martes, 2 de octubre de 2012

La "jauja cambiaria".


Las "estrategias comunicacionales" gozan desde hace bastante tiempo de una alta valoración en el análisis de la política. Y la verdad es que en la defensa de cada estrategia adoptada existen argumentos de peso. No voy a discutir la estrategia político-comunicacional del Gobierno, como un todo, porque no alcanzo a darme cuenta, con los elementos limitados con los que cuento en el campo teórico, de cuál es su dirección.

Lo que sí creo es que cada persona además, a la hora de comunicar, le aporta su impronta personal a lo comunicado, y entonces ahí, dentro de lo que sería una misma estrategia, aparecen diferencias.
Hay dos funcionarios del área económica que expresan análisis de la realidad que suelen gustarme. Uno es Kicillof.
La otra es Marcó del Pont. Mejor comunicadora y analista que funcionaria, quizás. Ayer, en la inauguración de las Jornadas monetarias y bancarias (según Ámbito) dijo, por ejemplo:
 Argentina "no aceptó pasivamente los efectos de cola" del precio de la soja y la mejora en los términos del intercambio, y limitó el ingreso de capitales de corto plazo, con lo cual evitó "la apreciación y la volatilidad cambiaria, así como la reprimarización de la estructura productiva".
 "Al no tener políticas de metas de inflación pudimos evitar la apreciación nominal de la moneda, y la contrapartida, quizás, fue que tuvimos tensiones en los precios internos mayores que otros países que si apreciaron su tipo de cambio"
Quienes pasan a visitar este blog sabrán que hay una coincidencia entre esa visión y la que habitualmente expresamos acá sobre el núcleo de la tendencia de los aumentos de precios internos. Pretenciosamente, hablamos del "dilema de los países emergentes": apreciar nominalmente y con alza de las tasas de interés, o apreciar en diferido vía inflación.

Como todos sabemos, coincidir con la opinión de alguien hace que a partir de eso lo evaluemos (a ese alguien, en este caso Marcó del Pont) como un buen analista.
El dato que me causa cierta perplejidad es que es la primera vez que leo que algún funcionario comenta sobre la cuestión cambiaria en este sentido.
Y tiene que ver, creo, con que para opinar lo que opinó Marcó del Pont es necesario partir del reconocimiento de la existencia de tensiones internas en los precios, extraordinarias respecto de lo que se da en países que enfrentaron las mismas condiciones externas con otras herramientas. Y tener el coraje necesario para sostener que el esquema con inflación no es peor, sino mejor, que el esquema anti-inflacionario.

Lo que digo es que me parece que Marcó del Pont no comete el pecado que comete Cristina cuando habla de economía, que es el de creer que la existencia de algún inconveniente es producto de la aplicación de políticas erróneas. Y por lo tanto se pone a la defensiva, y queda a un paso de la negación de la evidencia.

Salto hasta aquí a propósito. Porque Cristina se ha encargado últimamente de discutir sobre la utilización del concepto "cepo". Digamos, es anecdótico si se lo llama cepo o se lo llama de otra forma. El tema es que la discusión semiótica coloca a Cristina en negadora de la existencia de una política integral de control de cambios.
Marcó del Pont, también fue más franca al hablar de esto sin pruritos.
"Es casi de sentido común que un gobierno que aspira a consolidar este proceso de crecimiento tenía que abordar la cuestión de la fuga de los propios argentinos, para evitar los impactos negativos"
Es decir, directamente y sin rodeos: sí, tomamos medidas de control de cambios. Las mismas tienen impactos negativos, por supuesto. Pero sirven también para evitar otros impactos negativos que consideramos peores.
Y listo, macho.

El control de cambios se justifica sencillamente si nos despojamos del prurito de no asumir los problemas existentes, de los cuales no está exenta ninguna política económica, ninguna medida en particular.
En el 2012, se dio una especie de tormenta perfecta, con factores externos e internos que provocaron un achicamiento de la disponibilidad de dólares en la economía argentina. Casi la totalidad de esos factores caen fuera de control de la capacidad de acción del gobierno.
El resultado de esa tormenta perfecta es: menos oferta de dólares, y más demanda de dólares. Al mismo tiempo.
Una situación así, en condiciones abiertas de mercado ajusta por precio. Al alza.
El tema es que entonces, para evitar una devaluación brusca (y encima coyuntural y reversible rápidamente, es decir de alta volatilidad) que empeorara la situación de todos los argentinos con ingresos fijos en pesos y dejara condiciones propicias para un peligroso recalentamiento de la inflación, se optó por hacer un ajuste, sí, ajuste, pero restringiendo el acceso a dólares para ahorro, bienes importados y turismo externo, a sectores con poder adquisitivo de medio hacia arriba.

O sea, entre bajarles el salario al 80% de los argentinos, y esconderles los dólares al 20% más rico, elegimos el la segunda opción. Listo. No hay tantas vueltas.

A pesar de eso, Cristina dijo algo que es cierto. En Argentina, había una "jauja cambiaria", cuando una persona podía comprar dos millones de dólares por mes sin dar explicaciones de para qué los quería ni de dónde había sacado la guita para comprar.
En cualquier país del mundo, por más libre que sea el mercado cambiario, en una operación así sin justificar, te abren una investigación por lavado de dinero.
También es verdad que el kirchnerismo no se preocupó por la "jauja" hasta que los dólares escasearon.

Es de "sentido común" (diría Marcó del Pont) sin embargo, que la "jauja" una vez abolida, ya no vuelve.
El año que viene, con más dólares y menos necesidad oficial de dólares, los límites se volverán menos rígidos, se liberará la canilla un poco para quienes quieran comprar para ahorro (con límites en la cantidad, como al inicio del control). Pero seguirán los cargos a las compras con tarjeta y seguirán sin venderte para operaciones inmobiliarias, por ejemplo. Principalmente seguirán las declaraciones juradas para justificar el pedido de autorización de compra.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

De estas medidas no se vuelve atras, hasta que no haya cambio de gobierno. No importa si son racionales o no. Es una cuestion politica.

Por otro lado, la protesta contra el dolar, creo que no estaba motorizada por individuos que querian comprar 2 millones de USD, sino por pequeños ahorristas, que con suerte, si compraban 1000 USD por mes. Como mucho.
Ahi no se donde estaba la jaula...

Mariano Grimoldi dijo...

Las jauja es que no te pregunten de dónde sacás la plata y para qué querés los dólares. Sea la cantidad que sea.
Después, obviamente, los controles en una situación problemática, apuntan a mucho más que la "jauja". Son controles de cambios, frente a una situación excepcional de fuga.
Ahora bien, con el gobierno que sea, a la situación de "jauja" no se vuelve más.
Saludos

wal dijo...

La racionalidad economica de las medidas economicas del gobierno no es percibida por parte de la poblacion mas informada, porque sus parametros de evaluacion de los efectos de esas medidas estan sesgados por el prisma de 40 años de neoliberalismo. Desmontar ese sentido comun construido durante decadas es parte importante de la "batalla cultural".
Ahora si aceptamos no adoptar la politica de metas de inflacion, decision a la que adhiero, tambien hay que reconocer sus costos; la mayor inflacion y el retraso del tipo de cambio que genera. Y con ello las reacciones de quienes tienen el reflejo defensivo de comprar dolares como resguardo de sus ahorros.
La implementacion de alternativas al dolar para esos medianos ahorristas es uno de los principales deficit de la politica economica.

Wal


Leandro dijo...

La "jauja" ademas se expresa por esos pequeños ahorristas que, como mi amigo, compraban 10000 dólares todos los meses en el mercado oficial, para venderlos en el mercado negro haciendo una diferencia. Sin declarar de donde salia la guita ni para que la querian, obviamente. Y sin declarar, obviamente, la ganancia que la operacion en negro le daba.
Claro, mi amigo anda recaliente con las restricciones cambiarias. Y más se calienta cuando le recuerdo que lo que el hacia era UN DELITO, y que lo ultimo que falta es que nos quejemos porque el estado no nos deja cometer delitos. Y mas todavia cuando le recuerdo que eso si, ante cualquier delito que cometa "cualquier negrito" que se punguee una billetera, él es el primero en pedir juicio sumario, condena y ejecución, o perpetua si no se logra la pena de muerte.

La "jauja" esta expresada en los miles de "pequeños delincuentes" evasores como mi amigo, que cometen delitos de hormiga CONTRA SU PAIS, operando contra la moneda, en busca de una ganancia facil, y pretenden que el estado se los deje cometer sin ninguna intervencion, porque ellos, por ser clase media alta, tienen DERECHO DIVINO a enriquecerse como sea, aunque sea delinquiendo y a costa de dañar a la mayoria de los ciudadanos.

el pincha dijo...

excelente post y buenos comentarios. los eximo del mío ya q de no esforzarme no aportará mucho.
hot estoy haragan.

abrazo

oti dijo...

La mayor parte de la fuga no está en lo que puede hacer la clase media, incluso alta, sino que está en el funcionamiento del comercio exterior y del sistema monetario mismo.

Hay toda una masa de U$S negros, provenientes de toda clase de maniobras con las exportaciones, que ni siquiera se liquidan. Esta masa es dificil de estimar pero hay muchos indicios que permiten reputarla como muy importante.

Sería bueno ver la evolución de la fuga total desde antes del control de cambios hasta ahora, para evaluar la efectividad de las medidas. Si mal no me acuerdo en el período inmediatamente anterior al control de cambios la fuga se calculaba en alrededor de 1.500 millones x mes, no es así?

oti dijo...

Me olvidé de decir muy bueno el post.

Mariano Grimoldi dijo...

Oti: es cierto lo que decís, pero en cuanto a lo que señalás sobre el comercio exterior, por ejemplo (o la contratación de servicios en el exterior también) esos dólares no entran en ninguna estadística sobre fuga, porque no entran al país o salen camuflados como otro tipo de operación (importación de bienes, o de servicios, o remesas, etc.).
Fijate el caso de la contratación de servicios en el exterior (operación sólo hecha por empresas, no por particulares): se aprueban alrededor del 30% de las solicitudes. Esa es una vía de egreso de divisas que está bastante tapada por medidas de fiscalización (no estrictamente control de cambios), pero que no afectan a lo que se llama fuga (que es estrictamente "formación de activos externos"), sino que son parte de la cuenta corriente (o importaciones, o regalías, remesas de utilidades, etc.)
Saludos

Gaston dijo...

Sería interesante alentar el ahorro en moneda nacional, pero claramente antes habría que resolver un tema sin el cual se torna imposible que es la inflación.

uno dijo...

Muy bueno el post. Algunas cuestiones:

La explicación de la inflación como un fenómeno producto del sostenimiento de un tipo de cambio alto me parece razonable hasta hace unos años, pero no totalmente para los últimos. Si la inflación era la forma de apreciar el tipo de cambio, por qué ahora que la presión es hacia una depreciación del tipo de cambio la inflación sigue igual? Solo inercia o hay otros fenómenos?

Con respecto a la compra para atesorar, el otro día escuchaba a alguien decir: "no podrían dejarnos comprar al menos 500 dólares por mes?" Y me puse a pensar cuánto sería eso. Suponiendo 1 millón con capacidad de ahorrar esa cantidad da 500 millones de dólares por mes, o 6000 millones de dólares al año. Si tenemos en cuenta que la meta de superavit comercial para este año era de 10000 millones, nos da una idea de lo que representa esa avidez por los dólares. Se me ocurre que se podría explicar un poco mejor todo esto, y hasta proponer alguna ecuación que permita comprar hasta un porcentaje dado del excedente mes a mes. En este momento sería 0, pero si un mes hay más dólares se podrían comprar por particulares. Esto a su vez le sacaría presión al central si se diera vuelta la cosa y un mes "llovieran" dólares, para que no tenga que meter tantos pesos al mercado.

Por lo demás la moraleja de todo esto es lo frágil que es sostenerse en una estructura industrial que no genera divisas autónomamete. Gran parte de los esfuerzos deberían apuntar a esa falencia pienso.

JP dijo...

Cumpas acabo de leer este posteo en el blog NADA ES CASUAL (puede que sea una falsa alarma pero mejor estar atentos, y mucho más en medio de este clima enrarecido) :

http://nada-es-casual.blogspot.com.ar/2012/10/8n-saquemos-la-careta-los-hijos-de-puta.html


Es preferible difundir esto y estar preparados para bancar a nuestro gobierno. Recuerden Ecuador, Paraguay y Honduras.

MAGAM dijo...

Muy bueno el post y comparto las apreciaciones en general.

Solo recalcaría que la apreciación real del tipo de cambio (vía inflación) viene por esa ansiedad del gobierno de fogonear (no de la mejor manera) la “demanda agregada”.

Porque cuando hablamos de “demanda agregada” tenemos que preguntarnos seriamente ¿de qué bienes y servicios estamos hablando? ¿provenientes de donde?

Y como no lo pensaron antes, o no lo entendieron, tienen que empezar y continuar metiendo parches.

Pero admito que podría estar mucho peor llevado el asunto. Y hay medidas que me parecen espectaculares y las hubiera aplicado aunque sobraran los dólares. De hecho deberían sobrar, pero no se aplican los mejores incentivos.

En cierta medida estoy de acuerdo con restringir el ingreso de “capitales”, pero no está llevado de la mejor manera. Mediten sobre lo siguiente, no les parece increíble lo que cuesta tener un saldo comercial de unos 10.000MU$D, y ver que se inyectan en el globo 40.000 por mes. Por supuesto, la maquinita de imprimir no es nuestra, pero ¿no les parece que como comerciantes de divisas no estamos sacando todo el provecho que deberíamos?

Muchos no terminan de entender a lo que apunto, que soy ambiguo, por supuesto que el tema es un poco complejo, más que complejo hay que coordinar distintos aspectos de la política económica para llevarlo a cabo, pero las palabras claves son “fondo soberano”. Queremos seguir produciendo acá muchas cosas y hay que devolverles la pelota, pero de una forma inteligente. Y a mediano plazo vamos a dejar de joder con la restricción externa, las ganancias de las empresas extranjeras, etc.

Pero el esquema es tan malo, que hasta hace un tiempito solo nos animamos a juntar verdes debajo del colchón y comerciar entre nosotros en verdes, lo cual es patético como sociedad. Pero el primer paso lo debe dar el gobierno, supongo que necesitan un poco más de imaginación.

Saludos

PD: Antes se inyectaba pesos principalmente para comprar dólares, ahora ya estamos pasando a adelantos al tesoro como el principal (inflación tradicional). Y eso no sería el mayor inconveniente, sino luego a que destina el gobierno esos pesos. Malos incentivos, muy malos incentivos.

Anónimo dijo...

si, si, si. Del todo de acuerdo. En el corto plazo me parte.

MAGAM dijo...

Uhhh!!!, silencio de radio, debo estar diciendo muchas boludeces inentendibles, Ja! Ja! Me tomo el atrevimiento de decir un par más.

El ingreso de capitales/papelesverdes se lo puede considerar como “un préstamo forzado” del exterior y con tiempo de devolución o repago indeterminado. Por lo tanto es preferible no tomarlo (que no vengan) si no sabemos ni tenemos los instrumentos adecuados para canalizar esas divisas. Que como todos sabemos, es mucho más posible que terminen yéndose en consumo de bienes finales importados y “suntuosos” y poco en inversión (afuera o adentro con bienes importados).

Así es la vida, meter demanda agregada, consumir, gastar, es muy fácil de implementar y de hacer. Ahora lo difícil es balancear con la otra pata que es la inversión y promover el desarrollo, el esfuerzo, ya sea en inversión, capacitación y todo lo relacionado. Incluso hay cosas que aunque tuviéramos todas las divisas del mundo, no podríamos producir inmediatamente, ya que hay tecnologías donde se necesita tiempo de maduración e infraestructura que no se crea instantáneamente.

Y ahora me pongo un poco más filosófico, en estos tiempos todos tenemos en mayor o menor medida una visión muy monetarista del desarrollo, pero el dinero no soluciona todo, de hecho en particular no me pueden capacitar si yo no estoy dispuesto a hacerlo, y no me imagino una sociedad desarrollada con poco conocimiento técnico. Podría serlo, pero sería un estereotipo muy distinto, y partiría de otro tipo de sabiduría. Pero hoy en día se ve poco de ambas.

A lo que voy, desde afuera no nos pueden desarrollar, necesitamos de incentivos internos adecuados, estoy convencido que el desarrollo surge desde adentro de una sociedad mediante la implementación de incentivos adecuados. Eso no quiere decir que no debamos aprovechar el mundo exterior para darnos un buen empujón, no hace falta que inventemos nuevamente la rueda, además somos 40M en 7000M y con la suerte (creo) de tener recursos naturales de todo tipo que en teoría nos debería dar una mano y facilitar mucho las cosas. Pero todavía ningún político encontró un modelo/esquema económico de incentivos y prebendas adecuado que me haga vislumbrar ese camino.

Este gobierno hizo mucho y parece tener buenas intenciones, pero creo que empieza a patinar y a apoyarse demasiado en las ideas de los iluminados políticos.

MAGAM dijo...

Y ojo, lo mencionado no tiene nada que ver con ayudas sociales para cubrir necesidades básicas, comparto 100% la política de jubilación para todos, ya que lo considero más como un seguro a la vejez, y los que tienen buenos ingresos durante su vida que lo capitalicen si quieren llegar a viejos con algo más que lo básico.

Lo que sí, como regla general, los políticos no se deben olvidar que cuando nos dan ciertos beneficios, no importa si lo tenemos merecido o no, nos acostumbramos a ellos y luego vamos a patalear mucho si los quieren retirar. Por lo cual se tiene que tener mucho cuidado con la frasecita “demanda agregada” y hasta donde se da.

Les juro que si tiran billetes desde helicópteros van a incrementar la demanda agregada, eso sí no creo que se incremente la producción para obtener papelitos que no se los aprecia. Recién hace poco están intentando incrementar y direccionar recursos a la inversión, no me parece que sea de la mejor manera, pero supongo que peor es nada, aunque tarde se empiezan a dar cuenta. Todavía le falta aprender a este gobierno que con la zanahoria atrás no se lo induce, eso solo hay que dejarlo para los que se acercan a la infracción.

Y lo otro que creo les cuesta entender, es que si bien estuvo espectacular (por muchos motivos) el esquema heterodoxo de unos años atrás, el mismo ya no tiene más combustible, no hay más margen para mayores apreciaciones cambiarias, por supuesto para mi gusto, pues está claro que es una zona de grises. El esquema actual es muy discrecional, y sobre todo “recauda” más de los que todavía pueden exportar (125 camuflada), pero crujen muchas economías regionales.

Uhh, que manera de escribir boludeces, no me di cuenta que se hizo muy largo. Disculpe Mariano, pero luego de la puteada que te mandaron unas semanas atrás creo que te bancas cualquier cosa, Ja! Ja!

Saludos

Mariano Grimoldi dijo...

No, Magam, está bien, comentá más. No me doy mucho tiempo para contestar, pero eso no quiere decir que piense que son boludeces.
Saludos