martes, 22 de octubre de 2013

Las recetas anti-inflacionarias y la metáfora de la fiebre y el termómetro

Principal enemigo del "giro a la derecha"
La inflación, como sabemos, es un flagelo tremendo.
Pero es también de alguna manera un vaso comunicante entre distintas clases sociales. Porque tiene efectos muy nocivos sobre la suerte de los pobres, aunque es una fuente de preocupación discursiva casi exclusivamente de los ricos.

Así, es común ver a señores multimillonarios y con grandes intereses de negocios en cuya representación suelen manifestarse, que hacen un alto en su actividad lobbystica para expresar su preocupación sobre un tema tan uritcante como éste.
A esta situación nos llevaron los kerner: a que personajes siniestros como Cristiano Ratazzi, Miguel Ángel Broda o Luis Betnaza, a quienes cobrarles un impuesto puede ser más difícil que afanarle una banana a un chimpancé, se desentiendan momentáneamente de su tarea y muestren una inédita preocupación por los efectos nocivos que el "impuesto inflacionario" tiene sobre el poder adquisitivo de los asalariados y los pobres (que por culpa de los kerner y los gobiernos anteriores, en un ítem en el que sí puede establecerse líneas de continuidad entre los "modelos", no siempre son lo mismo).

En este lapsus de altruísmo, no habitual en hombres de negocios, suelen éstos y otros personajes parecidos recurrir a metáforas. La economía es una ciencia que en su etapa divulgatoria hace proliferar las metáforas, tal vez como reminiscencia poética de personajes que quieren en su fuero íntimo que se los considere sensibles, a diferencia de la representación social que se ha hecho sobre ellos (los hombres de negocios y sus justificadores científicos, los economistas) de que son personas frías.
Así, desfilan la "frazada corta" (sustraída al periodismo deportivo), "la foto y la película" y también "la fiebre y el termómetro".

En este último caso es frecuente escuchar alocuciones como la siguiente: "para 2007 cuando al paciente le empezó a subir la fiebre, el gobierno, en lugar de intentar bajarla, decidió romper el termómetro, interviniendo el INDEC".

Pero lo curioso del caso es que dos frases más tarde, y ante la eventual pregunta de qué habría que hacer con la inflación, los mismos analistas deciden con tono de respuesta definitiva e indubitable: "lo primero es recuperar la credibilidad del INDEC".

O sea, la importante infección que estaría provocando, como síntoma, la suba de la fiebre, ante lo cual el gobierno decidió romper el termómetro, para ocultar el síntoma y por ende no atacar la infección que la causa, se solucionaria de manera muy sencilla.

Habría que hacer las previsiones presupuestarias necesarias para definir las partidas a utilizar en pos de conformar una delegación de notables expertos que determinen con carácter urgente la necesidad imperiosa de realizar una expedición en busca de una farmacia en la cual se decida la adquisición de manera impostergable de una herramienta de medición adecuada para la situación que impera.

De modo que la terrible infección desaparecería, al parecer, con la simple compra de un termómetro nuevo.
Me parece que detrás del festival de contratos de auditoría, revisión y desarrollos técnicos que supondría tal tarea nos están ocultando el verdadero tratamiento: la administración de importantes dosis de corticoide, única droga reconocida por la medicina oficial de occidente para combatir este tipo de infecciones.

Y da para pensar lo impresentable que será el tratamiento, como para que suene más dulce la promesa de instalar con fondos públicos un maxikiosco de usufructo pleno por parte de una corporación profesional.

7 comentarios:

Un Curioso dijo...

Qué magnitud mide la economía ???

chacall dijo...

Tres puntos plantearía (que no me parece para nada reaccionarios).

1. Si tenés un problema y querés mejorar, no podés mejorar lo que no controlás, y no podés controlar lo que no medis (como sabés si está dentro de lo que estipulás o no si no lo medís).

2. Al estado de arte de la tecnología actual, lo único que haría para que el INDEC sea más creible, es que abra las bases de relevamiento (por lo menos un desglose en excel de producto relevado, precio mínimo máximo y promedio), a partir de ahí no necesitás notables ni nada, si el indec me dice que la leche de 1 litro en sachet sale 2.25 o 5.25 distinta va a ser la credibilidad que le otorgo (independientemente que lo diga moreno o el papa francisco). Ejemplo: https://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/download/54199/264899/file/cPrecios%20promedios%20Santa%20Fe.xls

3. Una de las alternativas para ser competitivo a la producción extranjera es la optimización de costos (el ejemplo extremo que se me ocurre es algo tipo ryanair que te mezquina hasta combustible)... y te digo que hacer costos con cambios de precios y cambios relativos (que algo que antes era el 50% del costo de tu negocio pase a ser el 10% o viceversa no es sencillo), te complica todo.

saludos!

chacall dijo...

Por las dudas fijate que santa fe te desglosa algunas cosas más:

https://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/download/159762/781439/file/csanta%20fe%20pcios%20promedios.xls

saludos!

Erkekjetter Silenoz dijo...

Lo que pasa es que sincerando el INDEC no bajás la inflación ya que opera sobre factores tales como la incertidumbre de algunos con un potencial aumento por especulación, y da pie para que cualquier salame con un chirimbolo binario con acceso a internet elabore un índice con mayores fallas que la del instituto. Y sin embargo se la toma como verdad revelada.

Y la joda de recurrir a "notables expertos" para el diagnóstico y cura del mal, "expertos" donde la filantropía no es la cualidad más reconocida precisamente.

De todas maneras, yo creo que cualquier empresario más allá de su tamaño, después de haber sobrevivido "la Terreur" K tiene claro su costo

Saludos

Norberto dijo...

Estoy de acuerdo en el punto 2 de Chacall, pero debo acotar que aún con el ENGHO desactualizado de Santa Fe, el IPC anda en el orden del 16% o menor, y como dice Silenoz, tanto los empresarios, que lo disimulan, como el gobierno tienen muy claro el IPC real y los costos.
Por otro lado el principal componente de los precios de vidriera hoy es el alquiler del local, cosa que no dicen sino disimuladamente como cuando la Fundación Protejer dice que el costo de producto es del 15 al 17% de dicho precio, y que en las marcas la principal razón son las leoninas condiciones de los Shopping Centers en este tema, que extienden a que no se puedan vender las prendas a menor valor fuera de ellos.
Ahora si creen que la mentira solo es nuestra, que miren esto, que es adicional a que desde que existe el euro y hasta la crisis los precios de España e Italia no tenían nada que ver con la inflación publicada

http://economia.elpais.com/economia/2013/05/01/actualidad/1367435684_161465.html

Nosotros somos Ella, abrazos

Ricardo P. Natalucci dijo...

¿CUÁL METÁFORA USAR?, ¿CUÁL TERMÓMETRO COMPRAR? (primera parte)


1) Lo que se conoce como “intervención” al INDEC de Argentina, a fines de enero de 2007, se produjo porque los directivos del INDEC se negaban a cumplir la orden presidencial de corregir una grave distorsión que había en el método de cálculo del IPC (Índice de Precios al Consumidor).

2) El entonces presidente de la nación, Néstor Kirchner, se había enterado de la existencia de esa distorsión paradójicamente por una denuncia que había sido publicada en el periódico Perfil por el periodista opositor Jorge Lanata.

3) La denuncia de Jorge Lanata [1] explicaba que esa distorsión (que técnicamente se llama sesgo plutocrático), favorecía los consumos exclusivos de las minorías más ricas.

4) Los que sostienen que hay que “devolverle” la credibilidad al INDEC ocultan el problema del sesgo plutocrático (que es un asunto totalmente comprobado) y ocultan la existencia de ese artículo de Jorge Lanata (artículo cuya existencia es fácil comprobar también) porque saben que si eso sale a la luz del gran público se les cae el uso que les están dando a la metáfora de la fiebre y el termómetro, y se les caen las acusaciones contra la intervención al INDEC, y surge la punta del ovillo que lleva a la verdad, y la verdad es que no es que los Kirchner hayan roto un termómetro para disimular la fiebre, sino que los Kirchner decidieron que en una democracia hay que medir la inflación que sufren las personas con un termómetro democrático, y que los que se oponen a que se use un termómetro democrático son quienes comenzaron a difundir en enero de 2007 y como represalia contra la decisión de los Kirchner, índices en ese momento artificialmente elevados, sabiendo que la difusión mediática de esos índices artificialmente elevados se iría convirtiendo, por un efecto que se llama “profecía autocumplida” en un verdadero aumento de la inflación. Lamentablemente hay kirchneristas que también piensan que hay que ocultar el origen de la intervención al INDEC porque decir la verdad sería, según ellos, darle importancia a alguien como Jorge Lanata, y no se dan cuenta de que decir la verdad significaría en todo caso demostrar con hechos que Jorge Lanata criticaba al gobierno kirchnerista por una distorsión que venía de administraciones de gobiernos anteriores, y que luego criticó a los Kirchner por encarar la corrección de esa distorsión.

Ref.: 1) http://www.indec.com.ar/LanataT20060409ElIndecdeYrigoyen.pdf

Ricardo Patricio Natalucci
DNI: 8.464.942
Estudioso del problema mundial del sesgo plutocrático
Ex supervisor de campo del INDEC (1980-1982)
Ex supervisor de metodología y fórmulas de cálculo del IPC del INDEC (1982-1985)
Ex asesor de la Secretaría de Planificación de Presidencia de la Nación (1986-1991)

Ricardo P. Natalucci dijo...

¿CUÁL METÁFORA USAR?, ¿CUÁL TERMÓMETRO COMPRAR? (parte 2)

Ahora que expuse el concepto central, puedo pasar a analizar el artículo que firma Mariano Grimoldi en el blog yendoamenos.blogspot.com [2], y alguno de los comentarios.

A Grimoldi no parecen gustarle las metáforas, pero así como la culpa no es del chancho sino de quien le da de comer, la culpa no es de las metáforas, sino del mal uso que a veces se hace de ellas. En este caso, por ejemplo, el problema no es la metáfora de la fiebre y el termómetro como descriptiva de la inflación y el IPC (la metáfora es buena), sino que algunos vengan utilizando esa metáfora para volver a imponer la metodología plutocrática, y otros se sumen a ellos por fines meramente opositores y oportunistas.

Por su parte quien firma “chacal” dice de sus propios tres puntos que no le parecen reaccionarios. Y claro, lo reaccionario -voluntaria o involuntariamente-, no es lo que “chacal” allí dice, sino lo que “chacal” allí oculta o ha olvidado, ya que “chacal” sabe o supo del problema del sesgo plutocrático (salvo que se trate de otro “chacal”) y allí lo oculta u olvida, y el hecho de ocultarlo (u olvidarlo) cambia todo, o al menos cambia la cuestión de fondo. Por ejemplo el concepto de su punto 1 es válido, al menos para cuestiones cuantificables, pero el tema no puede abordarse en términos de medir o no medir, sino que en el caso de medir hay que medir sin distorsionar, y el sesgo plutocrático que había en la canasta del IPC y en la selección de los negocios es -como su nombre lo indica- un sesgo, y un sesgo en estadística es una distorsión. Para volver a la metáfora, medir tal como se hacía con un termómetro que cuando aumentaba la fiebre de los pobres indicaba 37 grados centígrados y cuando bajaba la fiebre de los pobres indicaba 41, hace pensar si no es preferible romper ese termómetro hasta que pueda ser cambiado por otro que marque la temperatura sin sesgos.

Con su punto 2 estoy de acuerdo -tal es así que ese es uno de los puntos centrales de mi proyecto de ley de estadística que está publicado en Internet [3]-, pero nuevamente hay que hacerlo en un contexto de consolidación por ley del carácter democrático que debe tener un IPC.

Ref.:
2) http://yendoamenos.blogspot.com.ar/2013/10/las-recetas-anti-inflacionarias-y-la.html
3) http://www.indec.com.ar/proyectoinade.php

Ricardo Patricio Natalucci
DNI: 8.464.942
Estudioso del problema mundial del sesgo plutocrático
Ex supervisor de campo del INDEC (1980-1982)
Ex supervisor de metodología y fórmulas de cálculo del IPC del INDEC (1982-1985)
Ex asesor de la Secretaría de Planificación de Presidencia de la Nación (1986-1991)