sábado, 27 de octubre de 2012

El fallo de la justicia independiente neoyorquina contra el desendeudamiento argentino.


Fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York en la que había caído la apelación argentina al fallo del juez de primera instancia Griesa, favoreciendo la postura de NML-Elliot, el fondo de inversión que compró bonos defaulteados por Argentina en 2002 a precio de remate, se negó a entrar a los dos canjes voluntarios propuestos por el país como forma de normalizar su deuda y litiga a nivel mundial y en todas las instancias que encuentra disponibles contra la Argentina, por ejemplo consiguiendo que se trabe embargo contra la Fragata Libertad en Ghana.

Lo caro que salen estas acciones (adornadas de lobbys políticos del partido republicano en EEUU, y de otros en otros países, cosa que difícilmente se haga "de onda"), casi que compensa la ganancia extraordinaria a obtener en caso de que el país se vea obligado a pagarles por el valor nominal de los bonos que tienen en cartera. Seguro estoy de que la cuestión es impulsada más por causas políticas que de negocios (salvo en lo que respecta a marketing de alto impacto). Y para Argentina también hay algo de esto.

El fallo de Griesa, confirmado ayer por la cámara, sostiene que Argentina debe darles trato igualitario a sus acreedores, de modo que cada vez que le corresponda pagar intereses por los bonos que otorgó a quienes se acogieron voluntariamente a los canjes de 2005 y 2010, debe abonarles también de modo proporcional a quienes mantengan en cartera bonos no canjeados, es decir, defaulteados.

Ahora la causa vuelve a manos de Griesa, quien deberá determinar qué se entiende exactamente por proporcionalidad, sobre qué base se calcularán los intereses y amortizaciones, y cómo deberá cancelar argentina esas obligaciones con los fondos de inversión llamados "buitres".

Además, la cuestión queda bastante bien abrochada, ya que se reconoce una especie de principio de co-solidaridad por parte de los agentes a través de los cuales se efectúan los pagos, haciendo que, de no autorizarse pagos a los buitres, pueda trabarse embargo sobre los fondos recibidos por esos bancos intervinientes, congelando los pagos de los bonos normalizados y haciendo entrar a la Argentina nuevamente en default. En este sentido la situación es compleja, y esto se reflejó claramente en las cotizaciones de los bonos argentinos en el mercado secundario, con caídas muy importantes. Esto último señala, simplemente, que los que operan los arbitrajes con bonos soberanos ven que a Argentina se le complica pagar y entonces consideran que comprar bonos argentinos es una inversión más riesgosa. Apenas una señal de la opinión de los grandes ahorristas e inversores financieros.

La Argentina tiene, sin embargo, la opción de prolongar la cuestión judicial, apelando pero ahora ante la Corte Suprema. Varios análisis del asunto sostienen que sería difícil que la Corte acepte el planteo argentino. Pero se ganaría algo de tiempo. La fecha más importante es diciembre, ya que se evitaría la aplicación del fallo para el momento de cancelación de los vencimientos más onerosos de este año cargado de vencimientos, que son los cupones PBI.

Además, vale insistir con la cuestión política. Los republicanos son más permeables a los lobbys de este grupo de fondos, de la American Task Force Argentina, y de los ignotos grupos que alguna vez invirtieron en alguna de las operadoras de compañías privatizadas, lo que les dio derecho a litigar (y ganar) contra Argentina en el CIADI (tribunal del Banco Mundial en el que Menem y Cavallo delegaron la soberanía judicial). De hecho, se sabe que la esposa de Romney tiene inversiones por un palo y medio verde en NML. Es probable que la campaña electoral, aparte de algunas desavenencias con el actual gobierno yanqui respecto del pago de sentencias por juicios ante el CIADI, hayan precipitado el endurecimiento de la justicia neoyorkina contra el país, en coincidencia (casualmente) con el incidente en Ghana, el endurecimiento farandulesco del FMI respecto del IPC, la negativa del Banco Mundial a prorrogar programas de financiamiento específicos y la renovación de las presiones para instar a la Argentina a renegociar el pasivo acumulado con esa entelequia llamada Club de Paris, apuros que les surgieron a los destacados miembros de la "comunidad internacional" (de cuyo nombre se arrogan pertenencia de manera prepotente) justo cuando Argentina frenó las remisiones de utilidades de las empresas europeas que "confían" en el país, o directamente decidió la expropiación de alguna de ellas.

Estos renovados bríos por hacer justicia de parte de la mencionada comunidad internacional se apoyan en el principio de Justicia independiente sobre el que se asienta el republicanismo, soporte a su vez indispensable del capitalismo democrático.

La Justicia independiente, contrariamente a lo que se piensa en Argentina respecto de esto, probablemente porque no tenemos la tradición democrática y republicana de los privilegiados del mundo, grandes exportadores de ideología y juridicidad, no tiene obligación de no interferir en las finalidades políticas, y es por eso que en determinadas situaciones las apoya y les da un empujón sutil, pero contundente, como en este caso.

Por supuesto que sin margen para culpar a Rodríguez Saá ni De la Rúa (porque no se les puede pedir que vuelvan a solucionar el problema y recién después entreguen el mando), el gobierno va a tener que empezar a diagramar una estrategia que desactive este ejercicio de sinergia internacional, probable ensayo de futuras operaciones.
Por ahí la chicana judicial de ir a la Corte hace ganar algún tiempo valioso. Hay que hacer lo que sea para pasar diciembre.
Y será necesario tal vez a partir de entonces jugar como aliados sutiles de los lobbys en favor de los tenedores de bonos europeos que quizás pronto necesiten renegociación, para lo cual un antecedente de dureza contra la Argentina podría complicar la situación de los países que propongan canjes, y después empezar a tejer negociaciones sobre algunos de los reclamos (principalmente, Club de Paris y juicios ante el CIADI), para romper el frente conformado casi de casualidad, atado con alambre, y sin perspectivas de ser demasiado duradero, pero que hoy confluye en una ofensiva variada cuyo fin parece ser el ahogo financiero.

7 comentarios:

Fede M dijo...

Es me parece que es el fondo de la cuestión. Cierto disciplinamiento de los próximos defaulteadores (Grecia, España, ¿Italia?) tomando como ejemplo a la Argentina.

uno dijo...

Pero los que aceptaron los dos canjes, no deberían estar de nuestro lado? Se quedarían de brazos cruzados si le pagamos a los buitres todo el valor de los bonos con los intereses correspondientes de todos estos años? Porque si mal no recuerdo en los dos canjes se prometió que no se podía pagar más a los que no aceptaban que a los que sí, y me imagino que los que no aceptaron deben reclamar muchísimo más que lo que cobran los que entraron a los canjes.

uno dijo...

Ah, por lo que leo acá:

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-206486-2012-10-27.html

Lo que piden es que se pague a los buitres como si hubieran entrado al canje:

"De tal manera, el fallo de Griesa le ordena a la Argentina que ante cada pago de servicios de los títulos emitidos en los canjes pague a los fondos buitre una suma actualizada de los intereses acumulados desde 2005, como si hubiesen entrado al canje. “Si el canje estuviese abierto, Argentina tendría el argumento de que hay canal abierto que atiende el pari passu entre todos los tenedores, hayan adherido o no a los canjes previos”, explicaron desde una consultora privada. Desde el Gobierno aseguran que cualquier reconocimiento a estos fondos, que “tuvieron oportunidad en dos megaoperaciones”, implica una violación a la práctica internacional en materia de reestructuración de deudas soberanas."

Pero si es así no podrían seguir reclamando los valores nominales de los bonos, ya sería demasiado.

Mariano dijo...

Uno: el que tiene que definir ahora qué significa proporcionalidad es Griesa, porque la cámara de apelaciones le devuelve la causa para que aclare eso.
Y es una posibilidad que esto funcione como un virtual ingreso al canje, porque si se les reconoce intereses como los de los bonos del canje, casi que no habría motivos como para no validar completa la operación de canje (es decir, el valor nominal de los bonos ajustarlo a la quita inicial de 75% + la indexación de estos años).
Otro de los temas que se debería renegociar es la retroactividad, con los criterios de los que entraron en el canje de 2010 (que cobraron algo de retroactividad de intereses a 2005).
Para todo eso Argentina tendría que reabrir el canje.
Todo eso puede llegar a pasar, pero Argentina lo va a dilatar lo más que pueda.
Abrazo

ANA dijo...

Un error ,se compraron ANTES DEL DEFAULT .La principal propagandista de la LIQUIDACION fué la chica especialista en finanzas.
Recomendaba comprar bonos ,como recomendación de índole financiera de entendidos ,de paises PROXIMOS A CAER EN DEFAULT.

ana dijo...

Estos tenedores consiguieron en un tiempo el loby de la sra Clinton.
En épocas de Zarcozy ,esta deuda sumada a la del CLUB DE PARIS servía para que este país EUROPEO presionara nuestra SALIDA POR INCUMPLIDORES DEL GRUPO DE LOS VEINTE.
PORQUE ,para poder regular el precio de la soja.Porque no temían que BRASIL lo impidiere.Porque a BRASIL lo han convertido ellos mismos en POTENCIA y -a veces y por acuerdo previo-suele votar como POTENCIA en contra de los paises en desarrollo.

ana dijo...

Estos tenedores consiguieron en un tiempo el loby de la sra Clinton.
En épocas de Zarcozy ,esta deuda sumada a la del CLUB DE PARIS servía para que este país EUROPEO presionara nuestra SALIDA POR INCUMPLIDORES DEL GRUPO DE LOS VEINTE.
PORQUE ,para poder regular el precio de la soja.Porque no temían que BRASIL lo impidiere.Porque a BRASIL lo han convertido ellos mismos en POTENCIA y -a veces y por acuerdo previo-suele votar como POTENCIA en contra de los paises en desarrollo.