lunes, 15 de julio de 2013

Y qué pensará Massita de los Qom?

Todo empezó con un chiste:
El kirchnerismo logró que quienes gastaban sus energías en evitar la extinción del oso panda o la caza de ballenas por la flota japonesa, hoy se preocupen por las viviendas y los alimentos de los tobas de Formosa.Otro logro de la "década ganada". Argentina, un país con buena gente.
Que más que buscar el destaque del Gobierno nacional en este aspecto, se burla un poco de cierto cyberactivismo de las causas nobles silenciosas y faunísticas.
De la mano del glamoroso término Qom, que reemplaza al originalmente peyorativo toba, que aparte suena mucho menos abrazable ya que carece del valor agregado de la novedad, del descubrimiento, del aprendizaje autocomplaciente, y como corolario de esa furtiva operación de marketing se expresan sentimientos nobles y solidarios para con algunas comunidades indígenas que como reclaman tierras en la lejana Formosa quedan exentos de la acusación burguesa de borrachos y vagos, que sin embargo afecta implacablemente a nuestros hermanos collas y guaraníes que llevan a cabo el mismo reclamo, pero en el lugar "equivocado": Capital y GBA.

Pero bueno, un chiste y las indignaciones que este puede generar como respuesta a lo mejor sirven como punto de partida para la expresión de ideas con pretensiones más altisonantes.

Y entonces, encaramos la reflexión sobre el "problema indígena" y el lugar que el kirchnerismo ocupa en la evolución histórica de este problema.

Podemos empezar por reconocer que el problema indígena que cuenta unos 500 años en América latina y que en Argentina existe desde que existe esa cosa llamada Argentina, ha tenido una evolución histórica que lo ubica hoy en un lugar de centralidad en los debates públicos que no lo había tenido nunca.

Y eso es un mérito (¿limitado? si, por supuesto, pero mérito al fin) del actual gobierno que es mucho más permeable que cualquier antecesor a dar respuestas a planteos que intentan darle solución a este cúmulo de problemas históricos. Yo tengo para mí una explicación a esto. El kirchnerismo es burgués, pero con culpa. Y en esa debilidad se abren las grietas que permiten las filtraciones de determinadas demandas cuyas soluciones encuentran un punto medio más radicalizado que el que requeriría el status quo burgués para la reproducción de las relaciones de poder sobre las que se asienta.

Muchas de las demandas de las comunidades indígenas llevan curso institucional a través de la acción del INAI. Lógicamente, esas respuestas tienen las limitaciones propias del accionar de las instituciones del estado burgués. No le vamos a pedir al estado que se desconstruya a sí mismo.

Los que tengan visiones más radicalizadas respecto de esta red de problemas y su resolución, entonces, es inútil que le pidan al gobierno. Que, como depositario del accionar legitimado en la institucionalidad burguesa intentará sintetizar el conflicto sin salirse de ese campo conceptual.
 Porque el gobierno tiene un campo de acción limitado al marco en el que lo coloca la institucionalidad del estado burgués. El que quiera revolución tiene que hacerla, no solicitarla a través de petitorio con exigencia de votante o cliente, para que la hagan los funcionarios que el "pueblo eligió para que lo representen".

Bueno, dentro de ese marco de institucionalidad burguesa, los avances en estos diez años en relación a la resolución de conflictos que atañen a las necesidades de las comunidades indígenas fueron mucho mayores a los de todos los períodos anteriores. O mejor dicho, el intento de sintetizar los conflictos derivados de estos problemas ha tenido una consideración mucho más amplia respecto de las demandas indígenas en relación al posicionamiento histórico burgués occidental de considerar la anulación lisa y llana, o posteriormente la marginación y la exclusión del área a la que dan alcance las asistencias estatales.

Pero tal vez esta decisión de insertarse en un proceso de resolución es lo que determina que al kirchnerismo se le reclame por la inconclusión de dicho proceso.
Para decirlo en otros términos: al alfonsinimo o al aliancismo nadie le remarca como defecto no haber resuelto el problema indígena. Ni sabemos qué actitud tuvieron frente a él. Ni lo abordaron, al menos de manera visible. Los saturaron otros problemas. La incapacidad de mostrarse proactivos respecto del problema indígena pasa totalmente desapercibida en el análisis de administraciones cuyo umbral de ineficacia los encontró mucho más cerca de la puerta de entrada en el largo pasillo de la historia.

Algo parecido a lo que puede decirse sobre la limpieza del Riachuelo (por nombrar algo, a modo ilustrativo). El kirchnerismo no solamente encaró esos problemas históricos, sino que lo hizo con culposidad burguesa (o sea, la forma inversa, contraria, a como los encaró el menemismo). Se mostró permeable a darle soluciones impensadas en el marco del estado burgués y por ello terminó subiendo el piso de las demandas, no tanto de los afectados directamente por el problema, sino más de los espectadores y analistas.

La perspectiva histórica seguramente modificará las visiones que se imparten sobre el tema en la actualidad. El kirchnerismo será el gobierno que mayor cantidad de soluciones aceptables aportó a los problemas de las comunidades indígenas, y sus detractores en este sentido habrán sido un poco injustos, según la mirada de los años por venir.
Pero el tiempo de la política es hoy: el rédito político se cobra al contado, o no se cobra nunca.

7 comentarios:

daniel z dijo...

Coincido en todo.Yo agregaria que aqui juega un papel determinante la astucia politica de Felix Diaz que ha sabido utilizar el conflicto Gobierno/Clarin para poner la problematica de su comunidad en el candelero.Supongo que lo ultimo que quiere Felix es que se termine el kirchnerismo,para ellos seria volver al ostracismo.

il Postino dijo...

Muy Buen post muchachos. Abrazo.

Udi dijo...

El que quiera revolución tiene que hacerla, no solicitarla a través de petitorio con exigencia de votante o cliente, para que la hagan los funcionarios que el "pueblo eligió para que lo representen".
Muy bueno,Mariano, lo tendré muy en cuenta. (Eufemismo por "lo robaré sin citar")
Abrazo

guido dijo...

Ojo, en reclamos concretos ligados a tierras y a reconocimiento jurídico también con Menem avanzaron mucho.

Cometés cierta injusticia, creo, con la alianza y el alfonsinismo. Ellos no apuntaron a la resolución de ningún problema en general, no de este en particular.

Esteban dijo...

En lo del riachuelo doy fe que se está en un pariodo como el que vos marcás. El año pasado fui becado para hacer un programa que se llama Amartya Sen, los topicos son sobre desarrollo local, RSE, trabajo esclavo, trata, ONG. Vinieron todos los conocidos que financian a Lilita, también vinieron de las multis, vino grobocopatel. Digamos el programa de una persona in de clase media porteña.
Ahora como un tópico importante era medio ambiente, más que el año pasado fue el Famatina no se toca, a Acumar se le ocurrió hacer un congreso a nivel nacional y que vayamos todos los cursantes de este programa, a hacer de veedores del proceso.
Ahora para la impresión de la mayoría de los cursantes, tendientes a descreer del Estado y creer mucho en las ONG, fue un impacto, vieron un programa que funcionaba. Recorrimos la vera del riachuelo, constatamos la recuperación del camino de sirga, las estaciones ambientales saludables, y como somos todos entre economistas y contadores vinieron a explicarnos como hacían las reformas de las empresas contaminantes, como se las financiaba, cuanto se había ejecutado, como los apretaban con que "se me queda sin laburo la gente", etc.
Ahora la cuestión es que el funcionamiento de este programa, o sea devolverle algo de salud a las miles de personas que viven a la vera del riachuelo es un logro de esta gestión. Que termina entre la pelea de una ONG como greenpeace, que ve que un estado más presente hace que su utilidad como denunciante pierda lugar(se discutió muy fuerte en el programa la relación ONG-Estado interventor), la oposición al Estado Nacional, encarnada en esto por el PRO que intenta llevar adelante una política verde completamente marketinera, que no llega a nadie o casi nadie, pero que la gente la ve positiva aunque no la vea.
Acumar y el kirchnerismo golpea en el corazón de las ONG y da un golpe mortal a las ideas marketineras de facultad privada, ya que realiza a fondo sin parafernalia.
Saludos.
Esteban

Abel B. dijo...

Mariano:

Llego un poco tarde a este posteo, pero no quería dejar de comentarlo. Porque una de tus asunciones me hace un poco de ruido "El kirchnerismo es burgués, pero con culpa".

¿No te estás refiriendo al sector progresista o de "centro izquierda" que es una parte de la coalición oficialista?

Te señalo esto porque pienso que el kirchnerismo es la etapa actual del peronismo. Y el peronismo hasta puede ser calificado de "burgués", de acuerdo a algunos esquemas. Pero "con culpa"?

Abrazo

Mariano Grimoldi dijo...

Abel: el razonamiento (si se puede decir que se trata de eso y no de un impulso un poco irreflexivo) vendría a tener el siguiente derrotero.
El estado es burgués. Por lo cual el ejercicio político de conducir las instituciones estatales burguesas necesariamente es ordenado por las prerrogativas de no poder traicionar ese fundamento. Algo así como pensar que el carácter irrenunciablemente burgués de las instituciones estatales excede el margen de acción política de quienes ejercen la representación soberana. Digamos, para el que tiene la responsabilidad de gobernar estas instituciones y con esta correlación de fuerzas ser "burgués" es casi una fatalidad.
Bueno, en ese marco, el kirchnerismo mostró cierta culpabilidad al asumir algunas de esas tareas irrenunciables, y se volvió permeable a reclamos que quizás interfieren con el ideal de la burguesía a la hora de darle solución a los mismos.
Los reclamos indígenas son uno de esos puntos. La actitud de las fuerzas de seguridad ante piquetes u ocupaciones de territorio también. Donde más allá de ciertas tensiones contradictorias los resultados del accionar estatal en estos años estuvieron en el subóptimo del ideal burgués.
No sé si es del todo riguroso lo que estoy diciendo. Soy medio desbocado a veces, Abel, y vos solés preferir la reflexividad.
un abrazo