domingo, 14 de julio de 2013

El pastor (alias, el caudillo sensible)


El pastor semi-Kirchnerista nos promete que mantendrá todo lo bueno pero cambiará todo lo malo.

Y dicen las sagradas escrituras de las encuestas que nos encomendaremos a la sanación que nos promete el pastor, también conocido como el caudillo sensible. Que enseña amor y humildad por tele, dándonos generosamente las claves del futuro, de "lo que viene", que le han sido comunicadas por el don celestial del carisma. Desde Perón que no aparecía alguien así.

Disolverá, dicen, el campo simbólico en que se apoya "el negocio del país dividido" para traernos lo nuevo. Que consistiría, según intuyo, en restaurar el negocio del país unido a base de someter a las minorías que no se conforman con la unidad y prefieren los conflictos y la confrontación, tan incómodos para quienes hacen negocios cuando el país está unido, y los ven amenazados cuando el país se divide.

El pastor nos trae la paz y la unidad de los negocios en manos de quien corresponde. Como fue siempre.
Preocupa un poco cierto misticismo que crece en torno al pastor. Que insiste con la llegada de "lo nuevo", y con la anulación prematura de "lo viejo".
El futuro nunca llega un día antes. Y el problema de irse en seco es que siempre se acaba afuera.

Igual, confiamos en que la sabiduría del pastor sabrá encolumnar ciertos excesos.
Amén.

2 comentarios:

OMIX dijo...

Me hiciste acordar a nestor en 2004/5 cuando no tenía mucho para decir

Mariano Grimoldi dijo...

Sí, OMIX. Yo le tengo fe. No me olvido que es el que le presentó a Néstor al que había su pollo en ANSeS y juntos le llevaron la propuesta que para mí es la mejor medida del kirchnerismo: abolir las AFJP y rearmar el sistema jubilatorio de reparto, que permite entre otras cosas, la movilidad jubilatoria, la tarjeta Argenta, el PROCREAR, etc.
Claro que a lo mejor Massa ahora preferiría que nadie se acuerde de eso.
Un abrazo