domingo, 10 de marzo de 2013

Nueva tarjeta de crédito en contexto

Hay un ritmo sostenido de aumentos de precios. Hay alto grado de dispersión. Hay tendencia mundial a inflación en alimentos. Hay fuerzas exógenas que presionan estos aumentos que causan preocupación a escala global.

Y hay cuestiones estructurales internas que convierten estas presiones en un proceso inflacionario sostenido.
Las políticas fiscal y monetaria de Argentina acompañan las alzas de precios. Y colocan a un nivel parejo los aumentos de transables y no transables.
Este paralelismo no es tan fácil de conseguir en otros países del mundo, en los cuales la brecha entre aumento de precios de alimentos y el nivel general de precios llega a alrededor del 100%. La inflación en alimentos es la "inflación blue" de esos países. Con índices de inflación de un dígito la nominalidad del salario es nula, el mismo aumenta a tono con la productividad y como efecto de la fricción del desempleo en el contexto de crecimiento de la economía.
Las bajas nominales del tipo de cambio le dan maquillaje a la situación. Y mientras la demanda agregada tiene algunas de sus variables con alzas sostenidas, las altas tasas de interés reales no provocan desempleo desmedido. Ahora, donde los componentes de la demanda agregada se desinflan no queda empleo en pie. Ni aún bajando las tasas de interés.

Argentina es un lugar aparte. Aislado del mundo. El índice de precios oficial fue despojado de una de sus funciones primordiales: contener la nominalidad del salario. En Argentina, el salario aumenta nominalmente de acuerdo al costo de vida real. Y esto retroalimenta las exigencias fiscales y monetarias que sostienen a su vez el proceso.

Más allá de la macroeconomía hay un hecho: la brecha entre el precio en góndola y el costo de producción. Como marcan todos los sectores productivos cada vez que entran en algún tipo de conflicto con el estado, la intermediación comercial, la logística de distribución y el financiamiento del consumo y del capital de trabajo de los comercios son un componente proporcionalmente muy elevado del precio final al consumidor.
En algunos casos las causas son estructurales. En otros hay "anomalías de mercado": posiciones monopólicas u oligopólicas, rentabilidades extraordinarias, etc.

Lo que hace Moreno entonces es plantar su accionar al nivel de las cadenas de comercialización. En el último eslabón, donde se establece el vínculo directo con el consumidor.
Les pide que abran los libros, que muestren costos y márgenes de rentabilidad. Conoce las "espaldas" de estas cadenas, amasadas en períodos prolongados de buenas ganancias. Les garantiza rentabilidad razonable, pero les pide el "esfuerzo" de congelar precios por un plazo breve.
Y junto con ellos evalúa todos los costos excedentes del costo de producción de los bienes (su precio en "boca de fábrica", pongámosle)  para ver cómo se puede operar para reducir la brecha entre la góndola y el productor, haciendo que el peso del costo de los servicios disminuya.

Entonces puede evaluarse que la alta rentabilidad de las entidades financieras es un nicho contra el cual se puede operar, para impedir que absorban recursos que terminan presionando en la conformación de los precios finales. Y supone que se puede crear una tarjeta de crédito para usar en supermercados, calculo que a través de un fideicomiso del Banco Nación y el FGS de ANSeS (que va adoptando de a poco un perfil de entidad financiera pública), que cobre una tasa a los comercios de un tercio respecto de la que cobran las tarjetas ya existentes. Es discutible que sea necesaria la exclusividad para garantizar el éxito.

Pero el punto es que mediante esas reducciones de costos en servicios se calcula que se puede lograr que los supermercados absorban cierta presión de costos de producción sin darle traslado directo a los precios de góndola, es decir, manteniendo el congelamiento. Y reemplazar ese traslado con una reducción de los márgenes de rentabilidad de algunos sectores con renta extraordinaria. Ese es el motivo por el cual los supermercados ven con simpatía la medida y los bancos no.

Es una apuesta de intervención directa, que no es incompatible con la casi olvidada "sintonía fina": ir viendo caso por caso cómo puede ganarse en competitividad, es decir, en reducción de costos. Si hay intermediarios con márgenes de rentabilidad que superan en dos o tres veces a los que tienen en otros ámbitos o lugares en los que de todos modos siguen constituyéndose como negocio apetecible, quiere decir que hay margen para avanzar sobre ellos.

10 comentarios:

Eduardo dijo...

No entiendo cual es el sentido de la exclusividad. Pero lo veo como una medida que lo unico que va a lograr, es romperle los huevos a millones de de personas que no tienen Banco Nacion.
Por otro lado, es un negocio barbaro para el super que se niegue a este trato y acepte todas las tarjetas.
Y por ultimo, 2% de costo extra? Con la inflación actual, en 2 o 3 meses ese ahorro se pierde y vuelve el aumento al consumidor.
Recuerdo cuando se decía ante la idea de bajar el IVA un 10% a productos de la canasta básica, que era una mala idea porque no garantizaba que esa baja se traslade al precio.

No resulta mas fácil encajar una ley o un decreto que imponga a los bancos una comisión máxima de 1.5?

Mariano Grimoldi dijo...

Eduardo: yo opiné eso sobre la reducción de iva. Por eso digo que puede funcionar en el marco del congelamiento de precios y con los supermercados abriendo íntegramente los libros. O sea, es una medida que puede dar algún fruto (tampoco tanto) para reducir la brecha entre costo de producción y precio de góndola, siempre y cuando el precio de góndola esté acordado en una mesa de negociación entre el dueño del supermercado y la secretaría de comercio. Por supuesto que hay otros ítems, incluso más importantes (alquileres, financiación de capital de trabajo, logísitca y distribución). En el caso de la carne, se me hace que la cadena de comercialización es mucho más compleja y que hay muchas manos intermediando, por ejemplo.

Por ahí la idea de la tarjeta exclusiva tiene por simple objeto sentar a las tarjetas a negociar. La comisión no sé si debería superar el 1%.
Saludos

chacall dijo...

Yo no lo veo como reducción de costos, sino como transferir la cesión de margen de ganancia.

Es político, en este momento los supermercados tienen mayor poder que los bancos y lo aprovechan, en lugar de ceder el margen ellos, que lo cedan los bancos.

Dentro de 2 o 3 meses cuando la evolución de los costos, coma ese margen, otro deberá ponerlo.

Si valoro, que se discuta un aspecto que hace a la competitividad como lo es el costo financiero de cualquier actividad, es un tema muy importante. Y finalmente creo que este proyecto va a permitir, no por su implementación, sin simplemente por la amenaza de su implementación, trabajar sobre este aspecto. Y eso es positivo.

saludos!

Erkekjetter Silenoz dijo...

Y sí, el que paga la joda son los bancos que no me parece mal
Igual la idea de operar sobre un propagador de la inflación vía control de precios, de alguna manera, al supuestamente obligar a afilar el lápiz a distintos sectores, quizás opere sobre una causa de la inflación.

De todas formas creo yo, en el mejor de los casos esto permitiría un tinte más racional en los aumentos.

Ahora también creo que este control de precios "impuesta" por el gobierno me parece que tiene más que ver como cita Scaletta este domingo en su nota en P12 del 3/3
"La pregunta hacia adelante es si la tasa de ganancia puede seguir contrayéndose, los salarios creciendo y el consumo expandiéndose"

Y se responde:
"Una lectura posible es que con menores tasas de ganancia, lo que los empresarios no obtenían por margen lo obtenían por cantidades, con el crecimiento del PIB. Si el crecimiento, como ocurrió en 2012, continúa moderado, la posibilidad de compensar ya no existirá"

Me parece que las cosas no están tan pum para arriba

Norberto dijo...

Creo que lo que sucede Silenoz, es que este congelamiento sirve como un parate para un determinado grupo de eslabones en la formación de precios que actúan coordinadamente con consultoras y la prensa en guerra contra el gobierno, y para este conjunto de actores, cuanto más se desgaste, más posibilidades de recambio que beneficie sus intereses. Por eso este tipo de parates permite identificar quienes generan aumentos que no tienen correlación con costos, y de última si están identificados, sirven para dejarlos en evidencia. Al respecto y dado que mencionas Página, este último domingo en Cash
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-6669-2013-03-10.html
y en particular es muy claro el gráfico
http://www.pagina12.com.ar/fotos/cash/20130310/notas_c/cs03fo01gr.jpg
, solo hay un pequeño defecto en la redacción del artículo, que que cuando dice que hay un 7,5% de ganancia respecto a la industria en general podría llegarse a suponer que es respecto de las pymes, cuando en realidad es respecto al promedio de la industria, y por ello respecto de las pymes está entre el 18% y el 19% según los tamaños, que como ves es bastante importante.
Nunca menos y abrazos

chacall dijo...

No no no, no para la inflación, solamente pone más barato los precios. Que no es lo mismo.

La inflación, es nada más que la evaluación dinámica de los precios (y cuando estos suben de manera generalizada se denomina inflación).

El trabajar sobre los márgenes de gananacias, simplemente te permite que si el mes que viene por incremento de costos tenés que aumentar no lo hagas porque podés mantener tus márgenes afectando los de otros. Y al mes siguiente seguir afinando un costo. Pero estas son medidas para ganar tiempo, si de fondo no frenás el origen en la suba de los costos, tarde o temprano tenés que aumentar los precios.

Como dicen más arriba, si la diferencia es de 2% y si según el indec alimentos y bebidas aumenta un 0,7%, tené más o menos 3 meses de congelamiento, a ese ritmo, asegurado por comerle margen al banco. Dentro de 3 meses tenés que comerle margen a otro costo a vos, o aumentar el precio.

Soluciona niveles de precio más alto, y falta de competividad (una pyme que se financie a menos costo puede competir mejor en otro mercado o con productos importados). Pero si eso le dura 2 meses...

saludos!

Norberto dijo...

Sobre el tema y quienes no creen en la efectividad de las medidas, hoy en varios diarios está la contraoferta bancaria de bajar las tasas y reducir las comisiones al 1,5%.
Nunca menos y abrazos

chacall dijo...

Norberto, la efectividad se mide en función del objetivo buscado.

Si el objetivo es bajar las tasas, reducir uno de los costos internos, se alcanzó y es muy importante, sobre todo para otros sectores (imaginate un hotel, que puede reducir su precio para competir con uno de cualquier otra parte del mundo para atraer turistas).

Si el objetivo es bajar la inflación, no lo sabemos, por ahí si porque tal vez en un par de meses las condiciones cambien y este fue el primer paso.

eso creo yo, con la mejor buena leche (no se por que pero últimamente hay que aclararo siempre),

saludos!

chacall dijo...

Siguiendo el hilo de la discusión, en el suplemento económico de P12 hoy sale esta nota
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-6677-2013-03-17.html

bastante interesante, que mucho más rigurosa discute el punto aquí planteado.

Saludos!

Erkekjetter Silenoz dijo...

Ja... si vi la nota don Chacall pero me parece un poco floja de papeles...

Igual me parece que los 3 estamos más o menos en la misma:
El control de precios es un paliativo y
No ataca una causa de la inflación pero permitiria ir sincerando el tema para el futuro

Por que como bien dice Curia el tema es el día final + 1 y apartir de esto se podría ver otros mecanismos para empezar a operar en una causa (puja distributiva que ninguno de las dos notas niega)

Pero bueno, creo que la inflación es estructural al modelo y la salida usual ya sabemos que pasa

Saludos