martes, 16 de agosto de 2011

Otras impresiones sobre la mejor elección nacional del peronismo desde la vuelta de la democracia


"Nadie es dueño de los votos", dijo Cristina. Y es la síntesis precisa del mejor análisis que se puede hacer sobre cualquier elección.

Porque, efectivamente, si algo tenemos que aprender es que nadie, cuando vota, encomienda su alma al votado, ni concesiona la administración de su voluntad por cuatro años.
Alguien se pregunta por ahí qué hubiese pasado si Macri se hubiera volcado decididamente por el apoyo a un candidato opositor. Y mueve a risa. Porque no hubiese pasado nada demasiado distinto de lo que pasó. El mismo Macri lo entendió así.

De La Sota no es dueño de la voluntad de quienes lo eligieron gobernador en Córdoba, ni Macri es dueño de la voluntad de quienes lo eligieron intendente, ni Del Sel es dueño de la voluntad de quienes no lo eligieron nada.
La causalidad es inversa, Macri no se jugó por ninguno, porque sabía que no podía influir demasiado, y tomando la distancia que tomó se resguardó de quedar incluido en la murga de los derrotados. Conservó lo que podía de la efímera gloria que le brindó la sobrevalorada elección porteña.

Pinedo obtuvo algo así como el 16% de los votos. Buen número, por depender del corte. Fuerte en la zona norte de la Ciudad; en el resto tuvo rendimientos entre dispares, discretos y malos. El "crack" Ritondo no pudo hacer con él los milagros que operó con Macri.
Porque, en realidad, no hay milagros posibles. Si bien el despliegue territorial es un elemento de acumulación política imprescindible, tampoco es aconsejable exagerar sus potestades electorales. En materia de resultados.

Tampoco (hay que decirlo) los intendentes supuestamente disconformes con la injerencia excesiva de la casa rosada en el armado de listas distritales tienen esa potestad. No hubo corte masivo de boleta, simplemente porque la masividad del corte de boletas no es algo que pueda decidir un intendente, cuya red de militancia (su "aparato") tiene una influencia limitada en los resultados electorales. Así fue en el 2009 cuando se los acusó a algunos de traidores por algo que, más allá de sus deseos íntimos (de los cuales no hay constancia), no hubiesen podido lograr. Así es ahora donde el voto a Cristina los supera, y en algunos casos los tracciona, y les permite soñar con conservar intendencias casi perdidas hace meses.
Así son las vueltas de la vida electoral. Las trincheras de resistencia a la boleta única son mutables. Un día están en el ejecutivo nacional, otro día pueden mudarse a la municipalidad de 3 de febrero. O Ituzaingó.

El peronismo, con Cristina de candidata, hizo la mejor elección nacional desde la vuelta de la democracia.
No hubo performance posible de candidato "atrapa todo" mejor que la del último domingo. No digamos en la realidad, sino en la imaginación siquiera.

No hay que confundir. Esta situación no es inmutable. No hay contrato firmado. Aún si lo hubiera no sería garantía de nada.
Pero hoy la realidad muestra esta foto. Los votos los sacó Ella. Solo por hoy. Pero los tiene.

3 comentarios:

Daniel dijo...

Impecable Mariano.

Luis Quijote dijo...

La masividad de los votantes es para tener en cuenta.
Recuperamos la fe en la política.

Silvia Soria dijo...

Muy buena reflexión. Me gustó mucho el "Solo por hoy".