domingo, 14 de octubre de 2012

Lagarde

Esto dice Cristine Lagarde:  
las medidas anticrisis tomadas por los bancos centrales de los países ricos podrían desestabilizar a los emergentes, creando "desequilibrios" y "burbujas" financieras.
A la directora del FMI parece que le cayó la ficha 8 años tarde respecto de la situación económica mundial. Lo que describe Lagarde es lo que desde hace bastante, especialistas como Fernando Iglesias o Gabriela Michetti, por ejemplo, describen como "viento de cola" en los programas de política del cable, desde los cuales también se hizo hincapié exagerado durante todo este tiempo en la "oportunidad histórica que el mundo le brinda a la Argentina, al demandar lo que mejor producimos. o sea materias primas para alimentos" (y estaríamos desaprovechando por no aceptar mansamente la primarización de nuestras exportaciones y nuestro aparato productivo y tratar de rebelarnos aunque hay que reconocer que con suerte dispar).

Las burbujas de activos, de carácter especulativo, y provocadas por la alta disponibilidad de capital líquido que hay a escala global a partir de la implementación de políticas monetarias laxas en los principales países del mundo, son justamente las que generaron alzas inconmensurables en precios de commodities de todo tipo. En el caso de los agrícolas y minerales, esto afectó principalmente a los países latinoamericanos. Es lo que desde una visión parcializada se denomina "viento de cola", y que provoca efectos positivos y negativos en igual proporción, poniendo a disposición grandes cantidades de divisas, pero sobreapreciando las monedas y primarizando los aparatos productivos, no sólo por la vía de los altos precios de los comodities (alza con componente especulativo e inflación artificial de demanda), sino también por el ingreso de capitales de corto plazo por la vía de la cuenta financiera.

De todos modos este reconocimiento de Lagarde debería ser leído como una reivindicación tardía de las políticas protectivas desarrolladas por países como Argentina, preocupados por desacoplar los precios internos de esos comodities respecto de los valores internacionales, y blindando los activos financieros de una inflación (la famosa burbuja) como la desatada en países como Brasil o Perú.

Fenómeno: 8 años más tarde Lagarde parece haber descubierto lo que acá llamamos "dilema emergente". Decidir si te apreciás nominalmente y con altas tasas de interés ( o sea, inflación de activos financieros, llamada burbuja), o si te apreciás por inflación de bienes físicos (y consecuentemente salarios). Si establecés un esquema en que la acumulación de capital se base en la capacidad acumulativa de los sectores rentísticos o si intentás transferir recursos hacia sectores productivos (tanto trabajo como capital), inaugurando un ciclo clásico de desarrollo del sector secundario en base al fortalecimiento del mercado interno, interviniendo en el proceso tradicional de reproducción del capital a partir de meter mano en los patrones distributivos, incentivando las pujas distributivas (en lugar de intentar congelar la distribución del producto social en un patrón regresivo), al menos mientras funcione como fuente de generación de un círculo virtuoso de mayor consumo, más producción, más empleo, lógicamente regado por el inevitable alza de precios, y salarios y transferencias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo interpreté algo distinto. De lo que hablaron más fue del fracaso del "multiplicador de la austeridad", que es mucho peor de lo que decían antes, lo cual es cierto. Lo que no dicen es que muchos de los planes de austeridad, o quizá todos, también incluyeron feroces aumentos de impuestos.

http://globaleconomicanalysis.blogspot.com/2012/10/imf-admits-it-prescribed-wrong-medicine.html

el pincha dijo...

GRACIAS, esclarecedor para quienes tocamos de oido ( con suerte )todo esto...

abrazo