domingo, 15 de septiembre de 2013

Sintonía fina: ahora sí?

La previsible derrota electoral de octubre y esta sensación de retirada que parece instalar el gobierno a partir de los datos de las primarias llevan a pensar en la posibilidad de que se empiece a trabajar en el "ordenamiento de los desequilibrios" de la economía, que son una cuestión que preocupa mucho a los dueños de la posta que los gobiernos se pasan cada cuatro años, si la suerte los acompaña (a los dueños de la posta).

La postergación indefinida en la entrega de la posta, por parte de un gobierno "polémico" que amenaza con durar 12 años, hizo que algunos de esos desequilibrios se agudizaran. Y se cargaran en la cuenta de los dueños del capital, que ven cómo las distorsiones afectan el proceso de acumulación del cual de todos modos salieron bastante airosos.

Pero parece que algunos comienzan a decidir que la "sintonía fina" ahora sí es impostergable.
En algunos medios ya se está hablando de planes posteriores a las elecciones de octubre, que incluirían en un marco de acortar la brecha de ciertas distorsiones de precios una suba de tarifas domiciliarias de luz y gas. O mejor dicho, en un principio un recorte de subsidios. La suba de tarifas adicional dependerá de que la oposición imponga en el congreso su idea de que la última década ha habido un crecimiento económico y una normalización institucional en el país suficientes como para que no se prorrogue la llamada "ley de emergencia económica", lo cual le quitaría al estado la herramienta legal fundamental que actúa como dique de los reclamos empresarios por la re-discusión de los cuadros tarifarios.

O sea, las tarifas domiciliarias hoy se encuentran en casi los mismos niveles que en el año 2002, porque han sido muy pequeños los reacondicionamientos que ha aprobado el gobierno a lo largo de estos 10 años. Muy inferiores a las indexaciones de precios (entre ellos los salarios y las transferencias de ingresos estatales). Y sobre ese cuadro, aparte, se establecen los subsidios directos, que hacen que las intermediarias y los domicilios paguen menos de lo que el cuadro tarifario dispondría de no mediar estas transferencias.

El gesto libertario opositor de ponerle freno al gobierno sería motivo de grandes festejos. En los directorios de las empresas del rubro energético, principalmente. Está muy bien, para eso les pagan.

Pero la cuestión es que independientemente de lo que suceda con la ley de emergencia económica al menos puede llegar a darse una revisión en los montos de los subsidios del rubro energético, con lo cual los consumidores, principalmente los del AMBA, sufrirían seguramente un aumento en el monto a pagar. Probablemente no todos, y las podas se establezcan por zona, para afectar menos a los barrios menos favorecidos por la "justa distribución de los ingresos" que nos supimos dar, acorde a las normas del capitalismo, sobre todo cuando estas no contradicen demasiado el legado divino. Principalmente aquel de "siempre habrá pobres entre ustedes".
En fin, la cuestión es que si finalmente esta vez sí se concretara la reducción de subsidios energéticos, después de 10 años en que se acusó ferozmente al gobierno de tramar algo que nunca hizo al tiempo que se lo criticaba por no hacer lo que debía hacer en este tema (que era justamente aquello que supuestamente tramaba y que desataba críticas por tramarlo), las boletas de gas y luz del AMBA sufrirían aumentos en los montos que paga el consumidor, lo cual tal vez acortaría la brecha de 7 veces que hay entre lo que los porteños le pagamos a la privada EDESUR y lo que los santafesinos le pagan a la estatal socialista y soviética EPE.

El tema es que las cuentas fiscales ya no resisten demasiado el dispendio de subsidios que algunos analistas que reportan secretamente al diario Clarín calculan para este año en "cerca de 100 mil millones de pesos". Están incluidas por supuesto las transferencias del Tesoro a ENARSA para la importación de alrededor de 100 barcos de gas natural licuado, que se paga unas varias veces más caro que el equivalente extraído bajo tierra argentina, pero que (después del costo adicional de la regasificación) llega a los domicilios al mismo precio irrisorio que se paga hoy en el AMBA, gracias a esta suerte de "Plan Descansar" para sectores medios y medios altos, accionistas minoritarios que reciben de esta forma una suerte de distribución de dividendos que los verdaderos dueños del estado (los más ricos) acceden a realizar, pero aparentemente cada vez con menos ganas, porque les dispara la inflación, cosa que los aflige mucho, por el efecto negativo que tiene, "sobre todo en los más pobres".

Así que digamos como reflexión final de estos escritos poco rigurosos y apurados que la "crisis" energética, que hasta ahora fue disimulada con el dispendio de fondos públicos muy voluptuosos (dichosos aquellos que cuentan con mucha plata para administrar y disimular las "crisis"), y que genera lateralmente restricciones relativa y sectorialmente problemáticas, aparentemente tenderá a ser solucionada. Lo que supone, no que las restricciones desaparezcan (porque nunca lo hacen, ya que los recursos son siempre escasos), sino que se distribuyan de otra forma. Esperemos que esta redistribución no sea todo lo inequitativa que piden los ex-secretarios de energía de la nación reunidos en congreso general constituyente por el estado libre asociado de los holdings beneficiarios de las privatizaciones, ni por la entente opositora libertaria que descubrió después de 10 años que el kirchnerismo hizo las cosas tan bien, que ya no es necesario prorrogar la ley de emergencia económica que impide, junto con lo que queda de la ley de convertibilidad la indexación de contratos (y la indexación de balances), motivo por el cual no vienen las inversiones, pssss.

9 comentarios:

Daniel dijo...

El post que hacía falta, Mariano. Excelente.

Anónimo dijo...

Este blog es de los mejores. Sin dudas.

Gringo dijo...

Por Dios que nube de gases intestinales que escribiste. Im-pre-sio-nan-te.

uno dijo...

Como lo veo yo, el aumento de tarifas de energía es más importante desde el punto de vista del superávit comercial, que del fiscal. Es decir, no se trata tanto de dejar de regalar pesos, sino de hacerlo en actividades que no impliquen pérdida de dólares.

Mariano Grimoldi dijo...

Daniel: gracias como siempre sos demasiado generoso conmigo, al punto de exagerar o incluso involuntariamente mentir. Un abrazo.

Anónimo: muchas gracias. Abrazo.

Gringo: me gustaría que te explayes un poco más, si no es molestia. Gracias.

Uno: es como vos decís. Pero el tema de los pesos es significativo en materia cambiaria. A ver, la balanza comercial no sería tan importante si no afectara a la cuestión cambiaria. Y las necesidades fiscales que obligan al BCRA a proveer de pesos al tesoro a través de adelantos o distribución de utilidades inciden en el mismo sentido. Porque se expande la oferta de pesos justo cuando la demanda de pesos se contrae, de manera que los pesos excedentes derivan en un aumento de la velocidad de circulación del dinero adicional, todo lo cual repercute en aumentos de precios o en la esterilización rudimentaria e informal (y temporaria, porque los pesos vuelven al circuito) que es la compra de dólares en el mercado paralelo. En fin, en el contexto actual hay líneas conductoras bastante robustas entre las cuentas fiscales y la balanza de pagos. un abrazo

Alcides Acevedo dijo...

Mamita, el día que exportemos la que se fuma este Mariano termina la dependencia de la soja....

El final de la mentira K está a la vuelta de la esquina, 10 años de saqueo e incompetencia administrativa, el tema energético será determinate de nuestra caída, una cuenta mucho más pasada que la deuda externa, sobre todo porque el combustible hay que pagarlo al conntado... y si empieza a escasear se para la economía.

Pensar que los K vienen de una provincia "petrolera" y de lo único que conocían era de "energía"... perece a propósito.

Norberto dijo...

Totalmente de acuerdo, Mariano, y en linea con un comentario mio en lo de Abel sobre el mismo tema, hoy quienes dejaron de pagar ganancias, y quienes tienen esa capacidad contributiva,deberían dejar de recibir un subsidio a sus consumos, la mas de las veces convertido derroche, que tal vez no debería dejar de existir para micro, pequeñas y medianas empresas para garantizar que no haya grandes movimientos en la ocupación o el empleo.
Nosotros somos Ella, abrazos

Ricardo dijo...

Muy bueno, como siempre.
¿Y si pedimos sintonía fina para las compras con tarjeta en el exterior? Es bastante más fácil...

Eduardo dijo...

1) Si las empresas energeticas se quejan de que ganan poco y nada. Una reduccion de subsidios les provocaria mas ganancias? Por donde?
La unica manera de que estas empresas ganen lo suficiente como para que tengan motivos para invertir en serio, es mantener los subsidios y al mismo tiempo, aumentar las tarifas.
Sino, es simplemente un ahorro fiscal, que no provocaria cambios significativos en la cuestion energetica (y cambiaria).

2) No creo que exista derroche energetico dentro de las clases medias y medias altas. La gente usa de luz lo que necesita. Nadie va a usar menos la estufa, computadora o cualquier articulo electronico que requiera energia.
Si aumentan las tarifas, el ajuste ira por otro lado. Menos salidas afuera, menos taxis o cualquier otra cosa. El consumo energetico es bastante inelastico.

3) Es muy probable que post elecciones se produzca esto que comentas y que la reduccion de ganancias se vea compensada tambien con una reduccion de subsidios.