabés la cantidad de dólares que hay que volcar a la importación para poner operativo un pozo de petroleo? Me solucionás la balanza energética a cosata de comerte el superavit comercial también. No es tan fácil.
Por algún lado hay que hacer entrar los dólares. No quieren deuda, ok. No quieren más soja, ok. No quieren promover exportación de petroleo, ok. Pero no quieren que se devalúe, ni que se importe mucha energía, ni que suban las tarifas, ni que se frenen las importaciones. Todo no se puede.
Respecto de la remisión de utilidades de las empresas creo que no hay antecedentes históricos ni tampoco muchos países de la región que tengan tan intervenido este flujo como la Argentina, tanto para autorizar o desautorizar remisiones como para instar a las multinacionales a que hagan aportes de capital o que capitalicen acá sus utilidades.
Ahora, por otro lado eso te infla los mercados informales de evasión de dólares, y te aumenta las presiones devaluatorias.
No es tan fácil.
Saludos

Javier dijo...

Lo que decia es que para mantener los nivels de actividad s ecomenzo a importar energia crecientemente en los ultimos años . La recesion puede frenar el crecimiento anual en las importacione sde gas y petroleo . La expropiacion de YPF obedece a ese problema , de hecho el año pasado fueron U$S12000 millones las importaciones de energia . Lo de vaca muerta algunos hablan de años para producir y la explotacion del petroleo no convencional no se discute sino que reproduce el modelo rentistico del menemismo que es lo firmado con Chevron que ahora se busca generalizar para buscar recuperar en algunos años el autoabastecimiento energetico